POR OCTAVA VEZ EN SU HISTORIA
La UNSJ elige autoridades
para un nuevo periodo
El próximo
8 de junio, entre las 9 y las 21,30, poco más
de 12.600 miembros de la comunidad universitaria tendrán
la posibilidad de votar por quienes serán sus
representantes y autoridades hasta el año 2008.
Este acto, que se repite en esta casa desde 1986,
es ejemplo de democracia institucional.
Cuando
el próximo 8 de junio los miembros de la comunidad
de la UNSJ asistan a votar por quienes serán
sus autoridades en los próximos tres años,
será la octava vez que lo hagan en la historia
de esta casa. La primera vez fue en 1986, con la democracia
recién estrenada en el país y luego
de un proceso llamado “Normalización”
en las universidades nacionales, durante el cual el
gobierno nacional designó a los rectores. Como
resultado de esas elecciones de 1986, se conformó
por primera vez en la UNSJ una Asamblea Universitaria
constituida democráticamente que, integrada
sólo por docentes, estudiantes y graduados,
eligió al arquitecto Sebastián Villar
y a la profesora Cristina Krause como rector y vicerrectora.
La asamblea se hizo en los edificios - en construcción-
de lo que hoy es el CUIM y las flamantes autoridades
asumieron el 16 de mayo de 1986, para un mandato de
dos años.
Los años
duros
Creada en 1973,
la UNSJ comenzó a funcionar como tal usando
las reglamentaciones vigentes en la Facultad de Ingeniería
y Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, que
hasta ese año pertenecía a la Universidad
Nacional de Cuyo. Sus máximas autoridades fueron
por ese entonces el Delegado Organizador, convertido
después en Rector Normalizador, cargos que
ocupó entre 1973 y diciembre de 1974 el ingeniero
Julio Rodolfo Millán. Al comenzar 1975, el
gobierno nacional nombró como Rector Interventor
al doctor Antonio Rodolfo Lloveras, quien renunció
el 24 de marzo de 1976.
Tenía nuestra casa poco más de dos años
cuando el golpe militar de 1976 trajo aparejada la
derogación de todos los reglamentos y estatutos
universitarios vigentes hasta ese momento y la implementación
de una nueva ley dada por el gobierno de facto. Un
Delegado Militar ocuparía entonces el despacho
del Rector: el Capitán Odontólogo Jorge
Ricardo Monjes, de cuya gestión queda el tremendo
recuerdo de las persecuciones y la separación
de sus cargos de docentes, personal de apoyo e investigadores
incluidos en las “Listas Negras”. A este
militar seguiría, como Rector, designado desde
septiembre de 1976 por el gobierno nacional, el doctor
Emiliano Pedro Aparicio, quien renunció en
1979. El Poder Ejecutivo Nacional nombró entonces
como Rector sustituto al doctor Roberto López
Aragón, reemplazado en 1980 por el arquitecto
Eduardo Mario Caputo Videla.
Democracia
y estatuto prestado
El 10 de diciembre
de 1983 asumió el gobierno democrático
de Raúl Alfonsín. Ese mismo mes, mediante
un decreto presidencial fueron intervenidas todas
las universidades nacionales. En San Juan fue nombrado
Rector Normalizador el abogado Antonio de la Torre,
quien renunció en agosto de 1984. Sólo
unos días duró en el cargo el siguiente
Rector, el ingeniero Antonino Gallo, quien como decano
de Ingeniería quedó a cargo de la función
hasta la designación del siguiente Rector Normalizador,
el doctor Hugo Segundo Médici. El fue quien,
el 16 de mayo de 1986, entregó el Rectorado
a las primeras autoridades electas por los propios
claustros. Esa primera elección se hizo según
la normativa establecida por el Estatuto de la Universidad
Nacional de Cuyo, que la UNSJ había asumido
como propio. El gobierno de Alfonsín había
derogado la Ley Universitaria 22.207, del periodo
militar, y las universidades debían regirse
por los estatutos vigentes a julio de 1966. Las casas
de estudios creadas con posterioridad a ese año
podrían optar, entre esos estatutos, el que
consideraran más apropiado. Así fue
como la UNSJ eligió regirse por el de la universidad
mendocina, luego de hacerle algunas modificaciones
para adaptarlo al medio local. Esta normativa fue
la que rigió en la primera elección
de autoridades propias. Una asamblea integrada por
representantes de los estamentos de docentes (concursados),
alumnos y graduados, además de los flamantes
decanos también electos democráticamente,
fue la que eligió al arquitecto Villar. Tal
como lo establecía el estatuto adoptado, esta
gestión duró dos años, al cabo
de los cuales, en 1988, nuevamente una asamblea eligió
al Rector de la UNSJ, esta vez el ingeniero Tulio
Abel Del Bono, acompañado por el profesor Veremundo
Fernández.
Estatuto
nuevo y más cambios
En 1989, la Asamblea
de la UNSJ culminó con un trabajo que había
emprendido mediante una ardua tarea de comisiones
cuando aún era rector el arquitecto Villar:
la creación de un estatuto propio para esta
casa de estudios. En lo referido al gobierno universitario,
esa norma introdujo un gran cambio: el Personal de
Apoyo Universitario, que hasta entonces participaba
de las asambleas con voz pero sin voto, pasaría
a formar parte del cogobierno universitario. El nuevo
estatuto entró en vigencia en 1990 y fue según
su Regimen Electoral que ese año una asamblea
integrada por cuatro estamentos reeligió al
ingeniero Del Bono, esta vez acompañado por
el licenciado Pedro Mallea. El mandato sería
ahora, como lo establecía el nuevo estatuto,
de tres años, con posibilidades de reelección,
lo cual se concretó para la dupla Del Bono-Mallea
en 1993 y en 1996. Antes de esta última reelección,
en 1995, había sido necesario modificar el
estatuto de la UNSJ, a los fines de adecuarlo a las
exigencias de la Ley de Educación Superior.
Esta norma establece, entre otras cosas, que la representación
docente en los cuerpos colegiados de gobierno universitario
no debe ser menor del 50 por ciento. A partir de la
implementación de esta reforma, además
de la composición, varió también
el número de miembros del Consejo Superior
de la UNSJ, que pasó de 23 a 36.
En 1999 esta casa
eligió nuevamente a sus autoridades. Luego
de los comicios realizados en todas las unidades,
y de la elección de Consejeros de los cuatro
estamentos y Decanos para las cinco facultades, la
Asamblea que estos representantes integran puso el
Rectorado en manos de la fórmula Romeo Platero-Emilio
Fernández, arquitecto e ingeniero respectivamente
que gobiernaron la UNSJ hasta el año 2002.
Fue durante esta gestión que, en el año
2001, se concretó una nueva modificación
al Régimen Electoral fijado por el Estatuto:
el voto directo. Así, en los siguientes comicios,
en el año 2002, los miembros de los cuatro
estamentos pudieron, por primera vez, votar directamente
por quienes preferían para ocupar tanto el
Rectorado como los Decanatos. La aplicación
de fórmulas de ponderación hace que
cada estamento, independientemente de la cantidad
de miembros que posea, tenga un porcentaje determinado
de representación y las facultades el mismo
peso. La fórmula integrada por el doctor Benjamín
Kuchen y el arquitecto Carlos Díaz Cano se
convirtió así en la primera en llegar
al Rectorado mediante el voto directo de docentes,
estudiantes, personal de apoyo y graduados.
Realizada en junio de 2002, la última elección
universitaria sanjuanina tuvo dos vueltas. En la primera,
ninguna de las cuatro fórmulas -que encabezaban
Kuchen, Luis Meritello, Tulio Del Bono y Emilio Fernández-
superó el 50 por ciento de los votos. En el
ballotage el actual Rector alcanzó el 62 por
ciento, en tanto su contrincante, Luis Meritello,
obtuvo el 38 por ciento.
Hacia
un nuevo periodo
En las próximas
elecciones del 8 de junio, la Universidad Nacional
de San Juan dará un paso más en el ejercicio
democrático. En el estamento docente podrán
votar no sólo los docentes efectivos, que llegaron
a sus cargos mediante concurso, sino que esta vez
lo harán también quienes revisten cargos
interinos y transitorios, con el solo requisito de
contar con tres años de antigüedad ininterrumpida
previa a la fecha de los comicios. De esta manera,
el Consejo Superior interpretó e hizo realidad
un viejo anhelo de la comunidad universitaria y de
un gran número de docentes que, por razones
ajenas a su voluntad, no ha podido aún concursar
el cargo que ocupa. Las autoridades así electas
asumirán sus funciones el próximo 1
de julio, por un periodo de tres años luego
de los cuales nuevamente los edificios universitarios
sanjuaninos se llenarán de carteles, los candidatos
discutirán propuestas y los pasillos se convertirán
en hervideros de ideas, todas con el común
deseo de gobernar de la mejor manera posible una de
las instituciones que mejor ejemplifica el ejercicio
de la democracia en nuestra sociedad
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