Revista de la Universidad Nacional de San Juan | Mayo 2005 | Año II - Nº 13


POR OCTAVA VEZ EN SU HISTORIA
La UNSJ elige autoridades para un nuevo periodo

El próximo 8 de junio, entre las 9 y las 21,30, poco más de 12.600 miembros de la comunidad universitaria tendrán la posibilidad de votar por quienes serán sus representantes y autoridades hasta el año 2008. Este acto, que se repite en esta casa desde 1986, es ejemplo de democracia institucional.

Cuando el próximo 8 de junio los miembros de la comunidad de la UNSJ asistan a votar por quienes serán sus autoridades en los próximos tres años, será la octava vez que lo hagan en la historia de esta casa. La primera vez fue en 1986, con la democracia recién estrenada en el país y luego de un proceso llamado “Normalización” en las universidades nacionales, durante el cual el gobierno nacional designó a los rectores. Como resultado de esas elecciones de 1986, se conformó por primera vez en la UNSJ una Asamblea Universitaria constituida democráticamente que, integrada sólo por docentes, estudiantes y graduados, eligió al arquitecto Sebastián Villar y a la profesora Cristina Krause como rector y vicerrectora. La asamblea se hizo en los edificios - en construcción- de lo que hoy es el CUIM y las flamantes autoridades asumieron el 16 de mayo de 1986, para un mandato de dos años.

Los años duros

Creada en 1973, la UNSJ comenzó a funcionar como tal usando las reglamentaciones vigentes en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, que hasta ese año pertenecía a la Universidad Nacional de Cuyo. Sus máximas autoridades fueron por ese entonces el Delegado Organizador, convertido después en Rector Normalizador, cargos que ocupó entre 1973 y diciembre de 1974 el ingeniero Julio Rodolfo Millán. Al comenzar 1975, el gobierno nacional nombró como Rector Interventor al doctor Antonio Rodolfo Lloveras, quien renunció el 24 de marzo de 1976.
Tenía nuestra casa poco más de dos años cuando el golpe militar de 1976 trajo aparejada la derogación de todos los reglamentos y estatutos universitarios vigentes hasta ese momento y la implementación de una nueva ley dada por el gobierno de facto. Un Delegado Militar ocuparía entonces el despacho del Rector: el Capitán Odontólogo Jorge Ricardo Monjes, de cuya gestión queda el tremendo recuerdo de las persecuciones y la separación de sus cargos de docentes, personal de apoyo e investigadores incluidos en las “Listas Negras”. A este militar seguiría, como Rector, designado desde septiembre de 1976 por el gobierno nacional, el doctor Emiliano Pedro Aparicio, quien renunció en 1979. El Poder Ejecutivo Nacional nombró entonces como Rector sustituto al doctor Roberto López Aragón, reemplazado en 1980 por el arquitecto Eduardo Mario Caputo Videla.

Democracia y estatuto prestado

El 10 de diciembre de 1983 asumió el gobierno democrático de Raúl Alfonsín. Ese mismo mes, mediante un decreto presidencial fueron intervenidas todas las universidades nacionales. En San Juan fue nombrado Rector Normalizador el abogado Antonio de la Torre, quien renunció en agosto de 1984. Sólo unos días duró en el cargo el siguiente Rector, el ingeniero Antonino Gallo, quien como decano de Ingeniería quedó a cargo de la función hasta la designación del siguiente Rector Normalizador, el doctor Hugo Segundo Médici. El fue quien, el 16 de mayo de 1986, entregó el Rectorado a las primeras autoridades electas por los propios claustros. Esa primera elección se hizo según la normativa establecida por el Estatuto de la Universidad Nacional de Cuyo, que la UNSJ había asumido como propio. El gobierno de Alfonsín había derogado la Ley Universitaria 22.207, del periodo militar, y las universidades debían regirse por los estatutos vigentes a julio de 1966. Las casas de estudios creadas con posterioridad a ese año podrían optar, entre esos estatutos, el que consideraran más apropiado. Así fue como la UNSJ eligió regirse por el de la universidad mendocina, luego de hacerle algunas modificaciones para adaptarlo al medio local. Esta normativa fue la que rigió en la primera elección de autoridades propias. Una asamblea integrada por representantes de los estamentos de docentes (concursados), alumnos y graduados, además de los flamantes decanos también electos democráticamente, fue la que eligió al arquitecto Villar. Tal como lo establecía el estatuto adoptado, esta gestión duró dos años, al cabo de los cuales, en 1988, nuevamente una asamblea eligió al Rector de la UNSJ, esta vez el ingeniero Tulio Abel Del Bono, acompañado por el profesor Veremundo Fernández.

Estatuto nuevo y más cambios

En 1989, la Asamblea de la UNSJ culminó con un trabajo que había emprendido mediante una ardua tarea de comisiones cuando aún era rector el arquitecto Villar: la creación de un estatuto propio para esta casa de estudios. En lo referido al gobierno universitario, esa norma introdujo un gran cambio: el Personal de Apoyo Universitario, que hasta entonces participaba de las asambleas con voz pero sin voto, pasaría a formar parte del cogobierno universitario. El nuevo estatuto entró en vigencia en 1990 y fue según su Regimen Electoral que ese año una asamblea integrada por cuatro estamentos reeligió al ingeniero Del Bono, esta vez acompañado por el licenciado Pedro Mallea. El mandato sería ahora, como lo establecía el nuevo estatuto, de tres años, con posibilidades de reelección, lo cual se concretó para la dupla Del Bono-Mallea en 1993 y en 1996. Antes de esta última reelección, en 1995, había sido necesario modificar el estatuto de la UNSJ, a los fines de adecuarlo a las exigencias de la Ley de Educación Superior. Esta norma establece, entre otras cosas, que la representación docente en los cuerpos colegiados de gobierno universitario no debe ser menor del 50 por ciento. A partir de la implementación de esta reforma, además de la composición, varió también el número de miembros del Consejo Superior de la UNSJ, que pasó de 23 a 36.

En 1999 esta casa eligió nuevamente a sus autoridades. Luego de los comicios realizados en todas las unidades, y de la elección de Consejeros de los cuatro estamentos y Decanos para las cinco facultades, la Asamblea que estos representantes integran puso el Rectorado en manos de la fórmula Romeo Platero-Emilio Fernández, arquitecto e ingeniero respectivamente que gobiernaron la UNSJ hasta el año 2002. Fue durante esta gestión que, en el año 2001, se concretó una nueva modificación al Régimen Electoral fijado por el Estatuto: el voto directo. Así, en los siguientes comicios, en el año 2002, los miembros de los cuatro estamentos pudieron, por primera vez, votar directamente por quienes preferían para ocupar tanto el Rectorado como los Decanatos. La aplicación de fórmulas de ponderación hace que cada estamento, independientemente de la cantidad de miembros que posea, tenga un porcentaje determinado de representación y las facultades el mismo peso. La fórmula integrada por el doctor Benjamín Kuchen y el arquitecto Carlos Díaz Cano se convirtió así en la primera en llegar al Rectorado mediante el voto directo de docentes, estudiantes, personal de apoyo y graduados.
Realizada en junio de 2002, la última elección universitaria sanjuanina tuvo dos vueltas. En la primera, ninguna de las cuatro fórmulas -que encabezaban Kuchen, Luis Meritello, Tulio Del Bono y Emilio Fernández- superó el 50 por ciento de los votos. En el ballotage el actual Rector alcanzó el 62 por ciento, en tanto su contrincante, Luis Meritello, obtuvo el 38 por ciento.

Hacia un nuevo periodo

En las próximas elecciones del 8 de junio, la Universidad Nacional de San Juan dará un paso más en el ejercicio democrático. En el estamento docente podrán votar no sólo los docentes efectivos, que llegaron a sus cargos mediante concurso, sino que esta vez lo harán también quienes revisten cargos interinos y transitorios, con el solo requisito de contar con tres años de antigüedad ininterrumpida previa a la fecha de los comicios. De esta manera, el Consejo Superior interpretó e hizo realidad un viejo anhelo de la comunidad universitaria y de un gran número de docentes que, por razones ajenas a su voluntad, no ha podido aún concursar el cargo que ocupa. Las autoridades así electas asumirán sus funciones el próximo 1 de julio, por un periodo de tres años luego de los cuales nuevamente los edificios universitarios sanjuaninos se llenarán de carteles, los candidatos discutirán propuestas y los pasillos se convertirán en hervideros de ideas, todas con el común deseo de gobernar de la mejor manera posible una de las instituciones que mejor ejemplifica el ejercicio de la democracia en nuestra sociedad

 

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