Distinguen al rector Kuchen
En el marco del festejo por los cincuenta
años de la creación de la Universidad Católica
de Córdoba, el PASADO 8 DE JUNIO EL DOCTOR Benjamín
Kuchen recibió la distinción “doctorado
honoris causa”, ENTREGADA POR EL PADRE RAFAEL VELAZCO,
RECTOR DE ESA CASA DE ESTUDIOS.
“Hace
39 años recibí de la Universidad Católica
de Córdoba el título de Ingeniero Eléctrico-Electrónico.
Eran los primeros títulos que se daban de esa especialidad
en esta casa. Regresar después de tanto tiempo y en
estas circunstancias me causa una gran alegría: la
alegría del reencuentro con el lugar y las personas
que llenaron una época importante de mi vida
El título de Ingeniero fue la clave que me abrió
la puerta para otras experiencias que permitieron mi desarrollo
en el campo del conocimiento. Quiero decir que tengo deudas
imposibles de saldar con esta Institución y las personas
que la integran. Y no sólo por la formación
profesional sino porque aprendí otros valores que me
ayudaron a vivir. Ahora no puedo concebir la generación
de conocimiento sin la colaboración, la solidaridad
y el compromiso.
La ciencia, y en particular la vinculada a la Ingeniería
es como cualquier otra actividad propia del quehacer del hombre.
Pero, hay que tener una actitud de vigilancia constante para
que contribuya al bienestar de la sociedad. Es un espacio
para el encuentro con el otro, para crear y construir con
“ese otro” un saber fundado. No se trata sólo
de emitir opinión. Se trata también de asumir
una voluntad de verdad, validada permanentemente por un proceso
dialéctico superador para orientar nuestro trabajo.
El conocimiento científico contribuye a de-sarrollar
una sociedad más integrada en un mundo fragmentado.
El conocimiento científico y tecnológico es
un bien cultural que se manifiesta en la autonomía
y calidad de vida de los grupos humanos, y es nuestra responsabilidad
como científicos universitarios hacer que los jóvenes
se apropien de ese conocimiento y hagan de él un uso
socialmente útil.
La ciencia es también el lugar para vivir y saborear
la vida con los que uno quiere: compañeros de trabajo,
familiares y personas que se cruzan ocasionalmente en un mismo
camino y que dejan huellas imborrables. Ese lugar enriquecedor
me lo brindó la Universidad Nacional de San Juan, la
que hoy tengo el honor de conducir, un espacio institucional
generoso al que particularmente quiero agradecer, ya que allí,
en San Juan, tierra que no conocía, se edificó
y sigue desplegándose la mayor parte de mi vida y la
de mi familia.
Una trayectoria académica no es un proceso individual.
La creación y el avance del conocimiento son resultado
de una construcción social. Siempre he sentido la necesidad
de trabajar y estudiar con otros. Por eso pienso que los otros
también pueden necesitar de mí y esto le da
sentido a mi trabajo y a mi vida. Por estas razones extiendo
este título de Doctor Honoris Causa a los que en distintos
momentos me han acompañado con el trabajo, con el afecto
y con los sueños.”
Discurso del Rector Benjamín
Kuchen
“En
junio de 1613 se funda la “Universidad Real de San Carlos”,
según lo atestigua la escritura de donación
del Obispo Fernando de Trejo y Sanabria. Esa universidad será
regida durante 140 años por los padres de la Compañía
de Jesús, luego expulsados y despojados a instancias
de los que a la sombra del poder -en todas las épocas
y muchas veces en nombre de la misma fe católica- se
enriquecieron con su cuantioso patrimonio, que era para el
servicio de la fe y la cultura, para el servicio y la protección
de los marginados y desfavorecidos en las reducciones jesuíticas,
al servicio, también, de los esclavos negros, que fueron
-dice el historiador- los que más lloraron la expulsión
de los padres de la Compañía.
Distinguimos a dos personalidades de la Casa con el título
máximo que nuestra universidad otorga. Daremos el doctorado
honoris causa a P. Fernando Storni, por su labor como académico
y Jesuita en tiempos difíciles al frente del rectorado
de la UCC.
Reconocemos en el valor Ciencia a un antiguo alumno de nuestra
Facultad de Ingeniería: el Dr. Benjamín Kuchen.
En él reconocemos a todos los alumnos que apostaron
por la UCC en un momento en que significaba tomar un riesgo
comenzar a cursar en esta universidad que iba surgiendo incipiente
pero decidida en medio de las disputas contra los autoritarismos
de siempre.
La UCC ha pasado momentos de oscuridad y de tristeza; ha sufrido
con toda la sociedad argentina el desgarro de la violencia
y las luchas fratricidas. Hay varios lugares vacíos
en sus listas de egresados y antiguos alumnos; hay muertos
y desaparecidos. Y a conciencia no repetimos la remanida frase:
“hay muertos de ambos lados” porque es una falacia,
porque todos los muertos son del mismo lado: son argentinos,
y nos duelen como una herida honda que intentamos cicatrizar
con gestos concretos, superadores del dedo acusador y la actitud
defensiva y farisaica.
Ha habido en nuestra historia universitaria silencios prudentes
y silencios cómplices. Hubo palabras necesarias y otras
que debieron haberse dicho. Nuestra historia está hecha
de humanidad y por lo tanto de contradicciones y grandeza.
Nos toca a nosotros escribir estas páginas del cincuentenario,
serán otras generaciones a las que les tocará
juzgar el acierto de nuestras acciones.
Hoy la UCC cuenta con 7500 alumnos, lejos ya de aquellos modestos
comienzos; contamos con una creciente investigación
y una decidida actividad de postgrados.
La pregunta nos vuelve al origen, es decir a lo original y
nos lanza hacia delante, con la mirada puesta en aquellos
que más sufren. Las universidades -todas- no somos
inocentes ni podemos desentendernos de la situación
de crisis social y de representatividad de las instituciones;
no podemos mirar hacia otro lado arguyendo que eso es responsabilidad
de una clase dirigente execrable con la que no tenemos nada
que ver. ¿Adónde se han formado esos dirigentes?
¿En qué universidades adquirieron su saber?
¿Dónde quedó la conciencia? No debemos
olvidar que muchos de los dirigentes que han dado la espalda
a los más desfavorecidos y han avergonzado a la patria,
han pasado por aulas universitarias. Las Universidades en
Argentina somos parte del problema y estamos llamadas a ser
partes de la solución.”
Discurso del Rector Rafael Velasco
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