entrevista

Doctor Eugenio Raúl Zaffaroni
Miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación

“El principal problema de la justicia
es el nombramiento político de los jueces”

EN DECLARACIONES EXCLUSIVAS PARA REVISTA LA U, EL CORTISTA SE REFIRIÓ A ALGUNOS DE LOS TEMAS MÁS CONTROVERTIDOS DE LA JUSTICIA ARGENTINA; eNUMERÓ LOS PRINCIPALES FACTORES QUE ATENTAN CONTRA LA CALIDAD JUDICIAL, OPINÓ DE LOS JURADOS INTEGRADOS POR CIUDADANOS COMUNES COMO ALTERNATIVA PARA RECONCILIAR LA RELACIÓN JUSTICIA - CIUDADANÍA, Y SE MANIFESTÓ PARTIDARIO DE eNDURECER LAS PENAS PARA QUIENES DELINQUEN DESDE EL PODER.

Por omar cereso

-¿Cuáles son los principales problemas que atentan contra la calidad judicial en el país?
-Si tuviera que darles un orden podría mencionar los siguientes: primero, el nombramiento político de los jueces, luego, la demora burocrática en la tramitación de las causas; la incomprensión del sentido de las garantías por parte del público; la incomunicación del público con el judicial y con los juristas; la demagogia política; la perversidad de algunos sectores de ultra-derecha; el afán de publicidad de algunos medios de comunicación; la incompetencia jurídica de algunos jueces; la incompetencia política de algunos jueces (su incapacidad de comunicación); la incapacidad de los sectores políticos para resolver problemas estructurales, lo que hace que los deriven al judicial, entre otros.

-¿Cómo podría mejorarse el proceso de elección de los magistrados para garantizar mayor transparencia e idoneidad en los elegidos?
-Simplemente perfeccionando el sistema de concursos.

-¿Cree que es necesario modificar la edad de imputabilidad de los menores para combatir la delincuencia juvenil, como piden algunos sectores?
-La delincuencia siempre es juvenil. Hay muy pocos viejos que delinquen, al menos en las formas que publicitan los medios. Si alguien cree que a los 50 años tiene la misma madurez que tenía a los 16 años, o bien se olvidó de cómo era a los 16 años o bien comienza a estar deteriorado. ¿Alguien puede pretender que el reproche por una conducta sea el mismo a los 16 que a los 50 años? ¿Qué pasaría si a los 16 años le arrojo un tizazo al celador en el colegio? ¿Sería lo mismo que si ahora se la arrojo al Decano en una reunión del Consejo Directivo de la Universidad? Me parece que no.

-¿Cree que es necesario endurecer las penas para combatir con mayor efectividad el delito?
-Si, muy especialmente la de los que delinquen desde el poder y de ese modo generan crisis terribles que sumergen clases sociales enteras, pero mucho más importante que endurecerles las penas es darles la seguridad de que en algún momento los van a alcanzar.

-¿Qué cree usted que hay detrás del debate “mano dura” versus “garantistas”?
-No es más que el debate entre dictadura y estado de derecho, planteado bajo otro ropaje.

-¿Cuál es su opinión con respecto a los juicios por jurados? ¿Cree que puede resultar una alternativa para mejorar el funcionamiento y la credibilidad de la justicia?
-No, en modo alguno. No funcionan en forma efectiva en ningún país. Retardan la decisión, son muy caros y muy complicados, no hay forma de distinguir entre cuestiones técnicas y de prueba. Me parece que hay que adoptar el juicio con escabinos, mezclar un par de ciudadanos legos controlando a los jueces técnicos y votando. De cualquier manera eso funciona sólo en los casos graves, nuestro problema no son esos casos, sino los de gravedad media y sobre todo menor. Es la justicia correccional la que está atascada y no la de mayor cuantía o gravedad.

-¿Por qué cree que la mayoría de la población carcelaria del país es de escasos recursos?
-Porque nuestra sociedad es muy estratificada y, por lógica, nuestro sistema penal muy selectivo.

-¿Cómo calificaría la relación de la justicia con el poder político?
-El poder judicial también es político. ¿Acaso no es una decisión de gobierno, y de las más importantes, declarar la inconstitucionalidad de una ley? No se debe confundir poder político con poder partidista, son dos cosas distintas: el poder judicial es político, gobierna también la Polis, sólo que no es partidista.

-¿Qué medidas deberían tomarse para darle credibilidad a la justicia argentina?
-No lo sé, tampoco me importa. Lo importante es que funcione mejor cada día. La credibilidad es una cuestión coyuntural. A la larga, si funciona mejor, la gente confiará más. No se “cree” en la justicia, se “cree” en Dios. La justicia es un servicio, si mejora, será más confiable. Lo importante es eso, que mejore su funcionamiento y la calidad de sus respuestas.