Taller experimental de construcciones
en la FAUD
Construir en serio la
propia vivienda
En la Facultad de Arquitectura de la
UNSJ se desarrolla un taller para la autoconstrucción
de bóvedas. Se trata de un sistema de edificación
de viviendas que apunta a la población de bajos recursos
y que permite la participación desde niños hasta
ancianos en las tareas.
El propósito del Taller
Experimental de Construc-ciones es el mantenimiento de la
calidad e identidad culturales y de la elevación del
nivel de vida sobre condiciones de pobreza extrema, a través
de tecnología apropiada y apropiable, que se vincula
con la arquitectura para los pobladores. La idea
es la autoconstrucción, y el proyecto se está
desarrollando un en el ámbito de la Facultad de Arquitectura,
Urbanismo y Diseño (FAUD) de la UNSJ.
Los argumentos relacionados a la investigación, desarrollo
y realización de los sistemas de autoconstrucción
son autoría del doctor arquitecto Carlos González
Lobo (Universidad Nacional Autónoma de México),
quien, invitado por la FAUD, participó en San Juan
en septiembre pasado del desarrollo del sistema de autoconstrucción
de bóveda de hormigón armado sin encofrado,
denominado “Bóveda Huanacache”. Esto se
realizó durante las 2° Jornadas Interdisciplinarias
de Teoría del Habitar “Habitar el Oasis”
y 1º Jornada ALTEHA (Asociación Latinoamericana
de Teoría del Habitar).
Para la población frágil
El sistema mencionado consiste en el
desarrollo de una bóveda de cañón corrido,
con una estructura que combina arcos y vigas de borde, rollizos
de eucaliptos de pequeña sección, con una malla
de hierro sobre la que se vinculan paños de metal desplegado.
Las piezas armadas y vinculadas en el piso fueron montadas
y ancladas sobre cuatro columnas existentes. En estos momentos
se está concluyendo el apuntalamiento de la bóveda
y el encofrado de las vigas de borde, para luego iniciar el
hormigonado de la cubierta con material de bajo revenimiento
que se colocará sobre el metal desplegado.
González Lobo comenzó a de-sarrollar diversos
sistemas constructivos ligados a una visión personal
que contempla la necesidad del grupo mayoritario de población
pobre que construye con esfuerzo, de manera desordenada, caótica.
Estos sistemas parten de la forma de una cubierta abovedada
como lógica para conseguir una mayor rentabilidad espacial
y una reducción considerable de los materiales y en
los recursos empleados, puesto que la cubierta resiste por
la forma y no por acumulación de materiales.
Ventajas
Este sistema permite abaratar el coste
del encofrado de la cubierta, sin tener que elaborar encofrado
especial para sostener las bóvedas durante su fraguado.
Más aún, con la forma de la bóveda, se
consigue un encofrado mínimo indispensable. Además,
permite la participación de hombres, mujeres, ancianos
y niños que no pueden intervenir en sistemas tradicionales
de construcción. Por otra parte, las bóvedas
cumplen con la apropiación por parte de los usuarios
de la tecnología empleada para la construcción
de las cubiertas.
Una vez aprendido el sistema, los usuarios son capaces de
reproducir la tecnología aprendida.
La obra de profesores
y alumnos El
desarrollo de esta experiencia, coordinado por los arquitectos
Roberto Gómez y Leonardo Maria en los aspectos
administrativos y Carlos Herrera y Horacio Quiroga (docentes
e investigadores de la FAUD) en aspectos organizativos
y técnicos, fue posible gracias a la participación
de alumnos de la FAUD, quienes se convierten en actores
determinantes para la continuidad del proyecto y para
desarrollos futuros. |
Interés social
El sistema de autoconstrucción
de bóvedas apunta a la toma de conciencia sobre
la imprescindible relación ideación –
materialización y a las posibilidades de aplicación
de estos sistemas de cubiertas de bajo costo para viviendas
de interés social. |
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