La desmesura de la política: el desafío de no caer en la hybris

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Los griegos advertían los peligros de la “hybris” en la humanidad, pero en la Argentina esa advertencia parece no tener el peso necesario. La hybris puede traducirse como desmesura del orgullo y la arrogancia que lleva al caos. Referencia a un intento de transgresión de los límites impuestos por los dioses a los hombres y mujeres mortales y terrenales.

Por Belén Ferrer

La religión griega ignoraba el concepto de pecado tal como lo concibe el cristianismo, por lo que la hybris se consideraba la principal falta. Según el profesor, investigador y politólogo de la UNSJ, Oscar Pedro Rivero, la hybris en la política argentina radica principalmente en la falta de mesura, que no es solo argentina, sino mundial. Para explicar esto, Rivero habla de la política normativa: “La hybris vendría a ser la desviación de la norma en términos de valor del buen orden político. Para los griegos el orden político existe, hay una ley que ordena la diversidad de las partes de un todo de tal forma que hace posible la convivencia de la diversidad y la pluralidad en la unidad, que hace viable la moderación de las intensidades de las fuerzas que componen esa diversidad. A esa ley de orden de lo político, Aristóteles, Platón y Sócrates la llamaban “Eudaimonia”, que es equivalente a ‘armonía’. Para que sea posible una convivencia de la multitud humana, hay que tener en cuenta que la multitud está compuesta por individuos, y esos individuos forman parte de grupos o asociaciones que tienden a satisfacer sus propios intereses. En la convivencia de esos intereses surgen contradicciones y para que sea posible la existencia de un orden colectivo deviene necesario el modo de disponer adecuadamente de las partes en el todo y esa correcta disposición, para que sea posible, es el valor de la armonía. También lo decía Perón en su doctrina, que la armonía tenía que estar para asegurar la preservación de la vida y de la comunidad política para no caer en la guerra. Toda falta a esa moderación, toda desmesura y todo alejamiento de ese justo medio que hablaba Aristóteles conlleva necesariamente a una crisis, o una desestabilidad en el sistema como se diría contemporáneamente”.

Rivero afirma que la hybris es una posibilidad latente en cualquier comunidad: “Debemos caer en la cuenta de que los discursos que afirman que esto es algo propio de la Argentina son producto de discursos simplistas e ingenuos y también son parte de un discurso ideológico que pretende sembrar la idea de una especie de autopercepción de que somos fracasados, y no es así, es un problema de la humanidad. Los estados de los órdenes políticos son provisorios, como dice Laclau porque cambian las posiciones de los sujetos”. A este posicionamiento, el entrevistado lo desgrana en una obra que llamó “Análisis Político”.

Para Rivero, la sociedad posmoderna parte de otra visión de la realidad que no tiene nada que ver con el análisis normativo en el marco del cual se inscribe el concepto de hybris o desmesura y por tanto la ley de la armonía y del orden: “En la actualidad se descree de la existencia de un orden, se considera que hay un caos por lo tanto nada tiene un sentido propio y crece en el supuesto de la ausencia de fines de valores, de normas, de leyes morales. Por tanto, se le habilita a la acción el despliegue de forma tal que se oriente a la finalidad que le sea propia a un grupo o a un sector presumiendo que arriba de esto no hay ninguna norma ni ley que lo obligue a ceñirse. Así, nada es susceptible de ser mesurado porque eso derivaría a una mirada esencialista y conservadora de las cosas. Ese es el problema de la posmodernidad, que hay una cosmovisión en la que hoy se puede hacer todo, que no hay límites y que todo limite implica un acto de cobardía o de prohibición caprichosa o arbitraria y eso es lo q se considera para algunas teorías el discurso hegemónico”.

Camino al ballotage, queda analizar si lo que le conviene a Argentina debe estar enmarcado en la mesura o en esa idea de “libertad” extrema en lo que todo vale y nada importa, en lo que los discursos de derecha se enmarcan.

Si creemos que la Argentina debe ser una Nación que promueva el bienestar de su ciudadanía tanto en lo económico como en lo social, no debemos dejar de criticar hacia adentro para vislumbrar en qué se tiene que trabajar como propuesta partidaria desde el Peronismo y, a su vez, no dejar que la desmesura de las ideologías de derecha se convierta en el pensamiento que lidera.

Sin justicia y sin posibilidades de mesura, la hybris genera resentimiento social en ambos lados de la grieta. Resentimiento que, a su vez, se recicla en más hybris, renovando periódicamente el círculo vicioso de la trágica política argentina, circulo que se viene repitiendo en la historia de nuestro país y en la historia mundial.

Héctor Ricardo Leis y Eduardo Viola afirman que los gobiernos que viviendo en democracia son guiados por la hybris tiene dos horizontes posibles para continuar su acción: el de una guerra civil o el de la eliminación de la propia democracia. Si bien el dilema argentino hoy no es democracia o dictadura, no podemos obviar el hecho de que dentro de los mecanismos democráticos hay una opción que avala todas las políticas dictatoriales y niega los hechos atroces que cometieron. Por tanto, según estos autores queda “producir una reconciliación, en donde todos puedan sentirse reconocidos como una parte genuina de la nación, o continuar soportando la hybris que convoca a todos cíclicamente para la tragedia”.

¿Qué calmaría la desmesura de las propuestas liberales? Un gobierno de unidad, en donde la justicia social sea el horizonte. Pero para eso también se necesita una crítica hacia adentro de los errores que cometieron las acciones políticas recientes y que hicieron creer al 30% de las y los argentinos que la salida está en la desmesura.

Los 9 Pecados Capitales de la Democracia

Para recomendar, en una suerte de versión moderna de este concepto de hybris, Pedro Saborido y Alejandro Grimson enumeran, en un podcast original del Futurock, los 9 pecados capitales que cometió y comete la democracia, es decir, aquellas acciones, emociones y situaciones que erosionan las bases del pluralismo, la libertad y la convivencia pacífica, amenazándola y contribuyendo al crecimiento exponencial de las derechas extremas en Argentina y el mundo.

En el podcast enumeran la xenofobia, la envidia y resentimiento, las deudas de la democracia, la misoginia, el racismo, odio político, violencia política, apatía y la aporofobia como las principales causas por las que la democracia está debilitada, entender esto no solo permite estar atentos a los errores que se cometen como gobierno sino también estar preparados para presentar batalla a un fenómeno que no sólo acontece en Argentina sino en todo el mundo.