La Cruz del Sur

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Los colonizadores de esta región a la que llamaron San Juan de la Frontera la fundaron al Sur de lo que era el cauce del actual Río San Juan, en algún punto sobre el que aún, dicen los historiadores, hay indefiniciones sobre su exacta ubicación. De lo que sí hay más certezas es de que, luego de ser clavada la cruz fundacional en ese punto, su influencia trascendió.

Por Fabián Rojas

Imágenes: Paula Farías

Después de la Fundación de la Ciudad de Resurrección (Mendoza), Juan Jufré emprendió viaje hacia el Norte y llegó al Valle de Tucuma, Tulún o Tuluma, donde, como dice Horacio Videla en su “Historia de San Juan”, “fundó en representación del ‘muy ilustre señor Francisco de Villagra, mariscal, gobernador y capitán general de los reynos de Chile y a nombre del rey de Castilla don Felipe II’ una ciudad que designó ‘San Juan de la Frontera’, en honor del santo patrono del fundador, y por encontrarse en la frontera con el Tucumán”. Eso fue el 13 de junio de 1562, “‘en este asiento y valle de Tucuma, provincia de los Guarpes, que es de esta otra parte de la Gran Cordillera Nevada, en la margen derecha del torrente llamado por los naturales ‘de Tucuma’”, dice Videla, en su cita del texto de la Fundación.

¿Se sabe de dificultades al momento de la fundación?, le consulta Revista la U al historiador Francisco Ceballos, profesor de Historia en la UNSJ. “Las dificultades fueron reunir las huestes o el grupo de soldados o empresarios que venían desde Chile para la refundación de Mendoza y posteriormente la Fundación de San Juan, liderado por Juan Jufré. Segundo, los accidentes geográficos de la Cordillera, el frío. Tercero, una dificultad muy importante va a ser el tema de la comunicación con las comunidades, las poblaciones indígenas. En eso van a colaborar mucho quienes pronto pudieron ir estableciendo relaciones y vínculos: los evangelizadores, los misioneros que llegaban al lugar. Y una cuarta: dónde hacer la Fundación de San Juan, si en la margen norte o en la margen sur del río. Se terminó eligiendo la margen sur, como buscando, en el caso de una rebelión, una reacción indígena, que rápidamente los conquistadores pudieran trasladarse a Mendoza”, dice.

El punto

Además de aspectos de la Fundación y de los problemas que atravesaron Jufré y compañía, la historia manifiesta que las continuas inundaciones obligaron a trasladar la ciudad desde el Norte hacia el Sur, a su actual emplazamiento. Pero ¿desde dónde?, ¿dónde fue fundada San Juan? ¿En la esquina de Tucumán y Corrientes, donde hay un monolito que recuerda la Fundación? ¿En la actual Plaza Juan Jufré, en el llamado Pueblo Viejo? “Hay que recordar que la Fundación es la colocación de un palo con un rollo de justicia, y eso no necesariamente indica que en ese lugar se haya hecho la Fundación; además hubo muchas inundaciones que significaron pérdidas de referencias”, advierte el historiador y docente de la UNSJ Eduardo Carelli. Y agrega: “No se sabe dónde fue la Fundación de San Juan, se han hecho diferentes estudios, pero ninguno ha llegado a una conclusión certera. Ese monolito (en Corrientes y Tucumán) fue realizado únicamente como referencia, sobre todo como referencia educativa -enfrente hay una escuela-. Hace años se hizo una comisión de historiadores notables para resolver el lugar de la Fundación y no se llegó a ninguna conclusión. Seguramente con nuevas tecnologías y fotos satelitales se podría llegar a establecer algún tipo de aproximación”.

De todas maneras, Eduardo Carelli dice que, si hubiera que situar un punto, un lugar, sería dentro de “un arco muy amplio que va, en las márgenes del cauce viejo del Río San Juan –el cauce luego se corrió más hacia el Norte-, desde la calle Salta hacia el Norte, hasta incluso el límite con Santa Lucía».

Francisco Ceballos alude que “tradicionalmente la historiografía hace referencia a la intersección de la calles Tucumán y Corrientes”. Pero suma que hay autores quienes sostienen que el sitio fue en cercanías a los esteros de Zonda, “que es donde estaban asentadas algunas comunidades indígenas, en este caso, Warpes, y coinciden que fue en la margen sur del río”, remarca.   

Un antes y un después del sismo

   Entre los temas más recurrentes, cuando se habla de San Juan, están los sismos. Sobre todo, lo grandes sismos, como el terremoto de 1944. Tal vez sean sucesos que han marcado incluso formas de ser, el ser sanjuanino. Francisco Ceballos sostiene que hay como un antes y un después para aquella época colonial, y es fruto del sismo. “Las personas mayores, sobre todo, hacen referencia a un San Juan frío, distante, que no es la ciudad acogedora que era en lo previo al terremoto de 1944”, desliza.

Continuidades

   La obra “Nueva Historia de San Juan”, del Instituto de Historia Regional y Argentina “Héctor D. Arias” de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ, recuerda que la evangelización y adoctrinamiento de la fe católica “fue un permanente fundamento empleado por la Corona en la conquista y colonización española”. Hablando de esta región, el texto señala: “La Diócesis de San Juan de Cuyo fue instituida el 19 de septiembre de 1834 por el Papa Gregorio XVI, siendo la primera diócesis argentina, con obispo criollo que se erigió en el país después de la Independencia Nacional. Luego el libro refiere que, hasta llegado el siglo XIX las Iglesias y Parroquias “representaron un papel importante no sólo en el aspecto evangelizador sino también como centros aglutinadores de población (…)”. Además, menciona que, desde la época de la colonia, Iglesias y parroquias también ya “concentraban a la comunidad a través de las diferentes fiestas religiosas y tenían a su cargo (…) la instrucción de los jóvenes”.

    El Sanjuaninazo, en 1995, fue una gran explosión política, económica y social en la provincia: en un contexto de políticas neoliberales, a trabajadores y trabajadoras se les bajó el salario. Ceballos es autor de un estudio sobre ese corto estallido que hubo en San Juan. En esa crisis, inscripta tal vez para siempre en la historia local, la Iglesia tuvo protagonismo. “Ahí fue la mediación social que tuvo la Iglesia, una participación importante en la resolución de un conflicto que desbordaba por todos lados”, refiere. Su trabajo dice que el Sanjuaninazo dejó profundas huellas en la sociedad respecto a los reclamos laborales y la reivindicación de derechos adquiridos por la ciudadanía.

  “Pero a nivel histórico –continúa el historiador- hay muchas instancias donde la Iglesia Católica tiene una injerencia en el desandar político. Por ejemplo, un conflicto del año 1857, entre Francisco Díaz, que era el gobernador, y la designación de algunos capellanes; o en el conflicto de la famosa Carta de Mayo, que en uno de sus artículos establecía la libertad de culto y eso generó una reacción desmedida por parte de los sectores más conservadores tradicionales, vinculados a la Iglesia Católica y terminó con el fin del gobierno de Del Carril.

Entonces, hacia atrás hay dudas sobre el punto exacto en que se clavó la cruz de la Fundación colonizadora. Pero hacia adelante, «la cruz» jamás dudó en trascender y estar siempre, hasta este presente.