Lo que nació en el sismo

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A chicos y chicas de Pocito el último terremoto les dañó el edificio de su escuela. Investigadoras de la UNSJ trabajaron luego con esas infancias y surgieron relatos literarios que operan como herramientas para el manejo del riesgo. Uno de ellos, “Lo que me pasó en el sismo”, fue premiado en el concurso San Juan Escribe. Hay un impreso de la obra, pero el equipo busca ayuda para imprimir más y trabajar con otras escuelas.

Por Fabián Rojas

El trabajo de las investigadoras que llegaron a la Escuela Primaria Tierra del Fuego de la zona de El Abanico, localidad de la Rinconada, en Pocito, se denomina “Mira dónde pisas: Estrategias para el manejo del riesgo desde el contacto con el medio físico”. Se trata de un proyecto interno de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) de la UNSJ con el que trabajaron en 2022 junto a chicas y chicos de cuarto y quinto grados de esa institución escolar cuyo edificio sufrió serios daños por el terremoto de enero de 2021. Por eso, luego debió ser demolido y niños y niñas asistieron el año pasado a clases en módulos hasta estrenar, finalmente, nueva escuela. 

Mira dónde pisas

   Lo que buscó el equipo de mujeres de la geología, la arquitectura y estudiantes de Diseño Industrial y Diseño Gráfico, integrado por Aixa Rodríguez, Romina Sales, Agostina Grígolo, Flavia Tejada, Romina Naranjo, Alejandra Albarracín y Valentina Alday fue conectar a esas infancias de Pocito “con el medio donde viven para para potenciar la resiliencia frente a situaciones de riesgo de desastres, adaptando el conocimiento científico al lenguaje escolar”, dice el proyecto que fue presentado por el Instituto Regional de Planeamiento y Hábitat (IRPHa – CONICET).

“Llegamos a esa escuela porque la idea del proyecto era trabajar con las comunidades cercanas al piedemonte, que poseen un grado de vulnerabilidad mayor frente a las amenazas. Esa escuela está a mil metros del piedemonte, cerca de las cuencas por donde baja creciente, y fue una zona con gran daño a causa del sismo, las viviendas allí eran muy precarias. Cuando fui a pedir permiso y comentar de qué trataba el proyecto, su directora Beatriz Altamirano nos autorizó a trabajar y para ello tuve que presentar un documento en el Ministerio de Educación para autorizar nuestra entrada, porque debido a la pandemia era bastante restringida. Tanto Bety como la supervisora pensaron que era una buena oportunidad para la comunidad de estudiantes, ya que el sismo afectó fuertemente a esa zona”, cuenta la Dra. en Ciencias Geológicas Aixa Rodríguez.

La canción que explica

   De esta manera, la puesta en marcha de talleres como “Conociendo las amenazas”, “La creciente”, “El Sismo”, “La Sequía”, “Viento Zonda” y “Mochila preventiva” operaron como traspaso de conocimiento científico a lenguaje escolar. Un ejemplo de ese traslado de saberes lo expone la geóloga Rodríguez: “‘Conociendo las amenazas’ fue trabajar las amenazas naturales mediante una obra de títeres, donde dos cabritas sanjuaninas cuidaban su casa con unas uvitas. Aparece en la escena un puma, que va generando diferentes amenazas como crecientes, sismos. La obra fue escrita por nosotras y se suma una canción que va explicando en cada estrofa a qué nos referimos con cada término. Las infancias la aprendieron y tararearon hasta el último o día. En una de las estrofas se habla de un tema muy vigente como la sequía y dice: ‘Animales y plantas no me soportan – El agua se agota, la gente se enoja – Nuevas medidas deberían adoptar – Para la poquita agüita se pueda aprovechar – Cerrar bien la canilla – A usted ayudaría – Adivina ¿quién sería? – Soy la Sequía’”.

El temblor y las letras

    Con los resultados de uno de los talleres, “El Sismo”, el equipo interdisciplinario de investigadoras presentó un ensayo en el Concurso Literario “San Juan Escribe Premio Jorge Leónidas Escudero 2022”, organizado por la Cámara de Diputados de San Juan. Con el título “Lo que me pasó en el Sismo”, obtuvo el segundo lugar en la categoría narrativa de Ensayos.

“Realizamos un concurso de escritura en el que (chicos y chicas de la escuela) participaron con interacciones como entrevistas entre compañeros y compañeras, algunas investigaciones, y nos tomamos tiempo para trabajar con ellos además las partes de la narración, a través de lo cual se escribieron relatos y cuentos”, describe Aixa Rodríguez.

Llegar a otros establecimientos

El 18 de mayo pasado las investigadoras recibieron un ejemplar impreso de la obra “Lo que me pasó en el Sismo”.  “Fue una cortesía porque, en realidad, tendremos más adelante un Ebook (libro en formato electrónico o digital), pero estamos buscando fondos para lograr tener más ejemplares impresos, establecer convenios con Educación, etcétera, para que la obra pueda trabajarse en los establecimientos”, comenta Rodríguez.

Entrega de nuevo TV. En el centro, la directora de la Escuela, Beatriz Altamirano, con su nieta. A la izquierda, la estudiante de Diseño Industrial Alejandra Albarracín. A la derecha, la Dra. Aixa Rodríguez junto a su hija.

Aparte de la publicación, el premio del Concurso Literario “San Juan Escribe Premio Jorge Leónidas Escudero 2022” consistió en dinero. Con esos fondos las investigadoras compraron un televisor y lo donaron a la Escuela Tierra del Fuego. El sismo también había destruido el aparato que tenían. 

 

Benicio y la voz de la Tierra

   En el relato “La Voz de la Tierra”, Benicio (representante de las infancias de la Escuela Tierra del Fuego de Pocito) dice: “No quiero que la Tierra nos asuste con terremotos, ni aluviones, ni cambios climáticos bruscos para hacernos entender que ya no quiere que ensuciemos sus ríos, que quememos basura…”. Es importante, sí, que haya muchos “Lo que me pasó en el Sismo” para que continúe en más escuelas.

 

 

Hacia la extensión 

Parte del equipo de investigadoras: A la izquierda, Alejandra Albarracín, Flavia Tejada y Aixa Rodríguez.
A la derecha, Romina Naranjo y Agostina Grígolo.
En el proyecto interno de la FAUD “Mira dónde pisas: Estrategias para el manejo el riesgo desde el contacto con el medio físico” participaron la Dra. Aixa Rodríguez, la Dra. Romina Sales, la Lic. Agostina Grígolo, la Dra. Flavia Tejada, la Arq. Romina Naranjo, y las estudiantes Alejandra Albarracín y Valentina Alday
“Como el proyecto terminó el año pasado, estamos trabajando para ver si podemos enmarcar esta etapa dentro de la extensión de la Facultad”, explica Aixa Rodríguez.