Un Repositorio para esos documentos de la Historia cósmica

El Instituto de Ciencias Astronómicas de la Tierra y del Espacio (ICATE), con doble dependencia UNSJ – CONICET, es Repositorio Nacional de Meteoritos, piezas que contribuyen al conocimiento del devenir del Sistema Solar. La colección tiene reconocimiento internacional. El otro repositorio está en La Plata. El ICATE es la única unidad científica de Argentina en que se clasifican esos materiales.

Por Fabián Rojas

El Instituto de Ciencias Astronómicas de la Tierra y del Espacio (ICATE), unidad doble dependencia UNSJ – CONICET, ya es Repositorio Nacional con reconocimiento internacional de piezas de meteoritos, esos fragmentos cósmicos que caen y cayeron a la Tierra desde el Espacio y que dotan a la comunidad científica de pistas para el conocimiento de la Historia cósmica. La Institución fue aprobada como tal a fines de 2021 por el Comité de Nomenclatura de la Sociedad Meteorítica (en inglés, Meteoritical Society). “Esa es la Sociedad en la que está la base de datos de todos los meteoritos del mundo. Ellos dan el visto bueno para que una colección sea considerada repositorio. Desde ese momento es que las piezas de meteoritos encontradas en Argentina y clasificadas aquí, pueden quedar formando parte de la colección”, explica la doctora María Eugenia Varela, investigadora del CONICET y directora del ICATE, Instituto de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ.

Protección
Esta unidad de investigación, que cuenta con 56 ejemplares de meteoritos condritos (rocosos, los más comunes) y acondríticos (de rocas ígneas) y numerosas secciones pulidas y delgadas de ellos se ha convertido así en el segundo repositorio del país, ya que el primero fue el Museo de La Plata. “A ese repositorio lo propusimos desde acá, desde el ICATE. Tiene una muy buena colección de meteoritos. ¿Para qué lo hicimos?, para evitar que los meteoritos tengan que salir del país y queden depositados en otra institución fuera de Argentina, porque la Meteoritical Society exige que vayan sí o sí a una institución que los proteja. Los repositorios cumplen la función de cuidar las rocas de meteoritos y que sean intercambiables entre distintas instituciones a nivel internacional. Tienen la obligación de proteger los trozos que se denominan espécimen tipo, los cuales no se pueden modificar; son legados para generaciones futuras”, señala Varela. Por ejemplo, en el ICATE se encuentra el Meteorito Santa Lucía, que cayó en ese departamento sanjuanino en 2008.

Especímenes
Las muestras de meteoritos que hay en estos repositorios tienen diferentes tamaños y pesos. “Lo mínimo son veinte gramos si es un objeto de medio kilo, más o menos. En el caso de ser objetos muy chiquitos, se pide un veinte por ciento de él. Hay normas establecidas internacionalmente sobre cuánto debe dejarse como espécimen tipo. Sobre el resto material se puede seguir trabajando, pero el espécimen tipo no se toca más”, detalla la Directora.

Caídos del cielo
¿Cómo hace una persona no especializada en estos temas para saber si está ante una roca meteorítica? “Normalmente puede verse un color oscuro en la superficie de la roca; tal vez puede ser bien pesada, más pesada que una roca común. Hay mucha gente que se conecta con nosotros a través de nuestra página o recibimos correos con fotos de los objetos. También consultan a algún instituto de astronomía o geología -indica Varela-, pero luego derivan acá, porque las universidades saben que es aquí donde se clasifica”. El ICATE es el único lugar de Argentina en que se clasifican los meteoritos y se envían para ser aceptados a la Sociedad Meteorítica Internacional, con sede en Estados Unidos y fundada en 1933 para promover la investigación y la educación de la ciencia planetaria. 

Cofres de información

A María Eugenia Varela le gusta ensayar una analogía para describir la importancia de los meteoritos: «Son como cofres que utiliza la nebulosa solar (nube gigante de polvo y gas que originó el sistema solar). En los cofres se guardan las cosas valiosas y sólo cuando se abren se puede ver lo que se ha guardado en su interior. Esto mismo sucede con los meteoritos: hay que abrirlos, cortarlos e investigarlos. Ahí es cuando se pueden buscar distintos secretos que guardó la nebulosa solar en el interior de esas rocas tan primitivas».     

 

Imagen de portada: Meteorito Santa Lucía, caído en ese departamento de San Juan el 23 de enero de 2008