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Edición Nº 58 - Año IX - Octubre de 2012    

PROYECTO PARA JÓVENES EN SITUACIÓN SOCIAL VULNERABLE

Cuando la filosofía da batalla a la exclusión

El proyecto "Filosofía para la inclusión", del Instituto de Filosofía de la UNSJ, trabaja con jóvenes de escuelas nocturnas para romper visiones de mundo con las que se autoexcluyen. También apunta a que los docentes erradiquen ciertos lugares comunes de la enseñanza con los que refuerzan ideas negativas en los jóvenes.

Por Fabián Rojas

Existen adolescentes y adultos jóvenes en situaciones sociales vulnerables y de exclusión que intentan sobreponerse a esa realidad apostando a la educación. Es decir, personas a quienes no les hizo mella su edad y se decidieron a terminar su formación primaria, generalmente en horarios nocturnos. No obstante, ahí mismo subyace una situación de autoexclusión en ellos. "Ahí se da esa concepción de que van a la escuela para convertirse en 'alguien', como si no lo fueran ya, o no lo fueran por sí mismos. Además, tienen una autonegación de posibilidades para su vida futura, por ejemplo, ni se plantean ir a la universidad, a la que la suponen absolutamente 'vedada' como expectativa", explica la profesora Analía Ponce, quien dirige el proyecto denominado "Filosofía para la inclusión", ejecutado desde el Instituto de Filosofía de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ.

La autoexclusión maldita

El proyecto sostiene que la exclusión no radica ni exclusiva ni unilateralmente en la carencia de condiciones materiales, sino también en el entramado simbólico-discursivo que la naturaliza, justifica, permite y sostiene. Por ello arguye que hay que oponerle una fuerza, también simbólica - discursiva, capaz de "agrietar" el sistema y permitirles a los jóvenes repensar sus propios proyectos de vida.
Otro diagnóstico es que en esa franja social llamada marginal y principalmente en los denominados "adolescentes y menores en riesgo", existe un fuerte componente que condiciona su desempeño en ciertos sectores sociales, laborales y su proyecto futuro. Ese componente está formado por el binomio exclusión - autoexclusión. De estos dos términos, la autoexclusión es la más grave porque está asimilada de forma natural a la vida de ese grupo y a una serie de prohibiciones que son tomadas como "normales" por esa franja.
"La autoexclusión se da también en la idea de que existe una escala social inmodificable e incuestionable, en la cual ellos no están, obviamente, ocupando lugares de privilegio. Nosotros le llamamos 'esencialismos', ya que se piensa y se actúa como si el orden social estuviera establecido de una vez para siempre, expresándolo en formulaciones del tipo 'así es'. También la autoexclusión se cristaliza en la percepción de que su origen sociocultural económico y hasta geográfico es identificado fácilmente, aunque lo traten de disimular", afirma Analía Ponce.

Corregir a los docentes

Las escuelas primarias nocturnas de Educación de adultos son el marco donde se desarrolla prioritariamente este Proyecto de investigación y extensión (ver aparte En terreno). Por ello, no sólo toma a los jóvenes para, a través de la filosofía, procurar deshacer ciertos lugares comunes que llevan a situaciones de marginalidad. También apunta a docentes y directivos para redefinir miradas porque, sostiene el proyecto, ellos mismos refuerzan inconscientemente las situaciones de exclusión. "Se dan distintos casos. Por ejemplo, muchas veces tratan a los alumnos con cierta indulgencia y permisividad, como si no pudieran aprender igual o tanto como los jóvenes de otros sectores sociales. También se da que aplican el curriculum de escuelas diurnas para niños de manera cuasi idéntica, sin hacer reelaboraciones según edades, situaciones sociales, etc. Por ejemplo, en vísperas de los festejos de la Revolución de Mayo, la tarea áulica consiste en dibujar y pintar el Cabildo", dice, asombrada, Analía Ponce.

Contame de tu mundo

El proyecto dispone de talleres para ayudar a los jóvenes a cambiar su visión de mundo. "Primero que nada, les 'devolvemos la palabra', como dice Paulo Freire. Buscamos que puedan narrar su mundo desde su propia concepción de vida sin juzgarlas desde parámetros moralistas ni desde el saber hegemónico y escolarizado", señala la profesora Ponce. Pero además, la idea es también mostrar alternativas, aunque se valoren como legítimas sus propias experiencias de vida: "Formulamos actividades que apunten a pensar el futuro para que puedan decidir por sí mismos –comenta Ponce-, sustrayéndose a los automatismos o a las manipulaciones interesadas que los convierten en sujetos exclusivamente de consumo".

Conversaciones críticas

El gran objetivo que se propone el Proyecto "Filosofía para la inclusión" es construir herramientas críticas que permitan desmontar los mecanismos de autoexclusión y que apunten a la valoración de las propias características culturales de los jóvenes, posibilitando la inclusión de alternativas disponibles en su proyecto de vida. Así, a través de "conversaciones", se pone en duda sus nociones sobre lo "normal y lo anormal". Además, se realizan ejercicios de representación de situaciones que impliquen injusticias, de atropellos a sus derechos, para discutirlas con ellos introduciendo elementos que provoquen al diálogo primero y a la incerteza luego, para poder volver a pensarlas juntos. Otras acciones son buscar contraejemplos de situaciones que se plantean como "naturales" y analizar publicidades, porque este proyecto considera que la exclusión y la autoexclusión en jóvenes de sectores en riesgo social es generada por una visión de mundo que, impuesta hegemónicamente y con una concepción antropológica empobrecida, provoca la avidez de consumo principalmente propugnada por los medios de comunicación.

Contra el establishment

El trabajo con los docentes también incluye líneas profundas sobre conceptos e ideologías muy arraigados. "Provocamos una situación de desequilibrio respecto de las nociones más generalizadas y extendidas entre los agentes del magisterio, por ejemplo la meritocracia, la igualdad / diversidad, los esencialismos de todo tipo, sobre todo aquellos que justifican el orden social, la psicología de la 'autoayuda', etcétera", describe la profesora en Filosofía Analía Ponce.

Proyecto: Filosofía para la inclusión
Tipo: Investigación - Extensión
Unidad de ejecución: Instituto de Filosofía - FFHA - UNSJ
Directora del proyecto: Prof. Analía Ponce
Co-directora: Prof. Analía Puchetta
Integrantes colaboradores: Martina Victoria, Paúl Femenía, Sabrina Reinoso, Graciela Quiroga, Esteban Vergalito, Ruth Colombi, Dolores Córdoba, Lilia Noé y Fernanda Benítez.

 

En terreno

Consiste en un espacio institucional de extensión y el Proyecto "Filosofía para la inclusión" llega actualmente a las escuelas nocturnas para Adultos "Tambor de Tacuarí" y "Sarmiento"; además de trabajar en el Centro de Inclusión y Promoción social "Otro Mundo", de Rawson.

Durante 2010 y 2011 realizó sus actividades en la Escuela John F. Kennedy, de Chimbas. En tanto, próximamente los profesionales del proyecto comenzarán a trabajar en el Centro Cultural y Social "Redes Solidarias", de Rivadavia. Por otra parte, el trabajo orientado a los educadores y directivos se realiza con docentes del Gran San Juan y de Capital. Capacitación que permite la exposición y el debate sobre los cuidados del agua como recurso natural escaso.

Temas de la cotidianidad

Los temas que el Proyecto "Filosofía para la inclusión" aborda respecto de la vida cotidiana de los jóvenes son, por ejemplo:
-Sus familias: muchos de ellos han sido abandonados por alguno de sus progenitores; un gran número también pertenece a familias ensambladas y hay varios que son madres y /o padres adolescentes.
-La escolaridad: todos se han reinsertado en el sistema educativo luego de años de no pertenecer a él.
-Sus trabajos: (generalmente precarios, escasamente calificados y sujetos a "contratos" laborales "en negro" cuando no a franca explotación, con los cuales tienen que articular la escolaridad y los tiempos de diversión)
-Sus gustos: musicales, de vestimenta, de programas de TV, de productos tecnológicos, generalmente manipulados por los mass-media.
-La sexualidad: para que la puedan ejercer con mayor conciencia de los riesgos y consecuencias y para que no sean objeto de abusos.
-La publicidad: que los convierte en consumidores pasivos de productos mercantiles; para poder visualizar sus propósitos no explícitos y poder elegir conscientemente entre sus propuestas.
-El poder: para que puedan conocer y ejercer sus derechos ciudadanos, abandonando la naturalización de las asimetrías sociales .

Maternidad

Uno de los principales ejes del proyecto tiene que ver con el abordaje de la condición de tener hijos. Esta condición es vista por las jóvenes como una situación vitalmente inexorable y no como parte de un proyecto de vida elegido libremente, lo cual limita sus posibilidades, además de generar familias disfuncionales y reproducir la estructura de pobreza. Incluir la maternidad como un proyecto de vida más permite a niñas y adolescentes la posibilidad de incluirse socialmente con una mayor equidad respecto al género masculino, dado que en este sector social la maternidad marca profundas desigualdades con el hombre.