edición 44
AÑO Vi Nº 44 | Septiembre 2009
Defensas sociales bajas
La Gripe A parece estar dando una tregua. Es posible entonces mirar algunas debilidades sociales que el virus sacó a la superficie.
TEXTO fabián rojas
ilustración Jorge rodríguez
¿Lo peor de la Gripe A ya pasó? No existen respuestas certeras ni unánimes. Especia-listas internacionales de la salud vaticinan que el virus de la Influenza A (H1N1) se quedaría dando vueltas por el globo unos cuatro años más. Por otro lado, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de la creación de la vacuna, la porción norte de este continente avanza hacia las estaciones más frías, meses en que el ambiente se torna buen caldo de cultivo para el virus de la pandemia.
Mientras tanto, en San Juan la situación habría ingresado en una meseta. La cantidad de consultas por síntomas respiratorios, según fuentes del Ministerio de Salud de la Provincia, ha disminuido en forma considerable. Aunque también se especula con un “repique”, es decir, un nuevo pico de aparición de casos. Los datos indican que nadie puede relajarse del todo. Pero, para cuando el virus retroceda hasta ese punto en que la vida o la muerte no dependan de él, hay cuestiones que quedan pendientes. Cuestiones sociales que la propia Gripe A parece haber sacado a la superficie.

La no acción y el mercado

Varias investigaciones revelan que parte del universo científico había anticipado la inminencia de una pandemia. Sin embargo, las autoridades sanitarias de todo el mundo no parecen haber tomado nota en su debido tiempo en pos de la prevención. De allí, las frecuentes sospechas sobre la especulación mercantil en torno a la pandemia. “No es que desconozca el tema, pero me parece que, aunque esto haya sido una maniobra especulativa, este no es el momento de analizar el origen del problema, sino de atacar las consecuencias. De todas maneras este mercado multinacional tiene un amplísimo poder”, sugiere la Dra. Frida Cappato, titular de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Provincia.
El director de Le Monde diplomatique, España, Ignacio Ramonet, publicó en ese medio un artículo en el que atribuye la responsabilidad del mal a grandes multinacionales, instaladas en México, productoras de carne de cerdo. De su denuncia también se desprende que existió anticipación del peligro. Afirma que en 2006 científicos de Estados Unidos lo habían advertido, y que tres años antes hizo lo propio la revista Science. En julio de 2008, el diario Página 12 publicaba una nota sobre el monopolio del laboratorio Roche con su medicamento Tamiflu, y afirmaba que “en caso de desatarse la pandemia de gripe –cuya probabilidad ha anunciado la OMS–, su uso sería la mejor arma para contener la enfermedad durante el lapso, terrible, que mediará hasta la producción de una vacuna”.
Hubo avisos, sin embargo las señales de alerta sonaron cuando se instaló la muerte. “El aspecto más importante es la prevención. Fue en esta emergencia que todos los baches empezaron a surgir”, saca en limpio Frida Cappato.

La comunicación

El sistema de comunicación social no fue inmune al virus. Desde la vereda de los comunicadores se acusa a los organismos sanitarios por su reticencia a proporcionar con celeridad información sobre el avance de la gripe. De hecho, en San Juan, periodistas consultados por esta revista se quejaron por la “falta de voluntad” en las autoridades para facilitar información en forma diaria. “En los momentos de pico de la enfermedad, siempre los funcionarios tenían apagados sus celulares. Después argumentaban que no tenían información nueva, y que por eso no atendían los llamados”, dice un periodista de un medio gráfico. Por su parte, Frida Cappato señala que “los medios siempre tuvieron una predisposición por los números, por los rankings, por saber cuántos casos y cuántos muertos, y como a veces no dábamos datos porque primero los enfriábamos y los clasificábamos, para decir qué casos sí estaban confirmados, o cuáles estaban en proceso, se interpretó como ocultamiento”.
Desde otra posición, la licenciada en Psicología María del Carmen Rimondini se refiere al rol de los medios en estas circunstancias: “No se diferencia de lo que hacen últimamente, que es buscar en las noticias aquello que despierte la atención de la población más allá de su veracidad. La cantidad de tiempo y espacio que ocuparon las noticias sobre la pandemia ocultaron otros hechos también muy alarmantes y ansiógenos (crisis global, conflictos laborales, golpe de Estado), sobre los que no convenía anoticiar a la gente. Me pregunto si hoy el desplazamiento de la atención mediática a los temas habituales pretende ocultar la gravedad de la enfermedad o la incertidumbre que genera el no saber cómo va a seguir actuando este virus tan excéntrico”.

Psicosis o qué

En un soplo, la sociedad se volvió adicta al uso de barbijos, al alcohol en gel, se vieron conductas excesivamente individualistas ante las amenazas del virus y se respiró paranoia por doquier. “La palabra psicosis está usada en su acepción vulgar, como terminología científica está mal utilizada –alega María Rimondini-. Lo que en San Juan existió respecto de la pandemia es miedo, porque hay un motivo concreto para que se reactive el miedo fundamental del ser humano, que es el miedo a la muerte”. Y en medio de ese temor, también aparecieron las conductas contradictorias. Dice Frida Cappato: “Hubo que aclarar numerosísimas veces qué alcance tiene la protección del barbijo. Además, la gente creía que había que cuidarse sólo en el trabajo, hasta que se decidió otorgar las licencias. Pero en la tarde se veía gente en lugares de mucha concentración de público, sin barbijos, con sus niños. El miedo se instaló para algunas cosas, para otras no”. A su vez, la licenciada Rimondini remarca que “se suspendieron las clases en las escuelas y se siguió asistiendo a los espectáculos montados para la época de vacaciones, como si la diversión pudiera mantener distante el peligro de enfermedad”.

Asimetría de alarmas

Al cierre de esta edición, en San Juan había 41 casos confirmados de Gripe A y cinco fallecidos a causa de esta enfermedad. Paralelamente, las estadísticas muestran que la gente sigue padeciendo otros males sociales que arrojan números estrepitosamente más altos de afectados o fallecidos. Por caso, los números de muerte por accidentes de tránsito en 2.009 son escalofriantes, como así también los contagios de enfermedades y el aumento de atención por problemas de adicciones (ver aparte Algunos números). Sin embargo, la Influenza parece haber operado como un nuevo agente de ceguera. La licenciada Marisa Lanz, del Centro por la Vida, alude a la indiferencia social frente a las adicciones: “En junio pasado organizamos una jornada de concientización abierta a la comunidad sobre uso indebido de drogas, hubo publicidad y enviamos invitaciones a los medios e instituciones. No vino nadie, salvo los pacientes, sus familiares, gente del Ministerio de Salud, y un par de medios. Hasta que el tema no toca de cerca, se considera un problema de otros. En los últimos tres años en Centro por la Vida aumentaron los casos por atender, al mismo tiempo que se complicó la llegada del paciente a la institución. Lo que en realidad sucede sobre este tema es que se ha complicado la responsabilidad social y familiar”.
Otra patología muy extendida en esta región es el Chagas, aunque muy poco visible. El Dr. Rubén Carrizo Páez, jefe del Centro de Chagas del Hospital Rawson, lo relaciona con los impactos de la Gripe A: “El Chagas puede pasar desapercibido porque los síntomas de la persona picada por una vinchuca pueden aparecer recién a los 20 o 30 años. Entonces, ¿qué le viene bien a un funcionario esconder, Chagas o Gripe A? Es más fácil esconder el Chagas. Se le presta muchísima más atención a fenómenos que son más escandalosos. Por Chagas, al año tenemos entre 45 mil y 50 mil muertes en América latina”. La alarma no funciona igual en todos los casos. Otra defensa atacada por la Influenza A.

 
ALGUNOS NÚMEROS

En San Juan existía, al cierre de esta edición, 41 casos confirmados de Gripe A y 5 fallecidos. En cuanto a muertes por accidentes de tránsito, según la asociación civil Luchemos por la vida, entre principios de este año y el 30 de junio 3.944 personas fallecieron en el país, mientras que en San Juan hubo 102 muertos –desde julio a la fecha se sumaron otras víctimas fatales en la provincia-.
Por otro lado, sólo en el Centro por la Vida, dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia, desde 2.008 y lo que va de 2.009 suman 399 los pacientes por distintas adicciones graves. En cuanto a HIV, en la provincia hasta el 31 de diciembre de 2.008 se contabilizaban 62 nuevos pacientes infectados y 15 fallecidos.
Respecto de Chagas, en el Centro del Hospital Rawson esperan realizar una encuesta este año. Pero de acuerdo a una muestra de la década del ’90, habría en la actualidad 40 mil infectados, de los cuales 9.000 podrían estar enfermos. Aunque las autoridades dicen que los números desde 2.004 a esta parte podrían haber descendido.

 

La otra pandemia | Escribe: Juan R. López Giugno | Director de Cátedra UNESCO Argentina
Enfermerķa Universitaria


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