Las Aguas Bajan Turbias y la narrativización hegemónica del primer peronismo

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El valor del cine como instrumento ideológico: en este film se consolida la representación del papel del primer peronismo dentro de la historia de la clase obrera y la construcción de lo popular.

Por Carla Grosman (*)

Para aportar a los objetivos generales del grupo de investigación, -en especial  aquel apuntado a analizar las estrategias técnicas y narrativas propias de la filmografía documental y ficcional argentina de la época, en articulación con las exigencias y regulaciones estatales impuestas sobre la producción, distribución y exhibición cinematográfica-, dirijo mi esfuerzo a explorar el valor del cine como instrumento ideológico, y teorizar, desde esta perspectiva, acerca de la narrativización discursiva del primer peronismo (1945-1955) a partir del estudio de una de sus películas más emblemáticas Las aguas bajan turbias de Hugo del Carril, 1952.

El capítulo propone un análisis técnico retorico de dicho film investigando aquellas imágenes que garanticen su capacidad metafórica como representación social de las tensiones más importantes del discurso oficial del primer peronismo, a la par de servir como prácticas significantes en los procesos complejos de producción de nuevas subjetividades de aquel bloque socio-histórico en el que se consolida la representación del papel del primer peronismo dentro de la historia de la clase obrera y la construcción de lo popular.

Intentaré contribuir con un marco teórico que apoye las lecturas que relacionan cuestiones referentes a la construcción social de la realidad (en la que se sostienen las leyes) y la representación cinematográfica de lo real que, entiendo también como una forma de producción cultural en un sentido performativo de las ideas de verdad, historia y memoria desde donde vuelve a edificarse intersubjetivamente la idea de realidad. Examinaremos para eso nociones que considero cruciales a la hora de transitar sobre un territorio donde se hacen difusas las fronteras entre ficción y realidad.

Propongo para ello una triangulación basada en la “distancia ideológica” (J. Rancière) de estas metáforas a través de su aptitud para expresar de un modo amalgamado lo socialmente establecido (lo ideológico), su idea crítica desde su carácter de imagen (su capacidad retórica de develamiento en cuanto estrategia estética de narrativización ideológica en el inconsciente político).

  • Respecto de lo ideológico lo primero es discutir acerca de la autonomía relativa del arte y la ideología con respecto a las relaciones de producción capitalistas. Esto permite pensar que la hegemonía se juega en el territorio de la cultura donde la ideología y la política se articulan en formaciones y transformaciones sociales sostenidas por el lenguaje. En este sentido el lenguaje ya no se entiende (siguiendo a S. Hall, 1980) como «superestructura», sino como el campo de batalla simbólico (pero no menos material) de la de la propia lucha de clases. Esto sobre todo en el contexto del capitalismo avanzado (1914- ) en donde se opera una forma de dominación totalizante que involucra más directamente a la conciencia y a la vida imaginaria de los sujetos (S. Hall, 1980; F. Jameson,1981), contexto en el cual prosperó la industria cultural como instancia decisiva de interpelación ideológica hacia la subjetivación de la hegemonía burguesa (Adorno y Horkheimer). De este universo nos interesa observar de qué manera la ideología se esconde en la imagen (todavía con mayor potencia que los lenguajes textuales) para instaurar, como establece Althusser, la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones de existencia.
  • En torno a su idea crítica desde su carácter de imagen: de aquella introyección a partir de la imagen en tanto lenguaje y en tanto ideología voy a considerar condición ético-estética pensando la imagen cinematográfica como un acto simbólico. Jameson propone que el acto simbólico interviene en dos momentos fundamentales de la introyección/ corporización del relato del poder: el de textualización ideológica (el discurso de poder que se disputa la hegemonía desde el terreno de lo ético) y la narrativización en el inconsciente político (la praxis estética, es decir técnico-retorica- que conecta con pulsiones libidinales). Asentimos, con Hall, que así es como el capitalismo avanzado ha logrado perpetuar su poder, y proponemos, con Jameson, que en esta dinámica, una intervención de una reacción éticamente critica al estatus quo, en tanto perspectiva ética alternativa (lo que en este esquema seria la textualización ideológica), puede valerse del arte como herramienta de narrativización utópica en el inconsciente político. Para profundizar en estos aspectos se exploran las referencias hechas por la “teoría del aparato” (1970s) acerca de los efectos ideológicos del cine en relación a su imagen como frontera entre lo social y la constitución de subjetividad (contando a partir de la habilidad que tiene el sujeto de imaginar).

Puesto que la ideología no puede ser historizada en tanto es un flujo de regeneración permanente, resulta difícil encontrar obras cinematográficas que den cuenta de estos procesos lingüísticos de subjetivación ideológica desde una situación cero. Asumiendo con Benjamin que el cine, en tanto práctica cultural significante, se encuentra ligado esencialmente a las transformaciones del aparato perceptivo (y ya en conocimiento que es lo perceptual lo que incorpora las señas de la ideología) sugiero que el cine puede dar cuenta de transformaciones sociales y también generarlas. En este análisis del film de Hugo del Carril busco entonces aquellas configuraciones de sentido que se vinculan, desde la metáfora, como narrativización del imaginario de la ideología peronista (lo que Castoradis llama el imaginario social constituyente) y como develamiento de un estatus quo que tal ideología pretende contestar (este es el imaginario al que Castoradis llama el imaginario social constituido). Esta serán las fluctuaciones retoricas observadas desde lo que Rancière llama “la distancia ideológica”.

(*) Esta publicación es parte de un conjunto de textos redactados por los miembros del equipo del Proyecto «Cine, Estado y Constitución: La regulación de la producción y exhibición cinematográfica en Argentina (1914-1955)». (Res. 59/2020/R). Proyecto ejecutado por el Instituto de Expresión Visual de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes y el Gabinete de Estudio e Investigación Jurídica de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ.

Imagen de portada: «Las aguas bajan turbias» (Hugo del Carril, 1952).