Amarilidáceas, las plantas preciadas de la fármaco-bioquímica

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Gabriela Feresin, docente de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ e investigadora principal del CONICET, continúa sus estudios con especies que crecen en el país. A las Amarilidáceas de San Juan las estudió como productoras de Galantamina, fármaco para tratar estadios tempranos del Alzheimer. Ahora, las aborda como antitumorales. El proyecto, financiado por Nación, además prevé un trabajo de conservación y propagación como recurso económico para comunidades.

Por Fabián Rojas

En los bulbos de las plantas de la familia Amarilidáceas -y muchas veces en sus hojas- se encuentran alcaloides, compuestos nitrogenados muy activos que se emplean para tratamientos de trastornos cerebrales, tumorales y para analgesia. En distintas regiones de Argentina hay 59 especies de estas bulbosas de la familia Amaryllidaceae. En San Juan, cuatro de ellas ya fueron estudiadas. Debido a sus potencialidades, son pasibles de continuos abordajes científicos. La doctora en Bioquímica Gabriela Egly Feresin, del Instituto de Biotecnología de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ, lo sabe desde hace tiempo. “En anteriores oportunidades estudiamos las de San Juan como productoras de Galantamina, ahora las vamos a estudiar para comprobar si inhiben el crecimiento de líneas celulares tumorales, entre otras bioactividades”, anticipa Feresin, quien junto a un equipo de investigación analizó 36 especies de Amarilidáceas del país para conocer si sintetizaban Galantamina.

Entre la química y la comunidad
Mediante un nuevo proyecto de investigación de varios ejes, la investigadora explora la diversidad vegetal de las Amarilidáceas argentinas nativas para identificar las productoras de alcaloides bioactivos y aquellas promisorias para iniciar una micropropagación in vitro y/o por semillas. Feresin lo explica así: “Las diferencias químicas permiten establecer quimiotipos. Si se encuentra una línea de bulbos con un quimiotipo particular que produce cierto compuesto, la idea es conservarla, propagarla, multiplicarla y que eso se convierta en un desarrollo”. Respecto del objetivo social, completa: “Si estas especies, que están en comunidades alejadas, no tuvieran nada desde el punto de vista químico, sus flores tienen un valor ornamental, y pueden cultivarse, comercializarse y ser un medio de vida para las comunidades, de hecho, eso sucede en provincias como Salta y Tucumán. Por eso, es muy importante conservar los bulbos de estas plantas para preservación, como también es importante mantener las condiciones en el ambiente, que se daña si la colecta no es responsable. Tiempo atrás, los investigadores dedicados a la fitoquímica colectaban kilos y kilos de plantas, determinaban su química y luego veían para qué servían; ahora ya no es así”.

Las plantas en San Juan
En San Juan hasta ahora estudiaron cuatro especies de Amarilidáceas: Habranthus jamesonii, Phycella herbertiana, Zephyranthes filifolia y Rhodophiala mendocina. Las primeras tres las encontraron en Iglesia; la Rhodophiala mendocina, en los médanos de Caucete (por la Ruta 141, camino a Vallecito). Se visibilizan luego de lluvias y tienen una flor amarilla. “La idea es seguir explorando por si alguna otra especie produce galantamina en cantidad, que pueda ser propagada y ser fuente de este fármaco. De todas maneras, hemos propagado otra especie, la Habranthus cardenasianus, publicada en 2021, que produce una cantidad importante del alcaloide antitumoral que se llama Tazettina», indica Feresin (Ver aparte Alcaloide promisorio).

Propagar
La investigadora menciona continuamente la acción de propagar y detalla cómo hacen parte de ese proceso: “Identificamos la planta, si tiene semillas, se colectan y se realizan ensayos de germinación en condiciones apropiadas imitando su estado natural, y así conseguimos más bulbos. Si se colectan bulbos, le separamos el disco basal (parte inferior donde empieza la raíz), se coloca en macetas y genera bulbos hijos, el resto lo procesamos para estudios químicos y de bioactividades”.

Dra. Gabriela Feresin: «Si se encuentra una línea de bulbos con un quimiotipo particular que produce cierto compuesto, la idea es conservarla, propagarla, multiplicarla y que eso se convierta en un desarrollo.»

Precisión y conservación
Gabriela Feresin comenta que antes se necesitaba gran cantidad de muestras de plantas para hacer un estudio químico. Pero las cosas cambiaron, al menos en el Instituto de Biotecnología de la UNSJ, a partir de adquirir un equipo llamado UHPLC MS/MS. “Con ese equipo, solamente con una pequeña cantidad de bulbo se pueden identificar moléculas”, enseña. El UHPLC MS/MS es una tecnología que separa mezclas mediante un sistema de ultra alta presión. Además, tiene un detector ultravioleta, y de masas (pesos moleculares), que es muy sensible para identificar moléculas en mezclas de sustancias. El equipo está en el Instituto de Biotecnología de la Facultad de Ingeniería y es parte de un laboratorio para micropropagación montado por Feresin, quien además es investigadora Principal del CONICET.

Semillas de Amarilidáceas

Alcaloide promisorio

Existe evidencia convincente de la interacción del alcaloide tazettina con macromoléculas como el ADN, el ARN y las proteínas, pero aún debe investigarse su papel potencial en otras áreas de la quimioterapia del cáncer a nivel molecular.

El Proyecto

El proyecto que dirige la Dra. Feresin se denomina “Exploración de la biodiversidad de amarilidáceas de Argentina basada en bioactividades, identificación de alcaloides mediante UHPLC MS/MS y estrategias de propagación para la conservación”. Es codirigido por la Dra. Lorena Luna, docente del Departamento de Ingeniería Agronómica e investigadora también del Instituto de Biotecnología de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ. También participan el Dr. Carlos Gamarra Luques (IMBECU – CONICET – UNCuyo), el Dr. Jaume Bastida, de la Universidad de Barcelona y la Dra. Nora Oleas, de Ecuador.
“Exploración de la biodiversidad de amarilidáceas de Argentina basada en bioactividades…” fue uno de los 577 proyectos seleccionados para financiamiento en la iniciativa “Equipos de Trabajo” por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación. La temática del proyecto se encuadra en los lineamientos estratégicos expresados en el documento preliminar del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Argentina 2030, planteados por la Secretaria de Planeamiento y Políticas en Ciencias, Tecnologías e Innovación (octubre 2021)