“Soy muy defensora de los distintos formatos de libros porque no compiten, sino que nos expanden”

Comparte

Así lo expresó la promotora de la lectura Cecilia Bona, en su paso por la provincia de San Juan.

Por Marcela Ormeño

Cecilia Bona recientemente vino a San Juan a disertar en un encuentro de promoción de lectura, y junto con ella trajo una serie de conceptos innovadores sobre el libro. Es periodista, productora y editora. Creó la multiplataforma Por qué leer y actualmente es una de las principales promotoras de la lectura en plataformas digitales. Tiene más de un millón de reproducciones en audiolibros de Spotify y visitas en YouTube, plataformas donde genera los más diversos contenidos para alcanzar un único objetivo: promover la lectura.

Sobre su principal actividad de booktuber, relató: “Técnicamente es hablar de libros y tener un canal sobre libros en YouTube. Pero originalmente yo soy periodista, entonces oriento mi forma de trabajar en esa plataforma en particular para dar conocimiento de bibliotecas, para contarle a la gente no sólo reseñas, sino también qué se está editando, qué piensan los autores de determinados temas, hago entrevistas, la idea es hablar de libros en un lugar que parece que no tiene mucho que ver, como la virtualidad, y sin embargo está súper conectado.”

Otro concepto que introdujo en el encuentro fue la íntima vinculación entre libros, internet, redes sociales. Al respecto, dijo: “Si pensamos que internet es como una gran biblioteca de temas, ahí ya tenemos una gran coincidencia. En realidad, cuando pensamos en el armado de contenido, lo que siempre se prioriza es el despertar curiosidad. ¿Y qué otra cosa más importante la que hace un libro que es despertar curiosidad en el que lo está por leer o en el que lo está leyendo?, entonces ya de por sí eso es una relación perfecta. Después está el cómo despertar esa curiosidad. Y en mi caso es desde la invitación. Generar interés en la temática del libro, en el autor, en el argumento, en qué hay atrás de la puerta de una biblioteca que está cerrada y de pronto la abrimos y nos encontramos con una cantidad de material súper interesante. Todo eso se puede potenciar gracias a que uno lo muestra en internet. Siempre es en internet donde encuentro una reseña que me dio curiosidad, salgo de internet, la leo y después vuelvo a la comunidad a contarle cómo me fue”.

Aunque usa internet como vía de circulación de la información bibliográfica, Cecilia Bona insiste mucho en el libro como nexo. “Yo creo mucho en la comunidad y en el vínculo interpersonal. La pandemia nos enseñó que gracias a internet podíamos conectarnos y amplió nuestras formas de relacionarnos, y ya están naturalizadas las charlas virtuales. Sin embargo, la lectura en sí requiere de cierto esfuerzo de concentración y de silencio que internet no siempre ayuda a generarlo. Entonces lucho mucho porque las personas también sean capaces de generar ese silencio, ese momento de concentración que requiere un libro. La confianza está en que te invito por ahí desde internet, pero después la clave es conocer a quien como mediador de lectura te va a llevar en ese camino, porque después de un libro sigue otro, si no el lector no continúa”.

En esa misma línea de pensamiento expresó que no elige un soporte sobre otro, “soy muy defensora de los distintos formatos, pero no porque tengamos que limitarnos, sino porque podemos expandirnos. A veces pasa que los chicos solamente están acostumbrados a leer PDFs o leer desde el celu y no debemos condenarlos de que lean así, sino invitarlos a que también vean las otras formas. Por otro lado, a los adultos decirles, ¿saben que además del libro en papel ustedes podrían acceder a libros que no existen en Argentina, por ejemplo? Simplemente con atreverse a leer un PDF. No es la forma en la que nosotros por ahí como adultos estamos acostumbrados a leer, ni nos es más cómodo, pero nunca ponerlos en contradicción porque no compiten, sino que nos expanden”.

Como cierre al encuentro que dio en San Juan hizo la siguiente reflexión: “Pudimos darnos cuenta de que los lectores no estamos solos, sino que cada vez que estamos con un libro estamos acompañados, y si eso sucede en comunidad, nuestro poder de contagio es mucho más amplio”.

“Los libros -continuó diciendo la expositora- no tienen que quedar circunscriptos a edades. A veces creemos que la incentivación, las ganas de leer, se transmiten en la infancia y si el niño no lee, después lo perdemos como lector. La realidad es que, en todas las instancias de nuestra vida, que venga alguien y nos invite a leer es una oportunidad para abrir una puerta. Ver niños, jóvenes, adultos, gente mayor con sus libros, también me colma porque significa que van a seguir ese camino, que probablemente lo que hoy fue compartir con los otros puede seguir en sus casas con otros amigos, familiares, etcétera”.