El lunes 8 de marzo la fatalidad se hacía presente en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan. Fernando Reinoso, alumno de 32 años, a punto de egresar como ingeniero agrimensor de esta casa de estudios, se convertía en víctima, presuntamente, de una descarga eléctrica cuando se encontraba en el edificio de Agrimensura. El lamentable suceso conmovió a la comunidad universitaria. Por ello, luego de una jornada de duelo en el seno de la UNSJ, el rector de esta casa, Dr. Benjamín Kuchen, emitía una Resolución mediante la cual disponía la suspensión, a partir del lunes 15 de marzo, de las actividades académicas, administrativas, deportivas y recreativas en todo el ámbito de esta institución, a los efectos de determinar las condiciones de riesgo eléctrico en todos sus edificios. Fue entonces que se iniciaron los trabajos pertinentes para normalizar sus instalaciones, obras que estuvieron a cargo de personal de la Secretaría de Obras y Servicios de esta casa, de personal de áreas de mantenimiento de las facultades e institutos preuniversitarios, y de técnicos externos a esta Universidad. Finalmente, en el transcurso de los días subsiguientes, las unidades académicas y dependencias de la UNSJ fueron obteniendo las certificaciones como ámbitos aptos para ser usados por la comunidad universitaria. Al respecto, Revista La Universidad dialogó con el Dr. Benjamín Kuchen.
-¿Cómo está la Universidad después de lo que pasó en la Facultad de Ingeniería?
-El riesgo eléctrico se ha reducido casi en su totalidad. Han sido revisados por los peritos judiciales y de la universidad prácticamente todos los edificios, lográndose, por parte del Juez Mattar, la autorización de uso en casi todos ellos. Donde los tiempos de reparación o reinstalación son muy altos se están buscando otras alternativas para continuar con la actividad. Nuestra Universidad tiene más de 110.000 metros cuadrados de edificios de distintas épocas con una cantidad muy grande de espacios abiertos con iluminación y riego, lo que implica alta complejidad, presupuesto y esfuerzos constantes.
-¿Por qué se tomó la decisión de suspender las actividades?
-Porque se privilegió garantizar la seguridad de todos, si bien en muchos edificios el riesgo eléctrico era mínimo, incluso menor que en muchos otros lugares públicos y privados que no pertenecen a la universidad, creímos conveniente darle tranquilidad a la comunidad universitaria. Aquí no hubo especulaciones de ningún tipo, se hizo lo que había que hacer. Al mismo tiempo la suspensión nos permitió trabajar en la revisión, adecuación y reparación en forma más clara, rápida y segura.
-¿La Universidad venía haciendo mantenimientos y obras en materia de seguridad?
-La mayor parte del presupuesto propio destinado a obras en los últimos años fue destinado a trabajos de seguridad, y las obras generales realizadas estuvieron hechas bajo ese concepto. La propia Secretaría de Obras y Servicios presentó al Consejo Superior en 2004 un informe que fue aprobado y distribuido en las unidades, donde se puntualizaban las falencias que tenían los edificios en materia de higiene y seguridad. Tanto el Rectorado como las unidades académicas han tratado de resolver los problemas que se señalaban. Así, se trabajó en la consolidación de varios edificios, renovación y adecuación de las instalaciones de gas, en mejorar las condiciones de accesibilidad y evacuación de personas y renovación y adecuación de las instalaciones eléctricas y minimización del riesgo de incendio. Se dictaron además varios cursos de capacitación sobre higiene y seguridad. Un informe detallado de Auditoría Interna realizado en 2008 dio cuenta sobre todos estos aspectos. Además, ese mismo año nuestra Universidad fue visitada y evaluada con resultados positivos por el Coordinador de Higiene y Seguridad del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
-¿Hubo partidas presupuestarias específicas para obras de seguridad?
-En 2004 se distribuyeron en forma específica 160 mil pesos a las unidades académicas y además otros 120 mil sobre la base de un informe del Comité de Higiene y Seguridad de la UNSJ. Además, en los distintos ejercicios presupuestarios se asignan partidas que tienen por objeto el mantenimiento de edificios, que lógicamente incluye el mantenimiento eléctrico. Evidentemente es deseable un presupuesto mayor para este fin.
-¿Cómo están las estadísticas de accidentes en la UNSJ en relación a otros organismos?
-Los datos de accidentología del sistema universitario son comparativamente bajos. En nuestra Universidad se presentan al año, en promedio, 10 notificaciones por cada 1000 empleados ante la ART. Y estas notificaciones no sólo corresponden a accidentes de trabajo sino también a enfermedades laborales y accidentes que se producen camino al trabajo o de regreso.
-¿Por qué usted evitó hablar de responsabilidades sobre el hecho ocurrido en la Facultad de Ingeniería?
-Frente a un hecho de esta magnitud, estoy convencido que lo importante es actuar con rapidez para solucionar los problemas y evitar que sucedan hechos similares. Las responsabilidades están definidas en las normas y su determinación corresponde a los organismos o unidades competentes. En ese sentido, he ordenado la instrucción de un sumario para investigar el hecho.
-¿Qué reflexión le merece el tratamiento mediático que tuvo el tema?
-En general, creo que los medios de mayor impacto en la opinión pública provincial hicieron un tratamiento equilibrado. En otros ámbitos creo que quedó en evidencia el interés en asignar responsables sobre lo ocurrido, sin tener conocimiento de la normativa vigente en la Universidad y analizando los hechos de manera descontextualizada.
-¿Se trató el tema en el CIN?
-En el último plenario, que se realizó en Rosario, el Coordinador del Comité de Seguridad e Higiene del CIN expuso sobre los distintos programas y actividades del comité para los próximos años. En ese marco se trató el hecho ocurrido en San Juan y la necesidad de apurar programas que incluyan específicamente el riesgo eléctrico.
-¿Qué impacto tendrá en el presupuesto la inversión realizada en estas obras?
-Si bien aún no se han concluido, las acciones inmediatas realizadas superan el monto del millón de pesos. Por el momento se están afrontando con financiamiento propio, pero estamos preparando una solicitud de subvención directa por parte de la SPU.
-¿Qué medidas se están instrumentando para fortalecer la seguridad?
-En lo inmediato, seguiremos ejecutando el plan de trabajo que la Secretaría de Obras y Servicios le presentó al Juez contravencional para afrontar esta coyuntura. Por otra parte, hemos convocado al Comité de Higiene y Seguridad de la UNSJ y nos hemos puesto en contacto con el Comité de Seguridad e Higiene del CIN para elaborar programas de seguridad integral que abarquen todos los aspectos involucrados en la seguridad. Mientras tanto, creo que es necesario que todos reflexionemos y aprendamos de lo que pasó. |