Revista La U

Perla Welner, referente de la lucha por los derechos de las mujeres

Imagen: Federico Agüero

Por Lic. Edith Liquitay (*)

Nacida y criada en Buenos Aires, Perla Welner fue docente de profesión y militante de las causas populares por elección, a las que dedicó su vida. Militó desde muy joven, en la década del 60 primero, en el Partido Comunista Argentino, en la Federación Juvenil Comunista, y luego fue parte del grupo que fundó el PCR en 1968. 

Aportó a la construcción del partido en un momento de la vida política del país que tenía como vanguardia a trabajadores, estudiantes y sectores populares.

En 1974 decidió continuar su vida junto a su pareja Alberto Agüero en otra ciudad. Como diría entonces su padre, Lázaro, “un ingeniero sanjuanino se la llevó a San Juan”. Ya en nuestra provincia continuó militando en el PCR y participó activamente en la lucha anti golpista ante los movimientos que se estaban gestando para derrocar a la presidenta María Estela Martínez de Perón, por lo que fue detenida mientras estaba embarazada de su primera hija. Eso no la amedrentó y siguió en la militancia de resistencia a la dictadura militar.

Durante los ’80, en el marco de la crisis económica, acompañó a Nenucha Fábregas en la organización de Amas de Casa del País, filial San Juan. También junto a otras mujeres organizaron la Multisectorial de Mujeres Políticas desde donde reclamaban la necesidad de Jardines Maternales Zonales y la Jubilación para el ama de casa para que sea reconocida como trabajo remunerado la tarea del hogar y, por lo tanto, susceptible de jubilación.  Estuvo al frente de la lucha por la ley de cupo y el divorcio vincular.

Perla, dirigente del movimiento de mujeres sanjuaninas

En los años 90, con Lucy y Rosita Collado continuaron con la Multisectorial de la Mujer y posteriormente en el 98 se crea el Movimiento de Mujeres Sanjuaninas, por el que pasaron muchas mujeres y en el que otras tantas encontramos un espacio, un apoyo para una iniciativa y el acompañamiento ante cualquier situación que ataque nuestros derechos.

 Con gran elocuencia expresó la voz de muchas mujeres, en aquellos años donde hablar de anticoncepción o planificación familiar eran cosas prohibidas o ataques a las buenas costumbres. Salir a la calle a exigir la aparición de María Rosa, libertad a Romina Tejerina, armar brigadas para recorrer centros de salud cuando funcionarios se negaban a entregar los anticonceptivos.

Tuvo una activa participación en la lucha gremial en UDAP, representado a sus pares como delegada; UDAP fue el gremio al que perteneció durante sus años como docente, rol que desempeño con dedicación en la Escuela Oriental del Uruguay, ubicada en la Villa Obrera. Su paso por la institución dejo huella, planteando debates profundos en torno a lo pedagógico, la mirada social de la educación y el trato respetuoso y contenedor hacia los niños/as y familias que hoy la recuerdan con gran afecto. Igual tarea había desarrollado en Buenos Aires, donde fue parte de una de las primeras experiencias de vanguardia y superadoras en el Platerito, institución que planteaba la integración escolar y social.

Desde la década del 80 fue integrante de la Comisión de Mujeres, del PCR, dirigiendo y aportando al análisis teórico sobre la desigualdad de la mujer y en la práctica participando de innumerables talleres en diversos sectores en toda la provincia, que les permitió a las mujeres del partido, de los barrios y el campo ir comprendiendo la modalidad histórico-social que reviste la opresión de la mujer en esta región.

La organización de las mujeres

En 1988, tomando conocimiento de la realización de 3° Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en la ciudad de Mendoza, se preocupó y ocupó para que otras sanjuaninas pudieran estar presentes y es así que se organizó un contingente que partió en tren a Mendoza. Desde ese año y hasta la actualidad se trabaja arduamente para que muchas mujeres puedan viajar cada año. Es así que cientos de sanjuaninas fuimos participando en los distintos encuentros y haciendo propio este espacio, que cada año recorre el país a lo largo y ancho.

En 1989 con la Multisectorial de Mujeres Políticas organizaron una marcha para pedir justicia por las jóvenes que fueron violadas en el Pinar. En esos años, hechos como este se silenciaban y no se hacían públicos. Con un entusiasmo increíble fue parte integrante de las dos Comisiones Organizadoras de Encuentros Nacionales de Mujeres realizados en San Juan, uno en 1997 con un Encuentro paralelo, con ataques de todo tipo y nivel; aun así y agotadas de tanto esfuerzo, se escuchó por primera vez con la voz de Nenucha Fabregas “qué momento, qué momento a pesar de todo les hicimos el Encuentro”.

Posteriormente y en una reunión previa al XXVII Encuentro en Misiones, nos dijo que era necesario para San Juan proponernos nuevamente como Sede, el encuentro no solo cambia a cada mujer que participa, también lo hace con cada ciudad y así fue que se realizó el XXVIII Encuentro en el año 2013. Lo cual dejó una enorme huella en la provincia y se instaló como referencia de organización también para el colectivo travesti-trans, quienes tuvieron sus primeros talleres reconocidos y respaldados por la comisión organizadora.

Conformando espacios de amplitud y unidad

 Fue integrante del Consejo Provincial de Protección Integral de la Mujer, de la Mesa Intersectorial de Mujeres de la Comisión de Justicia y Paz del Arzobispado, candidata a diferentes cargos en elecciones nacionales provinciales y municipales, coautora de la ponencia “El Trabajo Rural de Las Mujeres” presentada en el Segundo Congreso Internacional Feminista. Cada uno de estos espacios los fue  ocupando con gran generosidad y respeto a quienes piensan distinto, siempre intentando unificar desde los puntos que se tienen en común.

Participó activamente en la campaña por el aborto legal seguro y gratuito, enfrentó el debate en momentos donde era muy difícil hablar del tema, resistió estoica los ataques y posiciones sesgadas para poder dejar en claro la triple consigna de Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal seguro y gratuito para no morir.

Perla, con sus ademanes delicados, su manera de expresar tan particular y una energía que algunas veces era muy difícil de seguir, recorría desde hacía 50 años cada rincón de San Juan, recopilando historias, escuchando, transmitiendo su experiencia, invitando a cada mujer con la que se cruza un café, una charla, un mate, un espacio de lucha o solo a que participe del Encuentro.

Siempre del lado correcto, encarnó la consigna “yo te creo compañera”

A lo lago de los años acompañó a víctimas de violencia, incluso antes de la existencia de las leyes actuales, cuando había que insistir en la protección de las víctimas, recorrer las comisarias, interceder para que tomaran las denuncias, exponer públicamente la falta de formación de la policía, de los jueces. Acompañó juicios. Este es el camino que nos va signando: el no dejar de pelear primero por la sanción de leyes, por la creación de espacios, y luego, por el cumplimiento efectivo

Nos empujó a formarnos y a ser formadoras, a que armemos proyectos de ley, impulsar campañas de concientización, que emitamos opinión pública, a pelear por ocupar lugares de toma de decisiones, a protagonizar, con seguridad y firmeza. Muchas de nosotras estamos donde estamos porque tenemos a Perla en nuestras vidas. Fue el motor de la concreción de esta cátedra libre de género “Camino a la igualdad”, desde 2019 y que en la jornada de hoy damos apertura a la 4ta cohorte.

Por todo ello, por ser una incansable luchadora por los derechos del pueblo y de las mujeres en particular, es que hoy nos tomamos un momento para este reconocimiento. Perla era una de las imprescindibles, que nos animó siempre a conquistar la mitad del cielo. Su aporte a la sociedad sanjuanina y a nuestra universidad en particular tiene gran importancia no solo para quienes tuvimos el privilegio de tenerla cerca, sino para el conjunto de la sociedad.

(*) Docente de la UNSJ, integrante del Movimiento de mujeres sanjuaninas

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