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Escribe: Lic. Mag.
Elio Noé Salcedo
Ex Director del Dpto. C. Comunicación
FACSO - UNSJ
 

Historias de los 31

ADN de Radio Universidad

A 15 años de la gestión y asignación de la Frecuencia de Radio Universidad (5 de julio de 1989), otorgada a nuestra UNSJ por Decreto 985/89 del Poder Ejecutivo Nacional (Firmado por el Dr. Raúl Alfonsín tres días antes de entregarle la presidencia al Dr. Carlos Menem), es bueno recordar –en un país sin mucha memoria- los prolegómenos de la existencia de LRJ 93.1 MHz y el ideal y sentimiento que le dieron origen, como un homenaje, además, a los que ya partieron y que fueron también, junto a otros que todavía vivimos, sus orgullosos progenitores.
Existe una canción de Sandro que dice: “Las páginas sociales no dicen que me amaste”. En todas las historias contadas y escritas sobre nuestra Radio Universidad –es curioso- no figura quiénes fueron sus progenitores, si por tales entendemos los autores intelectuales y físicos de su concepción y nacimiento. Nos alistamos entre quienes consideran que la vida comienza en el momento de la concepción y que, ya entrando en tema, la radio de la universidad nació antes del día de su inauguración y no a partir de su primera emisión. De no haberse conseguido oportunamente la frecuencia, no hubiera habido radio; como tantos proyectos que se abortaron antes de nacer, o se hicieron desaparecer después de su nacimiento. No obstante, hay quienes parecen adherir, consciente o inconscientemente, a la execrable teoría y práctica del robo de bebes recién nacidos a sus legítimos padres, seguido del cambio de identidad y la desaparición de los padres biológicos.
Tratándose de una radio, alguien podría decir que no es lo mismo. Pero, en este caso, los padres de la criatura también son seres humanos. Aunque si eso fuera poco, se trata de la Verdad, que es otra asignatura pendiente en nuestro país, sobre todo, tratándose de un medio de comunicación, que existe o debería existir para el cultivo de la verdad; también la verdad sobre su propia identidad.

Breve historia de Radio Universidad

Existían varios proyectos de Radio Universidad entre los que se destacaba por su incumbencia el del Lic. Juan León Roldán Moreno y del Lic. Salvador Doncel (ya fallecido). Por alguna razón que desconocemos, ese y otros proyectos dormían el sueño de los justos. Cuando quien hoy cuenta esta historia fue designado por el Consejo Directivo de la FACSO (16 de febrero de 1989) Director del Departamento de Ciencias de la Comunicación (por renuncia de su antecesor), asumió la prioridad de gestionar para la Universidad –de acuerdo al plan de trabajo oportunamente presentado al Decano Juan A. Dufau- la autorización y asignación de frecuencia para operar un servicio de radiodifusión, encomendando al Técnico, Locutor y Operador Bernardo Beatrice la tarea de contactar con esa finalidad, al entonces recientemente asumido Interventor en el Instituto Superior de Enseñanza de Radiodifusión (ISER) Lic. Felipe Ziade, ligado al tema de los medios y, para nuestro favor, sanjuanino.
Bernardo Beatrice (fallecido también, muy joven) ejecutó inmediatamente esa inquietud, que por otra parte compartíamos con los ya nombrados y la Secretaria Técnica del Departamento, Lic. Rosa B. Mercado; y me consiguió una entrevista con Felipe Ziade en su casa de Rivadavia durante un fin de semana que Ziade viajó a San Juan porque, por sus actividades, pasaba la semana en Bs As. La respuesta de Ziade a mi proposición fue inmediata e incondicional, y desde entonces comenzamos a comunicarnos por teléfono y por correo, interesando a su vez a las autoridades superiores de la Facultad (Dufau) y de la Universidad (Del Bono), a través de las cuales comenzamos los trámites para la asignación al servicio universitario de una frecuencia radiofónica.
Entonces comenzaron a sucederse los inquietantes días de la gestación de Radio Universidad, que nació por Decreto Presidencial cuatro meses después de comenzadas las gestiones con la asignación de “la frecuencia de 93.1 MHz, categoría F, equivalente a un radio del área primaria del servicio de 55 KM”. Después vinieron los ajetreados días para dar cumplimiento al Art. 5° que nos obligaba en un plazo perentorio a completar la carpeta técnica de instalación del servicio radiofónico, gestión que también comenzamos sin concluir por finalizar el período estatutario. Finalmente, cuando yo ya había dejado de ser Director a fines de mayo de 1990, llegaron los días en que la radio pudo ponerse de pie, hablar y dar sus primeros pasos como medio de comunicación. Pero, lo que sucedió después, es la historia conocida.