Debemos intentar dejar de confundir, autoridad y autoritarismo. Lo cierto es, como bien señala el "Observatorio Argentino de la violencia en las escuelas", que la forma de evitar el autoritarismo es la autoridad. El Observatorio es un instituto en que trabajan conjuntamente el Ministerio de Educación de la Nación y la Universidad Nacional de San Martín. Dicho Observatorio realizó la publicación "Violencia en las escuelas desde una perspectiva cualitativa", en 2009, donde se destaca la vinculación entre conflicto, violencia y autoridad, así como que la violencia es un problema que aqueja a la sociedad mundial, y se intenta resolver desde investigaciones internacionales. Como ejemplo de estudios de otros países cito un curso dictado por la Universidad de Extremadura, España, "Prevención y tratamiento de la violencia. Intervención psicosocial, sanitaria, educativa y jurídica". Esto nos señala que la violencia es un fenómeno complejo que debe ser abordado por diferentes disciplinas.
Si hoy la autoridad es uno de los elementos sociales menos valorizados positivamente- y se tiende a confundir con el autoritarismo- se debe a que en la actualidad se encuentra atravesando una fuerte crisis de sustentabilidad. Esto es gravísimo por su carácter primordial, sin autoridad hay caos, y si hay caos, el sano conflicto se convierte en violencia. Esto es lo que hoy aqueja al ámbito escolar. El fenómeno violencia es estudiado desde diversos ámbitos en nuestra Universidad Nacional de San Juan, porque se trata de una temática que afecta a la comunidad social y educativa. Entre los proyectos en que los docentes tratan el fenómeno de la violencia en busca a soluciones posibles se encuentra el proyecto que dirige la Dra. Betriz Inés Mattar, "Interpretación y mediación. Fundamentos filosóficos y Proyecciones Pedagógico- Didácticas", aprobado por resolución del Instituto de Filosofía, y que ya venía tratando en un estudio anterior, también aprobado. Lo que demuestra que es un tema que interesa a nuestra Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes y UNSJ. También observamos que desde la dimensión política la Legislatura provincial sancionó la Ley 8.333, instándonos a todos los ciudadanos a que nos comprometamos con la problemática de la violencia.
Por lo cual desde los diferentes espacios políticos, sociales, educativos, nos están pidiendo que todos asumamos la posición de intentar responder a esta problemática. Como profesora de filosofía y abogada, considero que una de las posibles respuestas sería revisando la noción de autoridad, como en su momento lo hicieran diversos filósofos. Como en 1954, lo hizo el pensador alemán Martín Heidegger, quien al preguntar ¿qué significa pensar?, pareció responderse diciendo qué significa ser maestro: "…donde la relación entre maestro y aprendices sea verdadera, nunca entra en juego la autoridad del sabihondo ni la influencia autoritaria de quien cumple una misión…"
Dada la profundidad del párrafo, lo citaré en su totalidad: "En efecto: enseñar es aún más difícil que aprender. Se sabe esto muy bien, mas pocas veces se lo tiene en cuenta. ¿Por qué el enseñar es más difícil que aprender? No porque el maestro deba poseer un mayor caudal de conocimientos y tenerlos siempre a disposición. El enseñar es más difícil que el aprender porque enseñar significa dejar aprender. El maestro está mucho menos seguro de lo que lleva entre manos que los aprendices. De ahí que, donde la relación entre maestro y aprendices sea verdadera, nunca entra en juego la autoridad del sabihondo ni la influencia autoritaria de quien cumple una misión. De ahí que siga siendo algo sublime llegar a ser maestro, cosa muy distinta a ser un maestro afamado. Es de creer que se debe a este objetivo sublime y su altura el que hoy en día, cuando todas las cosas se valorizan hacia abajo y desde abajo, desde el punto de vista comercial, que ya nadie quiera ser maestro."- Heidegger- "¿Qué significa pensar?".
Platón también tomó la posta muchos siglos antes que todos nosotros: "…los que obtengan el mando deban poseer una condición que prefieran al mando mismo, y encontrarás una república bien ordenada, porque en tal estado solo mandarán los que son verdaderamente ricos, no en oro, sino en la sabiduría y en la virtud, riquezas que constituyen la verdadera felicidad. "
Me pregunto si los argentinos, que tanto nos gustan las peleas pugilistas, tomamos alguna vez la temática en serio, y seguimos el consejo de Esteban Echeverría: "A ver si conociendo la verdad de las cosas sucedidas, se aprende a despreciar el poder quimérico de la opresión." ¿Qué hubiese respondido este gran pensador argentino si le preguntásemos qué es la autoridad o quién es la autoridad? ¿Cómo le respondió a la autoridad de su tiempo? ¿Quizás bastaría leer lo que decía en "El Matadero"? Echeverría adoptó una posición comprometida en una época en que le costó el exilio.
Ahora a utilizar un texto más popular, que responde a la misma idea que plantean las autoridades filosóficas: "Es indispensable mantenerse alejado tanto del autoritarismo como de la perversidad y esto es así no solamente en el hogar, sino también en la escuela. La respuesta es la autoridad. La autoridad emana de la persona, y no de libretos preestablecidos a los cuales esta persona está sometida. La autoridad es de la persona. El autoritario está sometido a su mensaje, y es inflexible, tanto con el otro como consigo mismo. La autoridad emite su prédica desde su propio involucramiento y admite la réplica." (Exigencias y alas- Educar en valores - Jaime Barlyko- Ed. Zeta B, Argentina, 2011) Probablemente es más conocido este psicólogo que mucho de los autores antes citados. La idea que subyace es la misma.
Me resta señalar que los docentes, profesionales, investigadores, estamos llamados a reflexionar sobre nuevas propuestas y herramientas que contribuyan al mejoramiento de las relaciones humanas en los ámbitos políticos, sociales, laborales, educativos, y a promover la formación de una cultura para y por la paz; que permite la dignificación y realización de la persona humana. Y en este contexto considero necesaria la concientización del reconocimiento y fortalecimiento de la autoridad, porque se requiere una concepción significada de la autoridad para poder prevenir y dar solución a la violencia que día a día, diario a diario nos afecta; en nuestras familias, en la calle, en las aulas.
Me falta agradecer a la profesora, Dra. en Filosofía Beatriz Inés Mattar, con la que trabajo en el proyecto arriba citado: "Interpretación y mediación", y de la cual he aprendido no solamente nociones filosóficas, sino la importancia que estas tienen en la vida cotidiana de todas las personas, y que la filosofía no debe ser vista como algo que corresponde a una realidad trascendente y alejada del hacer diario, sino que por el contrario de acuerdo a la filosofía que asumamos en nuestra vida serán nuestras acciones. En su nombre agradezco a todos mis profesores de la carrera del profesorado en Filosofía de los que he aprehendido el sentido y significación de la noble profesión de enseñar.
Concluyo profundizando en el título: Hablar de autoridad: compromiso de la educación y de la universidad del y en el siglo XXI.