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Edición N° 63 - Año X - Julio de 2013    

RAFAEL GAGLIANO, SOBRE EL TRATAMIENTO DE LA LEY DE EDUCACIÓN EN SAN JUAN

"Es una buena oportunidad para proponer políticas de cuidados a docentes y estudiantes"

Rafael Gagliano fue invitado por la Facultad de Filosofía para exponer en una cátedra libre que sigue el proceso de creación de la ley provincial. Actual director del Centro de Documentación e Información Educativa de la Provincia de Buenos Aires, Gagliano también fue asesor de la Comisión que trabajó en la sanción de la Ley Nacional de Educación en 2006.

Por Fabián Rojas

Gagliano

El Departamento de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes participa en el proceso actual de legislación de la nueva ley de educación en San Juan, mediante la cátedra libre "Problemáticas de la Educación en San Juan - Análisis y propuestas para la Nueva Ley de Educación provincial". Hasta tanto se sancione la ley, desde ese espacio distintos profesionales analizarán de modo permanente los procesos de su elaboración. Un invitado a exponer en esa cátedra libre fue el profesor Rafael Gagliano, director de la Revista de Educación Anales, de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, y director del Centro de Documentación e Información Educativa (CENDIE), de esa provincia. Gagliano además asesoró a Adriana Puiggrós en la Comisión que trabajó en la sanción de la Ley de Educación Nacional. Actualmente es investigador en el Instituto de Ciencias de la Educación y docente de la Cátedra "Historia de la Educación Argentina y Latinoamericana" de la Universidad de Buenos Aires. "Toda ley, y mucho más una ley de educación, exige una trama de acuerdos y de consensos sociales. Las leyes educativas que más defiende la sociedad son aquellas que tienen los más altos consensos y acuerdos, y esto se hace con apertura al pluralismo", define ante Revista La Universidad.

-A siete años de la implementación de la Ley Nacional de Educación, ¿San Juan debería ver como ventaja poder trabajar hoy en su ley ya con aquella normativa nacional como base?
-Absolutamente, San Juan tiene la posibilidad de capitalizar la experiencia de estos siete años de la Ley nacional. Tiene la ventaja comparativa de poder marcar innovaciones respecto de ese piso de consensos ya establecidos por la Ley Nacional de Educación. San Juan es una de las pocas provincias que quedan por dictar su propia norma. La mayoría de las provincias sancionaron sus leyes un año después de implementada aquella ley.

-A partir de esto, ¿se abren entonces posibilidades de incluir nuevos temas, nuevas realidades en el espíritu de la nueva ley provincial?
-Por supuesto, porque hay una nueva generación de políticas socioeducativas. ¿Por qué no dar cabida normativamente a esa nueva generación? Por ejemplo, ¿por qué no proponer un régimen que implique políticas de cuidados a docentes y estudiantes por igual y no solamente políticas de enseñanza? Es crucial cuidar a docentes y a estudiantes para que puedan desempeñar su papel en el contrato pedagógico.

-¿Las políticas de cuidados deberían ser con relación a qué?
-Los cuidados abarcan un bienestar en términos de condiciones de trabajo, de accesos a recursos académicos, de instituciones no violentas. Hay que incorporar indicadores de cuidados de los sujetos a los indicadores académicos. Todo esto hoy constituye demandas, pero no está regulado sino burocráticamente por reglamentos generales de escuelas o disposiciones de épocas en que no se conectaba el cuidado con la enseñanza.

-Lo que más suele salir a la superficie son los problemas de violencia en las instituciones educativas, de allí también es que usted habla de cuidados...
-Una política de cuidados habilita nuevos espacios institucionales. ¿Por qué las escuelas no tienen una oficina para padres? Un lugar donde los padres puedan reunirse y dialogar entre ellos, un espacio para la mediación. Esto muchas veces evita las confrontaciones. Hay que mediar más. El cuidar es mediar las relaciones, es reconocer que tenemos un espacio para mediar las diferencias. En casi todas las escuelas los padres acompañan a sus hijos sólo hasta la puerta del establecimiento.

-Respecto del tiempo que San Juan se ha tomado para el tratamiento de la nueva ley, sería un despropósito que no se aproveche para implementar de una vez la educación sexual integral...
-Por eso antes yo hablaba de que una ley tiene que trabajar sobre acuerdos y consensos, haciendo prevalecer los derechos de los sujetos en términos de una mirada democrática y laica sobre la educación. La laicidad es fundamental para discutir los temas, porque permite el pluralismo, la disidencia, los acuerdos y no los dogmatismos.

-¿Una nueva ley de educación debe trascender lo meramente escolar?
-Los chicos y jóvenes se educan en un sistema educativo que no es el sistema escolar solamente, sino un conjunto de instituciones formativas. La Ley Nacional de Educación hace foco en el sistema escolar, pero en sí la ley es educativa, por tanto apunta a la transformación de la red de formación de los sujetos en las instituciones de la sociedad. De eso se trata.

 

Ley de Educación Superior, una deuda

"La Ley de Educación Superior es una deuda que tenemos. Hemos hecho toda una transformación normativa de la educación obligatoria, de la educación técnico profesional, de la ley de financiamiento, etc., pero no hemos afectado a la Ley de Educación Superior vigente, que se conserva, aunque con ligeras modificaciones, desde la década de los '90. Estoy convencido de que generar una coherencia en términos de nuevos paradigmas educativos exige también un replanteo urgente de esa la ley" (Rafael Gagliano).

 

"Una revolución por donde se la mire"

-A esta altura, ¿qué opina del Programa Conectar Igualdad? ¿Hay ajustes que realizar en su implementación?
-Ese programa es un recurso óptimo para la sensibilidad y el lenguaje de las nuevas generaciones. Hoy los estudiantes disponen del recurso tecnológico más avanzado que haya producido la escuela moderna. Ese recurso está en manos de los propios estudiantes, y esto es una revolución por donde se la mire.

-Desde ciertos sectores se intenta defenestrar al programa diciendo que los estudiantes usan las netbooks para escuchar cumbia villera, como si eso fuera un delito…
-Si los estudiantes escuchan cumbia villera está muy bien. Que escuchen todas las cumbias, todo el rock y toda la música que quieran. La netbook es un objeto con el cual el chico tiene una interface. El objeto y el chico están unidos, crean una ecología propia y coevolucionan en el tiempo.

-Otra crítica es que hay localidades del país donde no se cuenta siquiera con la mínima infraestructura para que se dé un uso adecuado de las computadoras, por ejemplo, que en muchos lugares no hay Internet…
-El progreso es desigual y hay que postular la justicia. Pero no hay que detener el progreso porque estemos demandando justicia. Si en determinadas localidades no hay Internet o electricidad, hay que apuntar a que haya. Si logramos el Programa Conectar Igualdad, ¿cómo no vamos a lograr esos suministros, esas infraestructuras necesarias?