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Edición N° 63 - Año X - Julio de 2013    

Turismo sostenible

Mucho más que dinosaurios y bodegas

Desde la sanción de la Ley Nacional de Turismo, el uso del término "turismo sostenible" es cada vez más frecuente. No sólo como nuevo paradigma para este sector sino también como meta hacia la que hay que caminar para alcanzar resultados positivos.

Por Susana Roldán

Desde aquella definición de "industria sin chimeneas" que pretendía describir al turismo en la década del ´80, ha corrido mucha agua bajo el puente. La mirada puramente economicista sobre una actividad tan amplia y heterogénea, que involucra lo económico, sin duda, pero tiene que ver con muchas otras aristas, que pasan más por el quehacer del ser humano que por las ganancia que el turismo pueda generar.
Lo primero es definir. Tal como asegura Liliana Acosta, directora del Departamento de Geografía de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, donde se dictan las carreras de Tecnicatura y Licenciatura en Turismo, hoy por hoy se usan tanto el término sostenible como el de sustentable. "Aunque a mí me gusta más sostenible, porque sustentable es un neologismo que tiene más que ver con el vocablo en inglés", refiere. Ambas expresiones sirven, entonces, para calificar al turismo sostenible como aquella actividad que se realiza sin dañar ni agotar el espacio ni el paisaje, pero que además se compromete con que este paisaje siga estando para las generaciones futuras. Según explica Acosta, "el concepto se toma de los años 80, cuando comienzan los primeros foros sobre desarrollo y ambiente y se acuña el término para definir al uso de recursos que se hace sin comprometer el acceso a los mismos por parte de las generaciones futuras".
El cuidado del ambiente no se circunscribe solo a los recursos naturales. "En turismo –dice la especialista- hablamos de recurso escénico. Y esto incluye no sólo a los recursos naturales sino a aquellos recursos culturales que son producto de la intervención humana, como por ejemplo las edificaciones y las prácticas culturales que resultan de las tradiciones de una comunidad".
El camino para llegar a precisar esta mirada actual sobre el turismo fue arduo. Afirma Acosta que "en un momento, sobre todo a principios del siglo XX parecía que había una discrepancia entre lo económico y lo ecológico. Actualmente, como hay una cultura de la preservación a nivel mundial, lo ecológico se ha convertido en un valor económico agregado". Esto lleva, inevitablemente, a otra definición para el turismo sostenible. "Entre las principales ventajas que tenemos en San Juan, figura un recurso escénico muy bueno y que hay que aprovechar. Sin duda Ischigualasto es el más conocido, pero existen otros recursos a menos distancia con un gran valor, como Loma de las Tapias y el Área Protegida Sarmiento. Estamos hablando de zonas prácticamente vírgenes, muy cerca de la capital, que pueden ser explotadas turísticamente y puestas en valor", afirma Liliana Acosta.
"Hay un modelo de turismo que tenemos que desarrollar, pero propio. Tenemos que dejar de creer que solamente los mendocinos o los cordobeses pueden hacer bien las cosas cuando se habla de promoción turística. Esto precisa de dos cosas: por un lado, políticas de estado acordes, como es por ejemplo legislación adecuada. Y por otro lado, el trabajo en las comunidades para hacer una tarea educativa en cuanto a lo receptivo. Eso lo estamos trabajando desde nuestra área de Antropología, saliendo a las comunidades y enseñando cómo el turismo puede convertirse en una buena herramienta para una mejor calidad de vida de sus integrantes", concluyó Acosta.

 
Ley de Turismo

Generar un modelo de promoción de turismo necesita de una tarea: educar en la receptividad. Esta tarea educativa se verá plasmada en una futura Ley de Turismo, que actualmente se está trabajando en el Colegio de Profesionales en Turismo. "La creación del Colegio -dice Acosta- fue un hecho importante, ya que permite a nuestros egresados comenzar a generar espacios de trabajo dentro del sector público y del sector privado. Esta es una tarea que seguramente va a llevar tiempo, ya que la carrera recién lleva 13 años. Pero estamos convencidos que de a poco se irán generando las condiciones para profesionalizar la actividad".

 
Expansión de la carrera

A principio de 2013, comenzó a dictarse en forma presencial la Tecnicatura en Turismo en el departamento Valle Fértil. La carrera había existido anteriormente en modalidad semipresencial, pero se consideró necesario modificar esa modalidad. Actualmente se analiza la posibilidad de llevar la misma carrera a otros departamentos alejados –Calingasta es la apuesta más fuerte- para concretar esa tarea de intervención en las comunidades, tan necesaria para apuntalar un turismo sostenible y rentable.