La Educación Especial a lo largo de la historia ha experimentado importantes y sustanciales cambios, los cuales se han relacionado con el modo de concebir y representar socialmente la discapacidad. Partimos de un modelo médico donde la discapacidad es vista como una enfermedad situada en el sujeto, acentuando la inferioridad biológica de las personas con discapacidad, la cual debe ser curada. En esta concepción se destaca la falta, la pérdida, la dependencia de la persona con discapacidad, lo cual genera una actitud negativa ante la sociedad. Este modelo sitúa la discapacidad en el individuo.
Lentamente nos hemos ido corriendo de este modelo, para dar arribo a un modelo social, donde se considera a la persona con discapacidad como "sujetos de derecho". Esta nueva concepción plantea la Discapacidad como algo social y no individual, donde es la sociedad con sus barreras la que limita y etiqueta. Por lo tanto la discapacidad no está ubicada en la persona, sino que surge de la interacción entre la persona con un entorno desfavorable. Este nuevo modelo enfatiza la importancia de considerar a las personas con discapacidad como sujetos de derecho, con todo lo que como ciudadano le corresponde, derecho a educación, salud, accesibilidad, trabajo, empleo. Es el reconocimiento efectivo de la persona sobre la discapacidad, reconocimiento hacia su persona. Por lo tanto, plantea un posicionamiento claro de derechos humanos. Para ello es necesaria la construcción de una cultura que comprenda y acepte a cada ser humano como es, viendo la diversidad como una oportunidad de enriquecernos, estimularnos y hacernos únicos.
Un antecedente importantísimo del modelo social lo constituyó la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad aprobada en el año 2006 en las Naciones Unidas. Dos años después, Argentina sanciona y promulga la Convención con carácter de ley.
Estamos en un camino nuevo, donde palabras como personas con discapacidad, derechos, diversidad, igualdad de oportunidades van tomando un sentido particular, como cada persona. Nos enmarca un nuevo modelo, una mirada más social, donde hay lugar para todos y cada uno de nosotros con nuestras posibilidades y diferencias.
Se trata de aceptar lo diverso, focalizando la esencia de lo humano.