Las ocasionales fuertes precipitaciones suelen causar erosiones y cortes en rutas y caminos de San Juan, como el tramo hacia Jáchal de la Ruta 40. La Escuela de Ingeniería de Caminos de Montaña tiene estudios realizados sobre efectos de los caudales en obras, los cuales se informan a Vialidades.
En el estudio de drenajes de caminos el objetivo es analizar, bajo situaciones de lluvias intensas, los efectos que provocan en su escurrimiento los mayores caudales de las cuencas que dirigen su drenaje hacia las rutas y caminos, y que consecuentemente suelen destruir alcantarillas y puentes. Una fotografía recurrente de esto suelen ofrecerla tramos de la Ruta Nº 40, que va desde San Juan a Jáchal. El ingeniero Oscar Fernández, de la Escuela de Ingeniería de Caminos de Montaña (EICAM) de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ, sostiene que esa ruta debería tener una rasante más alta para poder realizarle obras de mayores dimensiones. "La ruta fue construida hace muchos años y es muy baja -dice-. En algunos sectores las alcantarillas también son bajas y se las va ampliando en su ancho, pero tal vez eso no sea suficiente, porque ante un evento fuerte el agua supera el camino y lo erosiona. Una referencia a tomar en cuenta para dimensionar esas alcantarillas puede ser la altura de las de las vías de la línea férrea, que son más importantes y que por ello nunca tuvieron grandes daños".
En un escenario en el que también aparecen otras rutas problemáticas en ese aspecto, el EICAM comenzó en 2005 a trabajar en un proyecto de análisis del funcionamiento de las obras de arte (alcantarillas) en tramos representativos de las rutas principales de San Juan: rutas nacionales Nº 149 y 150 (además de la 40); y la ruta provincial Nº 510. La idea fue verificar y ajustar los parámetros de las fórmulas que ayudan a determinar los caudales que derivan de las cuencas y escurren por cauces principales.
Efecto de aguacero
Derivado de esas etapas, en 2011 comenzó el proyecto "Modelos de intensidad de lluvias calibradas para el Diseño de Obras de Drenaje en las rutas de San Juan". "En él usamos aquellos parámetros y una corrección basada en el análisis de un amplio número de registros pluviométricos para determinar los efectos que puedan ocasionar las precipitaciones en cualquier sector de la provincia", señala Fernández.
Según explica el investigador, el objetivo del proyecto es que con los datos de una serie de registros de mediciones de precipitaciones que se dispone de estaciones meteorológicas en diferentes puestos de la provincia y de las que existían en las estaciones del ferrocarril, determinar curvas de intensidad, duración y frecuencia de lluvias. "Tratamos de aplicar estos datos a modelos para obtener coeficientes de correcciones en una expresión que pueda determinarnos cómo se distribuyen en esos lugares las precipitaciones. Pero hay zonas en que no tenemos datos meteorológicos cercanos en el tiempo, porque los registros analizados van desde los años '65 o '70 hasta los '90, cuando desaparecieron los ferrocarriles. Por ejemplo, si necesitamos estudiar las precipitaciones en un trayecto de Angaco a Valle Fértil, no disponemos de registros de ese segmento, pero puede servir una correlación con datos obtenidos en San Agustín o Astica", indica.
Obras de acuerdo al caudal
Ing. Oscar Fernández, de la Escuela de Caminos de Montaña, Facultad de Ingeniería de la UNSJ.
El trabajo con los resultados del proyecto consiste en medir o determinar el "Q" o caudal que pasa por determinados cauces y, en base a ello, diseñar la obra de arte. Luego la tarea es buscar que la medición de esos caudales se ajuste a lo que pueda suceder realmente en las rutas de San Juan. "Los resultados de estos proyectos se informan a las Vialidades y está disponible en la EICAM. Suponiendo que en la Ruta 40 se daña una alcantarilla, está disponible el trabajo para que puedan adoptar datos que permitan restablecer las obras nuevas con dimensiones más seguras", cierra Oscar Fernández.