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Edición N° 58 - Año IX - Octubre de 2012    

VOTO OPTATIVO A LOS 16 AÑOS

Tratando de crecer

La Cámara de Diputados de la Provincia aprobó la ley que permite votar a los jóvenes de 16 y 17 años. Desde que era sólo un proyecto, esa iniciativa genera opiniones encontradas. Los argumentos más fuertes hablan de falta de madurez y de cultura política en los jóvenes, algo que puede contrastar con su participación creciente en cuestiones públicas en los últimos tiempos. La controversia debiera ceder ante el hecho de que para ellos no sería obligatorio sufragar.

Por Fabián Rojas

No es necesario remitirse a los pibes de "la noche de los lápices", íconos de la participación juvenil en defensa de sus derechos. Más acá también hay muestras: las recientes tomas de colegios porteños por parte de alumnos y, acá mismo en San Juan, la participación de jóvenes en ONGs, sus reclamos por mejores condiciones edilicias en las escuelas o las reiteradas marchas de estudiantes secundarios por el precio del boleto estudiantil. La movilización está ahí, de motus propio, pergeñada por ellos cuando sienten comprometidos sus derechos, por caso, a la educación. Hay ahí compromiso y una capacidad de intervención que no queda a contramano del derecho a elegir gobernantes, optativamente, tal como plantea la ley que hizo punta a nivel nacional desde San Juan.
El hecho de que el voto joven es optativo debiera hacer cejar las controversias, ya que ello implica que el joven que asista a sufragar, seguramente lo hará porque en verdad se interesa. Pero si la participación política de los jóvenes mediante el acto eleccionario se les hacía esquiva, no sucede lo mismo con la otra fuerza movilizadora del mundo contemporáneo: el mercado. Los adolescentes sí son absorbidos como target predilecto, sin miramientos, por las fuerzas mercantiles. "El objetivo no es que actores infantiles beban Coca Cola en anuncios televisivos, sino que los estudiantes creen conceptos para la próxima campaña publicitaria durante la clase de lengua", afirma con crudeza la periodista canadiense Naomi Klein en su libro "No logo: el poder de las marcas". Si hasta esos niveles de interés por la "inclusión" de los jóvenes en sus objetivos llega el mercado, la cuestión es por qué los procesos electorales políticos no pueden incluirlos.

Cualificar / cuantificar

Revista La Universidad consultó a especialistas de la Universidad Nacional de San juan y a legisladores provinciales sobre este tema. "Creo que a las democracias hay que cualificarlas y no cuantificarlas. Es decir, habría que plantear cuáles son los procesos de sociologías políticas que se han incorporado en las escuelas primarias y secundarias para aportar a los jóvenes", dice el Lic. Aníbal Gutiérrez. Luego agrega: "No es correcto plantear que los jóvenes de 16 y 17 años aparezcan como una reserva histórica que viene a ampliar el margen democrático. Esto no es un problema de edad, es un problema de cultura política. La ampliación de la democracia requiere de la incorporación de sujetos que estén preparados dentro de un escenario de dominio de cultura política".
Por su lado, el diputado provincial Cristian Morales comparte la idea de que hay que dotar de mayor calidad al voto. Sin embargo, remarca: "Esto nada tiene que ver con la edad. Conozco gente de 40 o 50 años que en el mismo día de una elección, haciendo la fila para votar, le pregunta a la persona de atrás quiénes son los candidatos. Entonces los procesos de cualificación hay que hacerlos con toda la sociedad. Es una tarea que tenemos que darnos en todas las franjas etarias, y no sólo mirar a los jóvenes como grupo vulnerable sin poder de discernimiento".
Pero además, hay una veta referida a la inclusión imposible de soslayar. La Lic. Alicia Millani propone que si se hace primar un criterio cualitativo respecto del voto, "las personas iletradas, incultas o sin 'cultura política' no podrían votar, independientemente de la edad que tengan". Y respecto de lo cuantitativo, alega: "Todas las personas que viven en una comunidad: niños, incapaces de hecho (dementes, por ejemplo), analfabetos, etc., tienen derechos políticos que ejercen por sí o por otros y son inherentes a su condición humana. En este sentido, la ampliación de derechos cuantitativamente involucra a mayor cantidad de intereses, opiniones, posturas e identidades que construyen una democracia cualitativamente distinta. De hecho la universalización del voto fue un proceso histórico que involucró a diversos actores políticos: desde los primeros 'vecinos' (varones, propietarios) de las primeras repúblicas modernas, a los ciudadanos no propietarios, los esclavos libertos, las mujeres y, por qué no, los jóvenes".

Motivaciones

También existen argumentos referidos a las motivaciones de los jóvenes. La Lic. María Del Rosario Giunta sostiene que en muchos de ellos "no hay apasionamiento ni compromiso a la hora de elegir o de cursar una carrera universitaria. Entonces, si no se puede elegir un proyecto de vida futuro y no se asumen compromisos a nivel personal a los 18 años, ¿qué nivel de compromiso para elegir o construir proyectos que tienen que ver con su compromiso o responsabilidad civil puede haber en los adolescentes de 16?".
En una dirección similar opina Aníbal Gutiérrez: "Es cierto que desde Kirchner en adelante hay una voluntad política que pretende involucrar a los jóvenes, hacerlos participar en política. Pero yo creo que los jóvenes históricamente son apáticos".
"La supuesta apatía de los jóvenes –señala Alicia Millani- es extensiva a toda la sociedad. Sin embargo, en los últimos diez años en nuestro país y el mundo se viene observando la ocupación del espacio público por parte de los jóvenes independientemente del capital cultural de sus familias. Por ejemplo, manifestaciones de estudiantes en Chile, 'indignados' en España, mundo árabe, etc. Este signo epocal muestra una cultura política distinta por parte de los jóvenes, que habla de su involucramiento en la cosa pública y la ampliación de esa participación al voto reflejaría un sistema político que los contempla, los reconoce y pretende respetarlos como sujetos políticos".

Formación / información

Un fundamento del senador Aníbal Fernández, uno de los autores del proyecto a nivel nacional para que los jóvenes puedan votar, es que los adolescentes tienen mucho más acceso a la información debido al uso de las nuevas tecnologías, acceso sustentado por la distribución de netbooks por parte del Estado nacional. Aníbal Gutiérrez ve con buenos ojos esa política estatal para el acceso masivo de jóvenes a las nuevas tecnologías: "Se ha institucionalizado la política social, y la derecha no debería criticar la distribución de netbooks". No obstante, advierte: "Hay que ejercer serios y fuertes controles sobre cómo usan las netbooks los jóvenes. Esto es un proceso. No podemos decir que un chico que recibió una netbook el año pasado, hoy se encuentra en plena capacitación política para discernir sobre sistemas electorales y candidatos y sistemas políticos"
En tanto, Alicia Millani expone que "en realidad sólo son jóvenes que si se ven atraídos a votar podrán hacerlo por aquellas propuestas políticas que mejor los representen y quizás aquí esté el punto nodal en el que debe preocuparse el universo adulto".

Nuevos tiempos

Lo cierto es que hoy, superados tiempos de represión, antipolítica y de mercado como único demiurgo, muchos adolescentes claman por involucrarse en la cosa pública y, de hecho, lo hacen. "Se han incrementado los espacios de participación de los jóvenes en distintas organizaciones de la sociedad, y esto ya implica una necesidad de mayor inclusión institucional, porque no es que lo hagan por las redes sociales sino que lo hacen de manera presente y activa", grafica el diputado Morales.
Pero también hay numerosos jóvenes que, "al menos por ahora", dicen, no les interesa elegir gobernantes. "Es que pueden comportarse como adultos en el medio familiar conocido pero, enfrentados a situaciones problemáticas en el mundo externo, no saben cómo resolverlas. Se dan casos de ataques de pánico, fobias, ante situaciones de exámenes; dificultades de aprendizaje, inseguridad frente a la toma de decisiones. Todo esto tiene que ver con subjetividades que responden a este modelo globalizado donde el consumismo, el individualismo, el hedonismo, el reemplazo de los valores, son los constituyentes de las personas", razona en este punto la Lic. Giunta.
De todos modos, la apertura del escenario electoral para los jóvenes parece configurar un nuevo hito o paradigma, comparable a algunos históricos, como la inclusión de las mujeres en el derecho al voto. Son signos de una dinámica histórica que se traduce en el permanente intento social de crecer. De eso se trata, y el debate es parte de ello.

 

"Profundización de la democracia"

El 15 de agosto ingresó en la Legislatura Provincial un proyecto de ley denominado "De profundización de la democracia", cuyos autores son los diputados del Frente para la Victoria Eduardo Bustelo, Cristian Morales, Carla Muñoz y Gastón Díaz . El texto fue convertido en Ley el 11 de octubre y convirtió a San Juan en la primera provincia en dar luz verde a los jóvenes de 16 y 17 años para que puedan votar. La norma modifica el Artículo 2 de la Ley 5.636 (Código Electoral Provincial), para que los jóvenes de esa franja etaria voten, pero de modo optativo. La Ley 5.636 dictaminaba que son electores "los ciudadanos mayores de 18 años". La nueva ley está en sintonía con otro a nivel nacional propuesto por los senadores Aníbal Fernández y Elena Corregido, ambos del Frente para la Victoria. Si ese proyecto nacional es aprobado, los jóvenes de todo el país podrán votar en las elecciones legislativas nacionales del año próximo.

Voces

"Me interesa votar"

Joaquín (16) - Colegio Central Universitario "M. Moreno"

"Sí me interesa poder votar, porque me parece que no hay edad para que cada persona tenga su pensamiento político. Creo que aunque no tenga 18 años, tengo una postura y podría votar. En mi casa se habla mucho de temas políticos, porque hay diferentes opiniones acerca de los temas de actualidad".

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"Habría que tener más edad"

Luciana (16) - CCUMM

"Estoy llegando a la edad en que tengo que empezar a ver qué voy a seguir estudiando en la universidad, y ni siquiera tengo claro eso. Mucho menos puedo saber a quién puedo elegir para gobernar. Creo que es al contrario, que habría que tener más edad para votar, para estudiar y tener una idea clara de política".

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"Prefiero esperar hasta los 18"

Lourdes (15) - Escuela Industrial "Domingo. F. Sarmiento"

"Votar a los 16 años está mal porque a esta edad no tenemos conciencia de a quién podemos votar para que nos represente. Yo no votaría a los 16, prefiero esperar hasta los 18 años porque ahí al menos estaríamos un poco más informados. Los adolescentes tenemos intereses pero creo que la política no es nuestra prioridad".

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"Estoy en condiciones de votar"

Laura (16) - EIDFS

"Creo que por ahí se subestima mucho a la gente de nuestra edad. Tal vez hay jóvenes de mi edad que no están informados, pero creo que podrían hacerlo y no justificarse en su edad. Yo sí creo que estoy en condiciones de votar. Se dice que somos inmaduros, pero hay gente de 20 años y mucho más edad que no sabe nada de nada".

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"También tenemos derecho"

Federico (16) - Escuela de Comercio "Lib. Gral. San Martín"

"Sí estoy de acuerdo con votar a los 16, porque pienso que no sólo los mayores pueden tener ese derecho sino también nosotros. Podemos elegir nuestros representantes. Con mi hermano hablo de política y generalmente me informo por los noticieros. La realidad del país me interesa y no estoy de acuerdo con los que dicen que se nos puede manipular".

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"Tiene que haber buena información"

Josías (16) - ECLGSM

"En cierta manera tenemos que empezar a tomar idea de política, pero hay una gran desinformación y el gobierno quiere beneficiarse con los votos. Sé que el voto no sería obligatorio, pero no votar sería la peor decisión. Considero que para que votemos tiene que haber buena información tanto del gobierno como de la oposición".

FICHA TÉCNICA

Lic. Aníbal Gutiérrez, docente del Departamento de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ.

Lic. Alicia Millani, profesora en la carrera Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ.

Lic. María Del Rosario Giunta. Dirección de Psicología y Psicopedagogía de la UNSJ.