edición 55
AÑO Ix - Nº 56 | marzo de 2012
nota de tapa
EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL
El Estado nacional ha instrumentado políticas vinculadas con la obligatoriedad de las instituciones educativas de implementar sistemáticamente la Educación Sexual Integral. La Ley 26.150 de 2006 así lo establece. La Universidad Nacional de San Juan trabaja desde hace tiempo en este terreno y aplica la normativa. Especialistas de esta casa de estudios hablan de la implicancia de la Educación Sexual Integral, su necesidad de aplicación y las resistencias para incorporarla en el sistema educativo de la provincia.

por fabián rojas
ilustraciones: adriana guaJardo y alejandro carrizo
tapa: claudia molina

"Todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal. A los efectos de esta ley, entiéndase como educación sexual integral la que articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos". Así insta a los educadores en su Artículo 1º la Ley 26.150, referente al Programa Nacional de Educación Sexual Integral, promulgado en octubre de 2006. En línea con esta normativa, el Departamento de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes (FFHA) de la UNSJ y los tres Institutos Preuniversitarios de esta casa de estudios comenzaron a desarrollar estrategias a tono con el espíritu de la Educación Sexual Integral (ESI). No obstante, pese a su plena vigencia, la aplicación de esa ley en el resto del sistema educativo de la provincia es dispar e incluso nula. "Resistencia" es la palabra clave. Resistencia a la ESI desde sectores tradicionalmente conservadores, pero también barreras autoimpuestas por los propios docentes y por familiares de quienes deben ser los principales beneficiarios de esa ley: niños, niñas y jóvenes. "En los últimos años la perspectiva biomédica ha tomado cuerpo en función de la gravedad de las enfermedades de transmisión sexual contemporáneas y en las escuelas se ha comenzado –de manera desigual, por cierto-, a ofrecer información sobre cuidados que en general tienden a demonizar el ejercicio de una sexualidad saludable sin dar respuesta a las preguntas y a las pulsiones que los adolescentes tienen", señala la Mg. Paula Mateos, del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación de la FFHA.
"En San Juan no estamos implementando la Ley de Educación Sexual Integral. Hoy tenemos otros temas muy candentes que resolver desde el Ministerio.
Pero sí queremos generar un intercambio de opiniones con distintos sectores del sistema educativo de la provincia, incluyendo también a representantes de diferentes credos para tratar la educación sexual", informa a Revista La Universidad la profesora Cristina Díaz, ministra de Educación de la Provincia. Luego admite: "Sí, este tema genera resistencia, sobre todo a partir de contenidos de la revista de educación sexual que el Ministerio de Educación de la Nación envió a las escuelas".

La funcionaria se refiere a la Revista "Educación Sexual Integral - Para charlar en familia", distribuida el año pasado en el país por esa cartera pública con el objeto de que los adultos de las familias argentinas encuentren en esas páginas una ayuda para hablar con niños/as y adolescentes de sexualidad en su sentido más amplio. Esa revista llegó a las escuelas pero en la mayoría de los casos quedó guardada en los establecimientos sin ser distribuida entre las familias de los alumnos. "Se le ha criticado, por ejemplo, la imagen de una niña descubriendo su vulva o de un niño descubriendo su pene, enfatizando en la imagen como si fuese pornografía, y soslayando que el comentario al respecto es una ayuda para que los padres tengan elementos discursivos para hablar con sus hijos de un tema que quizás nadie habló con ellos", dice Paula Mateos.

Otro enfoque

Estudiantes y egresados del Departamento de Filosofía y Ciencias de la Educación de la FFHA organizaron el Encuentro Multidisciplinario "Reflexionemos juntos sobre Educación Sexual Integral", en el cual abordaron la temática desde las ciencias sociales. "Buscamos instalar un tema que de por sí en esta provincia cuesta que se hable. Desde el enfoque biológico siempre es fácil encontrar médicos o biólogos dispuestos a hablar del tema. En cambio, desde las ciencias sociales no es tan común que se trate, por eso buscamos enfoques desde la historia, la filosofía, la psicología o la sociología", expresa la Prof. Florencia Wortman, una de las organizadoras. Ese encuentro fue propicio para reunir en un mismo ámbito no sólo miradas multidisciplinarias, sino también distintas posiciones respecto de la aplicación de la ESI.

Familia y/o escuela

Uno de los aspectos que generan disensos tiene que ver con si la puesta en práctica de la educación sexual corresponde a la familia, a la escuela o si debe existir complementariedad. Hay sectores que consideran que en estas temáticas, la escuela jamás puede sustituir del todo a la familia. "La implementación de la Educación Sexual Integral es una gran oportunidad para enriquecer la tarea educativa, pero la escuela tiene que ayudar a la familia sólo subsidiariamente, sin ponerse en lugar de esta última", enfatiza la abogada Miryan Andújar de Zamora, fundadora de la ONG "Compromiso por la familia y la niñez", que nuclea a distintos credos y a padres de familia. En tanto, el Mg. Andrés López, profesor de Historia de las Ideas Latinoamericanas en la FFHA y Máster en Sexología, sostiene: "Esta ley plantea la contribución de la escuela a que los jóvenes tengan conductas sexuales responsables. En este sentido, la escuela no va a reemplazar a la familia, sino que va a contribuir".
Sin embargo, la Lic. en Psicología Norma Aubone, profesora en Ciencias de la Educación en la FFHA, remarca el rol de la escuela y la preparación de los docentes: "Hay diferencia entre la función de la familia en la constitución de la subjetividad y la función de la escuela, que es la que forma para la salida al campo social. La escuela es la institución que puede desplegar el pensamiento crítico, porque la familia no tiene herramientas para realizar el despliegue de la inteligencia. Por eso es muy importante la formación de los docentes, para que pueda darse una segunda oportunidad a sujetos que, por patologías familiares, por déficit en la constitución familiar, no pudieron dar sustento a su subjetividad. De hecho, sabemos que hay familias endogámicas, incestuosas, y es la escuela la que puede resultar un corte a ello y una reorientación".

Cuestiones de edad

Miryan Andújar de Zamora expresa ante esta revista la preocupación de la ONG "Compromiso por la familia y la niñez" en cuanto a criterios que establece la ESI, sobre todo los relacionados con la edad de los chicos y las informaciones que recibirían. "Creemos que desde sus 4 o 5 años se puede ir hablando de algunas cosas con ellos, como del respeto a su cuerpo, su cuidado, que nadie los toque. Pero hablarles sobre distintas formas de vivir la sexualidad, y que todas son igualmente válidas, es complicado. No creemos que los chicos a esa edad puedan entender las diferentes formas de vivir la sexualidad", argumenta.
Sobre el tema de la diversidad sexual, uno de los planteamientos de la Revista "Educación Sexual Integral - Para charlar en familia" es: "Hay parejas formadas por una mujer y un varón, parejas formadas por dos mujeres y parejas formadas por dos varones, y eso no tiene nada de malo. Antes que todo, debemos enseñarles a niñas y niños a respetar a todas las personas y a respetarse a sí mismos, sin importar su orientación sexual".
Otros desacuerdos esgrimidos tienen que ver con cómo se abordan los temas de anticoncepción con chicos de 11 años en adelante. Se dice que, por ejemplo, en cuanto a pastillas anticonceptivas hay que decir qué producen, sus posibles complicaciones con el exceso. Sin embargo, en este punto, la Revista ESI dice: "Existe un teléfono gratis, el 0800-222-4444, donde se pueden preguntar todas las dudas sobre métodos anticonceptivos y salud sexual y reproductiva".

Resistencias

Las resistencias a una implementación sistemática de la ESI se manifiestan de manera variada y emanan de sectores vinculados con credos religiosos, pero también surgen del seno de las propias familias de los alumnos e incluso desde los educadores. "Hay docentes que se han formado en un sistema y una sociedad en la que de esto no se hablaba, por ello en su aula no se sienten en condiciones de instalar un debate sobre educación sexual. De allí que haya que apuntar a la formación de los docentes", asevera Florencia Wortman.
En esa misma dirección ha empezado a trabajar el Departamento de Filosofía y Ciencias de la Educación de la FFHA (ver aparte), y desde esa unidad, la Lic. Aubone reclama: "La escuela pública tiene que abrir la educación a la cultura diversa. Si no, se transforma en un encierro endogámico, quedando el sujeto enajenado a un discurso único. Las profundas resistencias a la ESI vienen también de parte de los mismos docentes porque este es un conocimiento que involucra nuestras propias pautas, inhibiciones y tabúes. Y esto no es algo que se maneje conscientemente ni puede ser modificado con un curso de capacitación. La carrera de Ciencias de la Educación tiene que ser un referente, dentro de la universidad, por ser formadora de los educadores de nivel superior, en una institución pública, laica y por tanto abierta a la diversidad de discursos"

Estado presente

La ESI es una política pública focalizada en la niñez, la adolescencia y la familia. Está enmarcada en la Ley Nacional de Educación y en la Convención Internacional de los Derechos del Niño, a la cual adhiere la Constitución Nacional. "Algunas instituciones consideran que con la ley de ESI el Estado se 'entromete' en las vidas privadas de las familias y de las personas; se ha planteado inclusive que es una intromisión del Estado Nacional en la órbita provincial", subraya Paula Mateos. Luego añade: "Si bien es cierto que todas las instituciones y agencias de la sociedad civil tienen derecho de impartir su mirada acerca de la sexualidad en general y de la educación sexual en particular, es el Estado quien tiene la obligación de hacerse cargo de velar por los derechos de la ciudadanía". Por su parte, la Lic. Alicia Millani, profesora en la carrera Ciencias de la Educación de la FFHA, agrega: "La ley de ESI hoy nos permite hablar y debatir sobre la sexualidad de la población como un aspecto más del sujeto, de su salud, de sus valores y, sobre todo, como un elemento de poder en la construcción de identidades individuales y colectivas. Aquí aparece el Estado en la ejecución de una política educativa que expresa su voluntad de construir poder y subjetividades en torno al análisis y conocimiento del ejercicio de la sexualidad".

Se trata, entonces, de entender las nuevas políticas educativas públicas como oportunidades de correr viejos velos enemigos del desarrollo y la liberación de las personas. Será cuestión de abrirse a los cambios porque, como bien señala Paula Mateos, "mientras aquí estamos hablando, mientras se diseñan 'adaptaciones curriculares acordes a nuestra idiosincrasia pretendidamente tradicional', los chicos y las chicas siguen creciendo, descubriendo su cuerpo, enamorándose una y mil veces, haciendo el amor con sus novias y novios, que a veces son sus compañeros de escuela, otras veces son sus amigos y otras son conocidos ocasionales; a veces con información y a menudo sin ella; a veces con profiláctico, pero a menudo sin; a veces con alegría, emoción y curiosidad, pero casi siempre con culpa y miedo de quedar embarazadas o embarazados (porque allí donde hay una mamá adolescente, hay casi siempre otro adolescente, igual de desinformado, de asustado y de inseguro); o también siempre con miedo de contraer HIV".

Qué es la Educación Sexual Integral

El Ministerio de Educación de la Nación define Educación Sexual Integral como "el espacio sistemático de enseñanza aprendizaje que promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y críticas en relación con el cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad y de los derechos de los niños, las niñas y los jóvenes". A esta definición, especialistas de la Universidad Nacional de San Juan la enriquecen con el agregado de otros conceptos. "Algunos sectores entienden que el modelo ESI se opone a otro modelo que llaman 'Educación para el amor', basado en el control del comportamiento sexual y la preparación para el matrimonio. Pero no se oponen, porque al ser integral, esta educación sexual apunta a los afectos. La ESI plantea que los sujetos lleguen a tener vínculos sanos, sin violencia, superando situaciones como la opresión de lo masculino sobre lo femenino; busca que mejoren sus relaciones personales, interpersonales y amorosas", explica el Mg. Andrés López.

Para la Lic. Alicia Millani, "la sexualidad para el amor no es un patrimonio exclusivo de los sectores conservadores, los sectores laicos también tienen una moral". Y agrega: "Elconservadurismo reduce la sexualidad sana y amorosa al contexto de un paradigma familiar que no necesariamente es el aceptado por todos los ciudadanos que conviven en una comunidad. Existen múltiples formatos familiares, amatorios, que no responden a un paradigma preestablecido".

"Somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos, no es que hay un comienzo a tal edad para la sexualidad, sino que ésta está presente como una dimensión del ser humano desde que nace. Por ello no se puede obviar en ningún momento la educación en la sexualidad, que no es sólo una dimensión biológica o médica, sino que involucra aspectos sociales, psicológicos, culturales, históricos, morales y filosóficos. En la ESI está incluido, por ejemplo, romper con la discriminación de género o de orientación sexual", explica la Prof. Florencia Wortman.

Por otro lado, la Lic. Norma Aubone propone: "El respeto por el cuerpo de uno, el cuerpo del otro, el respeto por el tiempo de cada uno, por los tiempos de habla, etc., es educación sexual. Sin embargo, se cree que la educación sexual en los niños es bajarles información sobre cómo se coloca un preservativo. Por supuesto que es necesaria la información como parte del conocimiento. De hecho, en Biología y Anatomía hemos estudiado el aparato reproductor en las plantas y los animales, pero no en el ser humano. Esto es un ejemplo de los mecanismos de "des-información", de "des-conocimiento", al servicio del disciplinamiento social de lo que la escuela es una de las herramientas principales".

Los Institutos Preuniversitarios y la ESI

La Secretaría Académica de la Universidad Nacional de San Juan organizó tres Jornadas Institucionales sobre Educación Sexual. Estuvieron destinadas a integrantes de gabinetes psicopedagógicos, docentes tutores y personal directivo de los institutos preuniversitarios de la UNSJ y fueron coordinadas por las licenciadas Analía Leonetti, Norma Aubone, Dr. Jorge Castro, Dra. Susana S. de Roca y Lic. Víctor Hugo Montaño. En esas jornadas los participantes abordaron la sexualidad desde un paradigma contextual-dialéctico como efecto de un entramado de múltiples dimensiones o discursos: social, psicológica, política, biológica, jurídica, ética y espiritual.
Por otra parte, revisaron el lugar que la escuela tiene en la transmisión de contenidos referidos a la sexualidad y las actitudes hacia ella. En la tercera jornada cada institución presentó una propuesta para formalizar todas las intervenciones que se venían ejecutando en materia de educación sexual. Actualmente, cada instituto preuniversitario de la UNSJ ejecuta su propuesta con la supervisión de Secretaría Académica. A continuación, un breve panorama de esos programas.

Escuela Industrial D.F. Sarmiento

La decisión de la Escuela es trabajar la Educación Sexual Integral junto con su Gabinete Psicopedagógico. "Revisamos todos los programas de las materias y nos dimos cuenta de que ya habíamos estado trabajando con educación sexual sin haber concebido antes un proyecto. Presentamos a Secretaría Académica un proyecto para trabajar en forma transversal. Ahora estamos trabajando en el refuerzo de los contenidos en todas las materias pensando en la ESI", señala la profesora Olga Arrabal, vicedirectora del turno mañana de la EIDFS. Luego, Arrabal se refiere a las barreras encontradas para la implementación de la ESI: "Hay muchos profesores que muestran resistencia, por eso decidimos que cada profesor abordara el tema desde su especialidad, y además organizamos charlas para los docentes desde el Gabinete Psicopedagógico. También involucramos a los padres; de hecho, distribuimos entre los padres de alumnos de los últimos años la Revista 'Educación Sexual Integral - Para charlar en familia'".

Escuela de Comercio Libertador Gral. San Martín

"La Escuela ya venía trabajando en la implementación de un nuevo plan de estudios y a partir de este año lo estamos poniendo en marcha. En la nueva estructura, hemos removido el espacio de Orientación y Tutoría que existía de 1° a 3° año y los docentes que ocupaban ese espacio, sumados a los profesionales del Gabinete Psicopedagógico Social, trabajan el tema de Educación Sexual Integral de manera transversal a las materias desde 1° a 6° año", describe la profesora Susana Giménez, vicedirectora de la ECLGSM. Durante las clases de ESI, los profesores de las materias regulares deben estar presentes en las aulas e involucrarse en el tema, según cuenta la Vicedirectora. "No hay una carga horaria para la ESI, sino que se da dentro de distintos espacios curriculares. También escuchamos a los padres de los alumnos porque sus aportes son valiosos. Pretendemos que se trabaje en equipo", concluye Giménez.

Colegio Central Universitario Mariano Moreno

"Para la profundización de la aplicación de la ESI, hubo que trabajar en vencer resistencias y temores de los propios docentes y de los padres", dice la profesora Myriam Ruiz, regente docente del CCUMM. Luego explica que muchos de los contenidos que se plantean en la Ley de ESI, "ya formaban parte de nuestros espacios curriculares. Por eso los reforzamos mediante el acuerdo de criterios con el equipo docente". El año pasado hubo previamente un trabajo de los especialistas del Gabinete Psicopedagógico Social con los padres de alumnos, con el propósito de establecer desde qué perspectiva se abordaría la ESI, y los motivos por los cuales se generaban resistencias, donde se incluyeron los contenidos de la Revista "ESI - Para charlar en familia". "Con los padres se planteó la necesidad de trabajar junto a ellos. Además, se habló de la postura del Colegio, que es entender al alumno como un ser integral, y que en cuestiones de valores el Colegio trabaja con los derechos garantizados por la Constitución Nacional. El Centro de Estudiantes propuso también abordar temas relacionados mediante proyección de películas sobre el HIV", señala la Lic. Ana María Graffigna, integrante del Gabinete Psicopedagógico Social del Colegio.

La Ley 26.150 dice que es obligatorio enseñar Educación Sexual Integral en los jardines de infantes y en las escuelas primarias y secundarias del país, sean de gestión estatal o privada. También dice que las familias deben estar informadas sobre la Educación Sexual Integral que se brinda en las escuelas.

Que eso no se dice, que eso no se hace,
que eso no se toca (1)

Escriben: Alejandra E. Camacho y Florencia Wortman
Egresadas de la FFHA
Profesoras en Ciencias de la Educación – UNSJ

- ¿Cómo te fue en la escuela? – le preguntó Pedro a su hijo Federico, de 16 años.
- Bien – contestó Federico, escueto como siempre.
- Bueno, pero ¿qué han hecho?
- Nada.
- Bueno, ahora andá y ordená tu pieza.
- No, no puedo. Me tengo que poner a hacer un trabajo para Educación Sexual. Me parece que es sobre la trata de personas.

Parece difícil imaginar que éste pudiera ser un diálogo corriente en los hogares de San Juan. Pero igual de difícil parecía, hace treinta años, hablar de la dictadura en las aulas. Y cien años atrás, nadie hubiera pensado que la mayoría de las escuelas serían mixtas. Instalar la temática de la sexualidad en las instituciones educativas no es una tarea sencilla; se trata de un proceso social de mayor alcance, cuyos plazos, que deben adaptarse a la complejidad de lo social, superan ampliamente la temporalidad de las disposiciones legislativas.
La resistencia no es casual. Considerando a la sociedad como un espacio en el que se dirimen luchas de poder, a las que subyacen importantes diferencias ideológicas entre diversos grupos, la sexualidad resulta un campo especialmente atractivo para este tipo de conflictos, en el que se acentúan las luchas por su control. Esto es así porque en el ámbito del ejercicio de los derechos sexuales se juega un gran espacio de poder y de libertad individual y social, pues la creciente capacidad de reflexión y acción genera una importante autonomía en la toma de decisiones. Autonomía que no compatibiliza con el control que ciertos grupos hegemónicos pretenden mantener sobre grandes sectores de la población, ante lo cual responden con una gran cuota de resistencia frente a este tipo de políticas. Ciertos grupos no se resignarían fácilmente a dejar de controlar los valores y hábitos que guían a los ciudadanos a decidir si usan o no métodos anticonceptivos, cómo definen su orientación sexual o cuántos hijos tienen; es esperable que se resistan ante una educación que posibilite a cada uno revisar esos valores y hábitos. Un ejemplo que ilustra esta tensión es la difusión, por parte de la Iglesia Católica, de revistas paralelas a la elaborada por el Estado (2).
Encontramos también aquí una situación paradojal: mientras algunos insisten con que "eso no se dice" en la escuela, en otros ámbitos como los medios de comunicación se lanzan imágenes que reflejan concepciones restringidas de lo sexual, ligándolo al cuerpo, a ciertos patrones muy limitados de belleza y a la genitalidad; y abordándolo con ligereza. Son mensajes mediados por intereses lucrativos y por la ideología presente en esa producción cultural. ¿Qué mejor, entonces, que explicitar el conocimiento y los cuestionamientos sobre sexualidad en la escuela, para poder formar allí una mirada crítica y amplia? Dado que la función de la institución educativa es la formación del sujeto y del ciudadano, podemos confiar en que se le dará allí un abordaje más serio y sólido, con el respaldo que supone el conocimiento legitimado y adaptado pedagógicamente.
El Programa Nacional de Educación Sexual Integral es una política que tiende a cumplir con la responsabilidad que al Estado le cabe en la garantía de los derechos ciudadanos, especialmente en este caso, de los derechos sexuales y reproductivos, del derecho a la educación, a la información y a la libertad. Implica un gran paso, por ejemplo, que se expliciten situaciones de violencia y desigualdad social tales como la discriminación, el abuso sexual, la trata de personas, la violencia de género.
¿Y qué lugar le cabe en esto a la Universidad Nacional de San Juan? Según su Estatuto, debe "esclarecer los problemas humanos, preferentemente los de la realidad argentina y latinoamericana y en especial los de la región, para proponerles solución". Es indelegable su responsabilidad, junto con el resto de las universidades nacionales, en la generación de conocimiento acerca de la problemática planteada, en la formación de profesionales que lleven adelante los procesos de cambio necesarios, y en la articulación con otras instituciones sociales (escuelas primarias y secundarias, institutos de formación docente y técnica, gremios, ONG's), para construir espacios de difusión e intercambio de saberes y experiencias.

Notas
1- Título extraído de la canción de Joan Manuel Serrat "Esos locos bajitos" - Álbum: En tránsito (1981).
2- Se trata de las revistas "Saber amar" y "Amar con el cuerpo - Guía para padres", que circulan en algunas instituciones privadas, y su aparición fue algo posterior a la publicación denominada "Educación Sexual Integral - Para charlar en familia", del Ministerio de Educación de la Nación, que las escuelas de todo el país debían distribuir en sus comunidades educativas.

Leer la sexualidad desde la interdisciplinariedad

El Departamento de Filosofía y Ciencias de la Educación de la FFHA de la UNSJ tiene un proyecto intercátedras que contempla un eje transversal a todas las cátedras de la carrera Ciencias de la Educación, y en el que cada una de ellas articulará un módulo en el que se pueda realizar una lectura de la sexualidad desde su competencia específica. "La intención es que se realice una jornada inicial de presentación del proyecto, que todas las cátedras intervengan en los contenidos y al final del primer cuatrimestre sean los alumnos quienes tomen el papel activo de comentar el modo en que ellos han podido apropiarse de la temática desde las distintas cátedras. Luego, esto se repetiría con las cátedras del segundo cuatrimestre", comenta la Lic. Norma Aubone, autora del proyecto y profesora en aquella carrera.
La propuesta, según Aubone, es la construcción de un espacio de debates y de intercambios con la participación de alumnos y docentes en el intento de un enriquecimiento mutuo desde la misma "brecha" intergeneracional que aparece por momentos como insalvable. "Pertenecemos a una carrera que es formadora de formadores, lo cual implica que debemos preparar sujetos-educadores con un posicionamiento crítico y amplio sobre la multiplicidad de discursos disciplinarios que dan visibilidad a la multiplicidad de dimensiones implicadas en la problemática. Es la 'racionalidad científica' desde donde se puede abordar la temática en los niveles educativos. La intención es plantear la complejidad y diversidad del tema, además de la imposibilidad de instalar un discurso hegemónico", cierra la especialista.

Copyright © 2004 - 2012 Revista La Universidad | Universidad Nacional de San Juan - Argentina | Todos los derechos reservados | revista@unsj.edu.ar