El Departamento de Música ha comenzado a generar proyectos tendientes a la incorporación de la música popular en carreras de grado, por lo que creo conveniente reflexionar sobre el tema.
Existe un consenso generalizado en clasificar a la música en dos tipos: "música culta y música popular". Según Frith, "en la base de cualquier distinción crítica entre la música 'seria' y la 'popular' subyace una presunción sobre el origen del valor musical…" (2001:413). Esta división es producida más por la especialización de los músicos y oyentes, que por el producto en sí.
Las dificultades para un análisis de los autores de música popular siguiendo el modelo tradicional europeo a través de una partitura, son insalvables porque la misma no representa fielmente lo que en realidad se escucha. Factores de timbre, expresión, respiración, gestualidad, privilegian el análisis del texto performativo grabado, "aumentando la importancia analítica de lo que se escucha por sobre lo que se lee" (González, 2001:48).
Lo popular define más una manera de hacer que un objeto en sí. La transmisión es esencialmente oral y la ejecución está regida por reglas implícitas.
A partir del hecho que la música popular comenzara a grabarse y a difundirse en los medios de comunicación masivos (desde la radio hasta la "web"), pasa a tener categoría de mercado, y deja de tener algunas de las condiciones que hasta el momento la había caracterizado.
Según González, "entenderemos como música popular urbana una música mediatizada, masiva y moderna. Mediatizada en las relaciones música/público, y música/músico, quienes reciben su arte principalmente a través de grabaciones; masiva y moderna, por su relación simbiótica con la industria cultural, la tecnología y las comunicaciones, desde donde desarrolla su capacidad de expresar el presente…". (2001:38).
Como intérprete de música popular (tango y "pop" en las décadas del '60 y '70), docente e intérprete de música académica y arreglador e intérprete de música folclórica en formato de concierto, puedo valorar los puntos de contacto y divergencia entre los géneros.
La Universidad, desde la docencia, investigación, creación artística y extensión, deberá avanzar en el sentido de popularizar la música "académica" y academizar la música popular produciendo un fenómeno de interacción que permitirá salvar las aparentes divisiones entre los dos géneros y aumentará la inclusión de todos en la práctica y el disfrute del arte musical.