El Instituto de Automática (INAUT) de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ tiene patentados sensores de humedad de suelo. Con ellos, sumando electrónica y software específico, ha desarrollado un sistema de control automático de riego para cultivos. Esta tecnología permite controlar el abastecimiento de agua al cultivo, por lo que su principal utilidad es la optimización y racionalización del riego, minimizando el uso de ese recurso escaso que es el agua. Ahora, a raíz de la firma de un Acta Complementaria entre la Universidad Nacional de San Juan, el Ministerio de la Producción de la Provincia y la Cámara Sanjuanina de Empresas de Información y Comunicación (CASETIC), este Instituto efectúa una prueba piloto con ese sistema en una finca ubicada en Pocito, luego de haber realizado exitosas experiencias en otros departamentos. "El prototipo realiza un control de la cantidad de agua a utilizar en el riego a partir de parámetros establecidos por el productor o el agrónomo", explica el ingeniero Rogelio Fullana, profesor e integrante del grupo de trabajo de Control en Agricultura del INAUT.
Hace alrededor de once años que el INAUT trabaja en el desarrollo de tecnología aplicada a la agricultura. La primera experiencia fue a nivel de cultivo protegido, con un sistema de control de temperatura, humedad y anhídrido carbónico, para un invernadero de la Escuela Agrotécnica Jesús de la Buena Esperanza, de Barreal. A partir de ahí, los especialistas empezaron a enfocarse en la medición de humedad en el suelo, desde el punto de vista del riego, y para ello desarrollaron un sensor. "En San Juan es muy típico el riego manual –describe Fullana-, se riega con demasiada agua y su exceso es lo que genera problemas. El agua es un recurso escaso y se consume más de lo necesario; además, se produce el lavado del terreno, es decir, el agua pasa a las napas freáticas y el suelo pierde sus nutrientes".
En función de los valores de humedad medidos por los sensores y por los parámetros agronómicos que recomiendan los expertos en la materia, el sistema con su software permite activar o no el riego por goteo o por aspersión, siempre con la premisa de utilizar sólo la cantidad de agua indispensable. "Esta tecnología fue probada en una finca de vid en el departamento 25 de Mayo, con resultado muy exitoso, y luego se repitieron experiencias con olivares", detalla Rogelio Fullana. Actualmente, como prueba piloto en la finca de Pocito, el sistema se ha instalado en plantaciones de tomate.
Los beneficios
Son varios los beneficios que permite el sistema de riego automatizado. En primer lugar, evitar el derroche de agua y extender la superficie de cultivos; además, ahorrar energía, ya que el hecho de medir la cantidad de humedad requerida por los cultivos permite al productor no excederse en el tiempo de utilización de bombas para el riego. Por otra parte, al permitir la regulación de humedad, el sistema facilita el control sobre características finales del producto agrícola. "Nuestra expectativa es que, al intervenir el Ministerio de la Producción en este proyecto, puedan activarse líneas de financiamiento para que el productor acceda a este sistema. El INAUT desarrolló esta tecnología y demostró que funciona, ahora resta la tarea de interesar al sector productivo y al Estado para masificar su uso", define el Ing. Fullana.
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