edición 50
aÑO VII - Nº 50 | noviembre 2010
ACTOS DE COLACIÓN DE GRADO DE LA UNSJ
Aniversario y nuevos profesionales
Días previos a la celebración de un nuevo aniversario de la Universidad Nacional de San Juan, más de 600 egresados de esta casa recibieron su diploma.
En el marco del 37º aniversario de la creación de la Universidad Nacio-nal de San Juan, se llevaron a cabo las Colaciones de Grado y Posgrado de las facultades de Arquitectura, Urbanismo y Diseño; Filosofía, Hu-manidades y Artes; Ingeniería; Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; y Ciencias Sociales. Los actos tuvieron lugar en el Centro de Convenciones “Guillermo Barrena Guzmán” del 6 al 8 de octubre pasado y contaron con la presencia de las máximas autoridades de la UNSJ.
En total fueron más de 600 los profesionales que recibieron su título universitario Promoción 2009 – 2010. Este año el acto central coincidió con la colación de la Facultad de Ciencias Sociales. En la oportunidad, después de los discursos de rigor, el rector Benjamín Kuchen ponderó el rol de la Universidad en la sociedad y saludó a los nuevos profesionales y posgraduados. “Considero que a través de la Colación de Grado se hace visible el trabajo personal, el esfuerzo individual, cooperativo y colectivo de la familia, de la institución y de la sociedad hacia la concreción de un proyecto común”, expresó el Rector.
“¿Qué significa la graduación?”
Escribe
Mg. Arq. Alicia Malmod
Docente e Investigadora - Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño - UNSJ
-Discurso pronunciado el 6 de octubre de 2010 en el Acto de Colación de la FAUD-

En primer término nuestras felicitaciones a todos los graduados y a sus familias porque la graduación es en parte un mérito personal de los egresados, pero también el fruto de un esfuerzo colectivo de las familias. ¿Qué significa la graduación? Es una instancia especial en la que se transforma la relación que cada uno de ustedes mantiene con la sociedad. A partir de ahora no somos los docentes de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño los que los evaluaremos, sino que es la sociedad la que los va a evaluar como profesionales y como individuos, a través de sus actitudes, conducta y desempeño.
Todas las postergaciones de estos años cobran sentido y esto es uno de los aprendizajes que se llevan de la universidad.
Tal vez en una colación de las carreras de Diseño Gráfico, Diseño Industrial y Arquitectura y Urbanismo sea esperable que hable del “Diseño”, como factor común de estas tres carreras. Sin embargo, no lo voy a hacer. La razón es que para mí, y seguramente para muchos otros docentes, “el diseño” ha sido la excusa, una excusa con mucho contenido y energía invertida por cierto, pero el objetivo superior ha sido y es la “formación en valores”.
Los que hemos tenido el privilegio de formarnos en una universidad pública tenemos la obligación de participar en la generación de oportunidades y en la regeneración de instituciones. Una formación en valores implica reconocer la heterogeneidad como un valor de profunda significación, implica respetar distintas miradas. Ejercer la inclusión, no sólo declamarla. No hablo de la inclusión de unos “otros” lejanos, hablo de comenzar a ejercitarla aquí y ahora. Terminar de excluirnos entre nosotros porque uno está a favor de la actividad pública y el otro de la actividad privada, porque uno es de izquierda y el otro de derecha, porque uno es de Mendoza y el otro de San Juan. Defender proyectos de vida colectivos basados en el respeto a la diferencia y la solidaridad, de eso trata el reinventar la vida.

Tal vez no seamos los Frank Gheri o los Le Corbusier que desea-ríamos, yo creo que para eso hay tiempo. Si hemos logrado construir o reafirmar la amplia gama de valores sobre los que se construye la vida, si somos capaces de reflexionar sobre el sentido de los hechos que nos constituyen como personas, entonces podemos sentirnos satisfechos. Porque finalmente como humanos tal vez hayamos sido “mal diseñados”, pero la buena noticia es que “no estamos terminados”.
¿Qué se llevan de la universidad? Alguien pensará: “Me llevo una certificación, una habilitación para insertarme de otra manera en el mundo laboral”, y por cierto que es así. Pero se están llevando algo más trascendente e insustituible, que es el conocimiento. No en el sentido de contenidos solamente (que envejecen con una rapidez asombrosa), sino básicamente herramientas que les permitirán enfrentar situaciones nuevas.
Tenemos herramientas, pero no es suficiente contar con ellas sino que debemos decidir qué Mg. Arq. Alicia Malmod hacer con ellas, y esto requiere de algún posicionamiento. Podemos sólo emplearlas para ser portada de la revista Summa, Experimenta, Barzon o Tipográfica, o intentar estar a la vanguardia en lo que se refiere a diseño arquitectónico. Estamos altamente calificados para ello, pero también podemos usarlas en beneficio de quienes menos tienen, prestar un servicio a la sociedad. Ambos destinos, ambas opciones, no son incompatibles. Tiene que ver con percibir el dolor y seguir caminando, o detenerse y hacer algo al respecto.
En un país como el nuestro, el claro uso de las herramientas que tenemos en nuestras manos hará que la Argentina no sea sólo lo que vemos hoy sino lo que entre todos podamos hacer de ella en el futuro.

No lo olviden: “saber nos da la opción de elegir”. Al respecto hago mías las palabras de Eduardo Galeano al recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de El Salvador: “Cuando las universidades están identificadas con su tierra y con su gente, cuando no flotan en el aire, como si fueran de otro planeta, educan para la libertad y no para la impotencia, educan para la dignidad y no para la obediencia. No nos enseñan a aceptar la realidad sino que nos estimulan a cambiarla porque el destino es el camino. La libertad es una puerta, una posibilidad, una responsabilidad”.
Los invito, los desafío a ser irreverentes, a cuestionar, a preguntarse, a embarrarse en la historia, en nuestra historia, a abrir sus oídos y especialmente sus corazones escuchando no sólo al sabio, sino también al que aparentemente no tiene nada para ofrecer. Queda mucho por aprender y esta historia al menos para ustedes recién comienza. Los invito sobre todo a declararse independientes, soberanos (de mente y espíritu); no más “espejitos” para estos nativos.

Por último, y retomando la alegría de celebrar esta ceremonia de Colación de grado, les deseo en nombre de todos mis compañeros que encuentren su destino, que ayuden a otros a encontrarlo, que sigan sus sueños y por sobre todas las cosas que sigan sintiéndose parte de esta familia, la familia de la Universidad Nacional de San Juan.

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