Editorial
por: Benjamín Kuchen
Rector de la UNSJ

Rectorado: no sólo una cuestión edilicia

Existen diferentes modelos de organización espacial de las universidades. Están aquellas universidades absolutamente integradas a las ciudades; tal es el caso de la mayoría de las universidades europeas. Y en el otro extremo, están aquellas que conforman un campus donde se integran todas las actividades incluyendo la residencia de estudiantes y profesores. Este es el modelo generalizado en Estados Unidos. En América Latina, en la década del 60 y 70, muchas universidades migraron hacia el modelo aislado de la ciudad, precisamente cuando el estudiantado se consideró una hipótesis de conflicto social y político.

Nuestra Universidad conforma, por sus orígenes y su forma de crecimiento, una situación intermedia difícil de modificar, que no necesariamente es negativa. Considero importante que la Universidad esté lo más integrada posible a la sociedad. Contribuye a esta interacción la presencia de la misma en los lugares donde confluye la mayor parte de la población. La mayoría de las Universidades argentinas tiene su edificio central en las ciudades.

En los próximos días, se tratará en el Consejo Superior de la Universidad Nacional de San Juan el tema edilicio del Rectorado. Para formar opinión, se distribuyeron a los Consejeros carpetas con la información acerca de las alternativas básicas: La construcción de un edificio nuevo o la compra del actual Banco Hipotecario, el cual se encuentra debajo de los pisos 3ero al 6to, propiedad de la UNSJ. La información suministrada incluye un informe técnico sobre los aspectos sismorresistentes del edifico en su conjunto, aspectos arquitectónicos, una cotización oficial del Tribunal de Tasaciones y un informe económico acerca de las alternativas planteadas. Todos estos aspectos fueron elaborados dentro de la propia Universidad. En ambos casos se debe plantear la reconstrucción de la parte siniestrada, por razones patrimoniales y también legales de condominio. La sola reconstrucción de esta parte, resulta insuficiente para el funcionamiento del rectorado ya que había sobrecarga y sobrepoblación; sin considerar una serie de reparticiones que estaban funcionando en otros edificios, los que no son propiedad de la UNSJ o son inadecuados.

Igualmente he enviado a los Consejeros una nota en la cual tomo posición respecto de la solución más conveniente a criterio de esta gestión: consiste en la adquisición de la parte del edificio que dispone nuestro condómine. No es mi intención analizar aspectos de índole económica, que resultan evidentes y que podrían plantearse como un buen negocio inmobiliario, sino considerar otras dimensiones que configuran a esta alternativa como una "muy buena" solución. Lo económico genera la alternativa de hacerlo posible y eso es en sí mismo positivo pero insuficiente. Sin embargo, lo más importante es que no se trata solo de solucionar un problema edilicio para rectorado, sino de posicionar la universidad en el centro de la ciudad a través de un edificio de calidad que constituye parte del patrimonio arquitectónico de San Juan. El mismo conforma el eje cívico y la presencia allí de la Universidad consolidaría esta imagen de pertenencia a la ciudad. La calidad espacial del edificio, en particular del hall principal, genera un ámbito que posibilita la interacción con la sociedad a través de múltiples actividades académicas y culturales.

En lo limitado de este editorial, deseo compartir brevemente estos aspectos con la Comunidad Universitaria en particular y la sociedad en general. Estoy convencido de que los sanjuaninos verían con gusto tener a la universidad entre ellos.

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