Quique Pesoa dice en el prólogo de este libro: “Según minuciosos tratados etimológicos, en las postrimerías del siglo IX la palabra trovador designaba a aquel que encontraba una cosa, luego, por extensión, le fue aplicada a los juglares, a los poetas. Suárez encuentra cosas afuera y adentro. Las cuenta sin creérselas demasiado. Toma un poco de escéptica distancia y prefiere pasar por ingenuo antes que pasarse de vivo. Es el que, en la ronda del café, permanece en silencio hasta que descerraja una historia que deja mudo al resto. Allí hay otro secreto. El tiempo del músico ayuda al tiempo del escritor. Un viejo amigo, Julio Ortiz, decía que había que tener swing hasta para encender la luz del baño. Es en un momento preciso, exacto, ni antes ni después. Allí es donde aparece el músico relator, cuenta in crescendo y sabe perfectamente cuándo y cómo cerrar”.
Alberto Suárez nació en Catamarca. Completó estudios de Música y de Ciencias Políticas. Se desempeñó durante varios años como docente de Derechos Humanos y actualmente dicta talleres sobre “Creación de canciones”. “Contar cantando” es una de sus particularidades y tiene cuatro discos editados. Es muy difícil separar lo literario (prosa-narrativa) de lo musical en su quehacer artístico. |