La UNSJ se encamina a seguir su proceso de evaluación

Introspección y mirada externa. Parte II

EL PROCESO EVALUATIVO INSTITUCIONAL IMPLICA UNA PREVIA AUTOEVALUACIÓN Y LUEGO UN INFORME EXTERNO POR PARTE DE LA COMISIÓN NACIONAL DE EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN UNIVERSITARIA. EL SISTEMA RIGE DESDE 1997, AÑO EN QUE LA UNSJ FUE LA PRIMERA INSTITUCIÓN DEL PAÍS EN SOMETERSE A LA EVALUACIÓN, QUE DEBERÍA REALIZARSE CADA SEIS AÑOS. ESTA CASA DE ESTUDIOS FORMÓ UNA COMISIÓN AD HOC PARA EXAMINARSE NUEVAMENTE.

Corría 1995 cuando una mayoría de argentinos decidía en las urnas que Carlos Menem tuviera su segunda parte administrando los destinos del país. En ese año también se publicaba en el Boletín Oficial la Ley Nacional de Educación Superior, en cuyo Artículo 44 insta a las instituciones universitarias a asegurar sus procesos de autoevaluación y evaluación externa. Bajo esa consigna, en agosto del año siguiente se creó la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), y en 1997 comenzó a realizar las evaluaciones externas en las universidades. La primera del país en someterse a ese proceso evaluativo fue la Universidad Nacional de San Juan.

“La evaluación externa no implica sanciones. Acompaña a la universidad en su mirada institucional”. Pablo Tovillas.

En 2007, una mayoría de voluntades académicas gestionó para que la UNSJ ahora vaya por su segunda instancia de evaluación. Para ello, hace unas semanas el Consejo Superior de esta casa de estudios puso en función a la Comisión de Autoevaluación, que ya se reunió dos veces. “La instancia en que hoy estamos es comenzar una campaña de sensibilización en la comunidad universitaria respecto a los por qué y para qué de una evaluación que sea realmente un proceso evaluativo y no meramente descriptivo”, dijo el profesor Luis Garcés, presidente de la Comisión.
El proceso de evaluación de las universidades implica una autoevaluación y una evaluación externa. “La ley supone que no sea un sistema construido para cumplir con una reglamentación externa, sino que sean capacidades que las instituciones comiencen a asumir como propias, es decir, la capacidad de tener una mirada más global, más holística sobre la propia institución, y no centrada en las unidades académicas”, destacó Pablo Tovillas, coordinador del Área de Evaluación Externa de la CONEAU. El mencionado Artículo 44 de la ley nacional señala que las evaluaciones deben realizarse como mínimo cada seis años. “Lo que pasa –explicó Garcés- es que como la CONEAU es un organismo que el Ministerio de Educación tiene bastante desfinanciado, viene muy retrasada en esto. Y también cuenta la voluntad de las universidades, por eso me parece muy bien la decisión del Consejo Superior de poner en marcha esto”.

Evaluación interna

La normativa de la evaluación El Artículo 44 de la Ley Nacional Nº 24.521, de Educación Superior, es el que fija las pautas acerca de la evaluación institucional. Se encuentra en la Sección 3, Evaluación y Acreditación. “Las instituciones universitarias deberán asegurar el funcionamiento de instancias internas de evaluación institucional, que tendrán por objeto analizar los logros y dificultades en el cumplimiento de sus funciones, así como sugerir medidas para su mejoramiento. Las autoevaluaciones se complementarán con evaluaciones externas, que se harán como mínimo cada seis años, en el marco de los objetivos definidos por cada institución. Abarcará las funciones de docencia, investigación y extensión, y en el caso de las instituciones universitarias nacionales, también la gestión institucional. Las evaluaciones externas estarán a cargo de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria o de entidades privadas constituidas con ese fin, conforme se prevé en el artículo 45, en ambos casos con la participación de pares académicos de reconocida competencia. Las recomendaciones para el mejoramiento institucional que surjan de las evaluaciones tendrán carácter público”.

La autoevaluación fija una mirada sobre las funciones de la propia universidad y moviliza a toda la institución. Los académicos sostienen que para realizarla debe existir una decisión política por parte de las autoridades del gobierno universitario y contar con inversión de recursos. “Creo que el Consejo Superior, y lo digo excluyéndome, ha conformado una Comisión de Autoevaluación seria, con recursos humanos de gran nivel. Las cinco facultades y los colegios han enviado gente. El 42 por ciento de los miembros de la Comisión son doctores. Es gente con mucha trayectoria y con una mirada crítica hacia la institución, lo que parece que puede permitir que este proceso llegue a buen puerto”, estimó Luis Garcés.
La idea, según manifestó el presidente de la Comisión, es que la UNSJ trabaje en el proceso de autoevaluación durante todo el año que viene para que en el primer semestre de 2009 se redacte el informe de evaluación propia. En 2010 esta casa ya podría someterse a la evaluación externa.

Evaluación externa

Se trata de una evaluación realizada por pares académicos, con experiencia en funciones de docencia, investigación, extensión y gestión institucional. “No involucra lo que tiene que ver con las carreras o los programas de las distintas unidades académicas”, dijo Pablo Tovillas. El funcionario también señaló que los informes de evaluación externa no son ni favorables ni desfavorables. “Lo que hace la CONEAU es, a través de los pares académicos que intervienen, comparar lo que está proyectado en la institución con cómo se realiza y cuáles son los problemas que tiene la universidad para realizar esos proyectos que se propone. En la evaluación externa no existen sanciones. El informe no tiene otro fin que acompañar a la universidad en esa mirada institucional que la ley pretende desarrollar”, afirmó.

Luis Garcés, presidente de la Comisión de Autoevaluación, con la idea de un proceso “realmente evaluativo”.

Para la UNSJ la CONEAU destinaría un comité de cinco pares académicos para estudiar el proceso de autoevaluación. Los académicos arribarán a esta provincia y realizarán sus trabajos en los distintos ámbitos universitarios. “Que vayamos hacia la segunda evaluación externa nos puede poner en otra situación. Hay que contrastar los objetivos institucionales con los logros para ver qué debilidades tenemos para poder corregirlas. Tenemos áreas de punta y áreas de una depresión increíble, y esto conspira contra el rol institucional global. Cuando se cree que está todo bien, no se puede mejorar, porque ya está todo bien. Pero como nunca está todo bien, siempre es posible mejorar”, sentenció, concluyente, Luis Garcés.

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