Acto en repudio por la violencia en Neuquén
Todas las banderas
contra la represión
fuerzas sociales locales confluyeron
en la Plaza 25 de Mayo para repudiar los actos represivos
en Neuquén y el asesinato del docente Carlos Fuentealba.
autoridades de la UNSJ estuvieron presentes.
La
imagen producía cierta emoción. Fue
durante los minutos que duró el Himno Nacional, en
las escalinatas de la Catedral. Eran dirigentes de distintos
sindicatos provinciales y nacionales, bajo banderas y pancartas
disímiles, a viva voz al unísono y con sus
brazos levantados uniéndose en lo alto, con manos
bien apretadas. Enfrente, en la Plaza 25 de Mayo, una larga
fila de docentes, en su mayoría mujeres, ensayaba
el mismo gesto. Fue un tic espontáneo que había
empezado a nacer momentos antes, cuando la titular de UDAP,
Ana María López, pidió un minuto de
silencio por la muerte de Carlos Fuentealba, el docente
muerto horas antes del Jueves Santo por la represión
policial neuquina, y por los diez años del asesinato,
también en Neuquén y en circunstancias de
protesta análogas, de Teresa Rodríguez.
En el acto de calle Mendoza realizado el 9 de abril pasado
hubo cientos de personas. No fueron pocas pero tampoco encarnaron
una multitud acorde con lo que la causa amerita. La Universidad
Nacional de San Juan estuvo presente. El rector Benjamín
Kuchen y los decanos de las cinco facultades se mezclaron
entre dirigentes sociales y algunos miembros de iglesias
de distintos credos. Además, la UNSJ adhirió
a esa jornada de duelo plegándose al paro dispuesto
por la CGT y la CETERA.
Banderas sindicales y partidarias se rozaban confluyendo
en el corazón del microcentro para decirle No a las
respuestas de sangre que reciben los reclamos sociales.
Fueron unos cuarenta minutos de discursos encendidos. Al
final, desde el parlante empezó a brotar el “Fuentealba
presente”. La multitud respondió “ahora
y siempre”, y empezó a esparcirse por las calles
adyacentes y por la plaza. Inmediatamente, otro himno se
apoderó de la atmósfera: “…Es
un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia
de la gente”
a la opinión
pública:
El rector, doctor Benjamín
Kuchen, en nombre de la Universidad Nacional de San Juan,
repudia la represión que sufrieron los docentes
de Neuquén y se solidariza en su lucha por un salario
justo, toda vez que la educación es un derecho
y un bien social que merece ser garantizado.
San
Juan, abril de 2007.
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