Revista de la Universidad Nacional de San Juan | Octubre-Noviembre 2005 | Año II - Nº 17


La lectura pierde, en las imágenes sociales, su fuerza y su espíritu de rebeldía. Pero no por ello está desvalorizada, ni desaparece, ni disminuye la fuerza de los lectores ni de la lectura.
Martine Poulain (1)

Leer San Juan
E S C R I B E N
Teresita Nicolás
Patricia Nicolás
Josefa Berenguer

Investigadoras y docentes
Facultad de Ciencias Sociales - Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes - UNSJ


La investigación “Leer San Juan”2 se interroga sobre las prácticas discursivas de lectura de los estudiantes universitarios que cursan primer año en la UNSJ. Se propone describir las representaciones que estos alumnos construyen de dichas prácticas y, en particular, respecto de la lectura de “lo sanjuanino” (autores, obras, temas).

La lectura es estudiada como objeto complejo y el concepto de práctica discursiva permite analizar los procesos de consumo de los textos teniendo en cuenta que la naturaleza de tales procesos varía de acuerdo con factores sociales.
Trescientos quince estudiantes de primer año de diversas carreras de la UNSJ han sido encuestados sobre las lecturas que realizan “por interés personal”. Se han realizado, también, cincuenta entrevistas con una serie de preguntas abiertas.

La lectura, entre el discurso y las prácticas

La importancia que los estudiantes asignan a la lectura permite reconocerla como un objeto de discurso en torno al cual se articula un conjunto de enunciados de considerable regularidad que, en la mayoría de los casos, combinan al menos dos de los siguientes argumentos sobre el valor, la utilidad o la eficacia de la misma:
° Amplía y proporciona conocimientos de diversos tipos (“es una herramienta que nos brinda conocimientos”).
° Es fuente de saberes sobre el lenguaje (“amplía el vocabulario”/ ”perfecciona la ortografía”) y contribuye al desarrollo de capacidades verbales (“se aprende a hablar mejor y a interpretar textos”).
° Contribuye al desarrollo de capacidades cognitivas: memoria, comprensión, creatividad (“agiliza la mente”/ “desarrolla la creatividad, el ingenio y la imaginación”/ “da mayor capacidad de memorización”).
° Cumple una función informativa sobre la actualidad (“te introduce en el mundo actual”/ “te mantiene informado”).
° Posee valores formativos que a7yudan el crecimiento “personal”, “interior”(“es muy importante para la cosmovisión personal”/ “ayuda a ver con otros ojos la vida”), participa en la formación del pensamiento crítico ( “ayuda a tener un espíritu crítico”/ “es una forma de poder formar nuestra propia opinión”)
° Configura un espacio de juego, entretenimiento, placer, evasión (“ayuda a despejar la mente de todo tipo de problemas”/ “además de ser un placer sirve para desconectarse de todo”/ “es mi cabeza la que arma las tramas de las historias y es más atrapante así”).

Entre estos valores y funciones aparecen con mayor fuerza la ampliación de conocimientos en general, la adquisición de saberes lingüísticos y el desarrollo de capacidades cognitivas. La función informativa sobre la actualidad es también considerablemente reconocida.
Puede verse, en consecuencia, una marcada valoración de la lectura como saber instrumental en relación con diversos tipos de conocimientos, en tanto que su valor formativo es reconocido de manera mucho más acotada y la función lúdica (entretenimiento, evasión), escasamente valorada.
Si tenemos en cuenta que el modelo contemporáneo de lectura (Chartier, 1994) es sostenido básicamente por la escuela –que no puede abandonar totalmente la lectura de formación y debe ponerse a tono con las lecturas de información y de actualidad- podemos decir que el conjunto de enunciados analizado está regulado desde la institución educativa y que los sujetos lectores responden a él aún cuando son interrogados sobre las lecturas que realizan por elección personal.

Una manera de leer

Entendemos que los jóvenes se apropian o se reapropian del espacio sociocultural y científico a través de distintas maneras de leer, prácticas de lectura articuladas con diversos órdenes institucionales -entre ellos los de la escuela y la universidad- e influidas por las leyes del mercado. Estas maneras de hacer la lectura crean, a su vez, espacios de juego en el orden del sistema educativo imperante para acceder al saber o estar informado.
Las prácticas de lectura pueden considerarse como parte de las prácticas cotidianas, las que constituyen un conjunto extenso de procedimientos difícilmente delimitables. Son esquemas de operaciones, de manipulaciones técnicas, formas tácticas, arte de hacer jugadas en el campo del otro (De Certeau, 2000).
Para nuestro análisis, las manipulaciones de los espacios de lectura han sido especificadas en selección de soportes, selección de temas, modos de acceso, tiempo destinado.
La lógica que subyace al conjunto de prácticas enunciadas por el grupo de alumnos configura un sujeto lector que se caracteriza por:
- Leer textos en soportes impresos y en soporte informático, aunque la mayoría prefiere los impresos.
- Destina escaso tiempo a la lectura realizada por interés personal.
- No especificar los tipos de textos. La mayoría declara leer en forma impresa diarios, revistas y libros, precisando fundamentalmente los nombres de diarios. En el caso de Internet, el espacio de lectura “sitio” es el más señalado.
- Mostrar una gran dispersión en los temas de lectura.
- Buscar los espacios de lectura confiando básicamente en las recomendaciones de otras personas.

Estos resultados adquieren particular interés cuando se los pone en relación con los obtenidos en trabajos realizados en otros contextos. Por ejemplo, el estudio de Baudelot (1999) -encuesta realizada en Francia a 1200 jóvenes entre catorce y diecisiete años- sostiene que la lectura “no es ya para los jóvenes un hecho cultural total, (…) ni tampoco un acto de reverencia al pasado literario”. La lectura y los texto ocupan un lugar relativo en el universo simbólico juvenil y, según los investigadores, “la actividad de lectura, sujeta como la música o el cine a las leyes del mercado, no tiene para los jóvenes un estatuto de excepción”.

Puede considerarse que, si bien desde el sistema educativo formal en su conjunto se pretende una regulación de las prácticas de lectura, al mismo tiempo los sujetos escamotean, engañan, buscan atajos en el sistema institucional e instauran jugadas que imponen restricciones y dan posibilidades dentro del mismo orden establecido, mostrando muchas veces la ineficacia del mismo.

Leer San Juan

Los temas

Entre los temas de lectura sobre San Juan un conjunto relevante coincide con la denominación de las secciones del diario local “Diario de Cuyo”: política, deportes, economía, espectáculos, cultura, policiales.
Otros temas son enunciados en términos que remiten a lecturas académicas: fundación de San Juan, época colonial, terremotos del ’44 y del ’77, cultura aborigen, historia, geografía, crecimiento demográfico, clima, flora y fauna, proyectos de investigación de la UNSJ.
La coincidencia encontrada entre los temas mencionados y las secciones del diario local pone en evidencia que las lecturas sobre San Juan están orientadas, en algunos casos, por una finalidad informativa. En otros, en cambio, en la enunciación temática se entrevé una delimitación de lecturas característica de ámbitos académicos. Es decir que “lo sanjuanino” como tema de lectura se distribuye en la tensión entre el interés por estar informado y la regulación establecida desde el sistema educativo.

Autores y obras

Tanto los estudiantes que leen sobre San Juan como aquellos que manifiestan no hacerlo, contestan haber leído obras y/o autores de San Juan. La nómina de autores es reducida y de diferente nivel de representatividad dentro de los distintos ámbitos de la escritura sanjuanina. Aparece citado, por ejemplo, Domingo F. Sarmiento junto a “profesores de esta universidad”, cuyos nombres no recuerdan.
En la lista figuran: Domingo F. Sarmiento; Horacio Videla; Juan Carlos Bataller; César H. Guerrero; Buenaventura Luna; Alfonsina Storni; Fernando Mó; Dora Roitman; Hebe de Gargiulo; Rodríguez; Roso; Vázquez; J.D.Castro; Alejandra Araya; Federico Araya; Leonidas Escudero; Illanes; José de la Colina; Antonio de la Torre; “profesores de esta universidad”.
Los autores sanjuaninos más conocidos por los estudiantes son D. F. Sarmiento, Horacio Videla y Juan Carlos Bataller. Horacio Videla ha escrito obras de historia sobre San Juan, frecuentemente utilizadas desde la educación escolar primaria hasta la universitaria. Juan Carlos Bataller ha publicado en forma individual y en co-autoría obras referidas a diferentes épocas, acontecimientos y personajes relevantes de San Juan, que aparecen en forma de suplementos del semanario “Nuevo Diario” o como libros. Los demás autores son nombrados sólo una vez cada uno, ya sea agrupados o en forma individual.
Entre las obras sanjuaninas mencionadas por los estudiantes se encuentran obras literarias, libros de historia, libros y trabajos de investigación sobre San Juan. Se incluyen también obras literarias que no tratan sobre San Juan ni pertenecen a autores sanjuaninos tales como Martín Fierro, La Odisea, Rosaura a la diez, Mi planta de naranja lima.
El listado de obras constituye un repertorio notablemente reducido: Facundo / Civilización y Barbarie; El San Juan que usted no conoció; Historia regional; Nueva historia de San Juan; San Juan, Un oasis; Mujeres sanjuaninas; Sabores de la memoria (historia y cocina).
La obra Facundo. Civilización y Barbarie aparece con títulos tales como “Facundo Quiroga, caudillo” o “Facundo Quiroga”. Solamente en los casos de Sarmiento, Horacio Videla, Juan Carlos Bataller y Roitman se establece una correcta correlación entre título y autor. En la mayoría de los casos, los encuestados sólo mencionan obra o sólo mencionan autor, o confunden las autorías de las obras mencionadas

Lectores de “lo sanjuanino”

Frente a la categoría sujeto lector establecida a partir de las prácticas generales de lectura, el lector de “lo sanjuanino” configura un grupo considerablemente menor que abarca sólo a los estudiantes que en la encuesta contestan afirmativamente leer sobre San Juan.
Sin hacer distinción entre las temáticas a las que dedican sus lecturas, y cualquiera sea la finalidad de las prácticas (informativa / formativa), estos lectores se presentan, a través de la dispersión temática y la confusión de autores y títulos, como lectores cuyo interés por leer San Juan resulta acotado básicamente a la “actualidad”.
Las respuestas obtenidas en las entrevistas confirman que la mayoría de los estudiantes no leen sobre San Juan por interés propio y declaran haberlo hecho por obligación en la escuela primaria o secundaria. Manifiestan, también, que leen el diario para informarse pero que no se interesan por temas, obras o autores sanjuaninos:

“... de San Juan no leo, o sea leo las noticias nada más, pero libros de autores sanjuaninos si he leído no me he dado cuenta...” (José, 18 años)

“...de San Juan mucho no he leído, [...] en la escuela me hicieron leer, ponele, las historias de... qué sé yo, de la Difunta Correa, de Pocito, de la india Mariana [...] pero porque me hicieron leer, no fue que yo fui y leí [...]. Sé que está en mi casa el libro “El Facundo”, pero le huyo, le huyo, no sé, no me interesa, no me atrae”. (Noelia, 18 años)

Analizadas tanto las prácticas generales de lectura como las prácticas de lectura de “lo sanjuanino”, puede sostenerse que el sujeto lector que se perfila a partir del grupo estudiado se caracteriza por una marcada tendencia a la lectura informativa de actualidad, por elegir mayoritariamente los formatos diario y revista, por no compartir un corpus estable de referencias (obras, autores) y por mantener, a través de la actividad de lectura, un vínculo endeble con la cultura escrita.

NOTAS Y BIBLIOGRAFÍA

1 POULAIN, Martine. “Entre preocupaciones sociales e investigación científica: el desarrollo de la sociología en la lectura en Francia en el siglo XX”. En Bernard Lahire, Sociología de la lectura. Barcelona: Gedisa. 2004.
2 Proyecto: Leer San Juan. Prácticas discursivas de lectura en estudiantes universitarios. CICITCA-UNSJ, 2003-2005. FACSO-FFHA.
BAUDELOT, C. y otros (1999). Et pourtant ils lisent. Paris. Le Seuil.
CHARTIER, Anne Marie y Jean Hébrard (1994). Discursos sobre la lectura (1880-1980). Barcelona: LEA.
DE CERTEAU, M. (2000). La Invención de lo cotidiano I. Artes de hacer. México: Universidad Iberoamericana. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente.

 

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