Revista de la Universidad Nacional de San Juan | Septiembre-Octubre 2005 | Año II - Nº 16


Experiencias en prevención de drogadependencias

Ponencia presentada en el 1º Congreso sobre la problemática de la drogadicción en San Juan - FACSO

El inicio en las drogas consideradas ilegales comienza cada vez más temprano, a los 12 años.
El consumo de sustancias tóxicas como el alcohol o el tabaco, “drogas legales”, comienza a los siete u ocho años. Aumentan las causas por tenencia de drogas ilegales en menores de edad. En el país los niveles de consumo y tráfico son cada vez más altos.
En la provincia no hay un centro de internación para drogadictos, por lo tanto los casos graves son derivados fuera, rompiendo el lazo familiar en la rehabilitación. Estos temas fueron parte del temario del “1º Congreso sobre la problemática de la Drogadicción en San Juan”, cuyo objetivo fue exponer la realidad local, regional y nacional referida a la problemática de las drogas y su impacto en los sectores vulnerables de la juventud. Organizado por el Círculo de Suboficiales de la Policía Federal Argentina (Filial San Juan), el Programa Nacional de Concientización de la Drogadicción y la Universidad Nacional de San Juan, el encuentro se realizó en agosto de este año en la Facultad de Ciencias Sociales.

En todos los proyectos de investigación trabajamos el tema de la prevención en Drogadependencias, desde el marco de Educación para la Salud. Partíamos de dicho marco por considerar que cualquier agente externo que sea introducido al organismo, con fines no saludables, afecta o termina afectando el completo estado de bienestar del ser humano (tanto en su organismo, su psiquis, como en su desenvolvimiento social). En tal sentido, el abordaje desde esta perspectiva requiere la coordinación de diversas disciplinas (Medicina, Sociología, Trabajo Social, entre otras).
En esta tarea de modificación de la conducta hacia la salud, también toma significado la toma de decisión personal y la variedad de opciones de consumo, que deja al individuo desprotegido, vulnerable y expuesto a riesgos de distintas magnitudes, que en casos extremos pueden llegar a atentar contra su vida.
La Educación para la Salud o Promoción para la Salud tendría como función ayudar al sujeto a desarrollar plenamente sus facultades físicas, mentales y sociales, teniendo en cuenta la capacidad del entorno material, social y cultural del individuo, para evitar así frustraciones y conflictos1.

La Prevención en Drogadependen-cia apunta al paso previo al consumo, “contribuye a evitarlo” o “pretende evitarlo”. El objetivo final de la Prevención es la intervención para transformar los estilos de vida, fomentar nuevos valores, relaciones familiares positivas y comprometidas, rever o modificar los modelos sociales que tienen los adolescentes en la actualidad, etc.
Por eso es que consideramos que la Prevención en Drogadependencias2 es un proceso global, por cuanto analiza e interviene sobre el problema en su conjunto (tanto micro como macro social); continuado, en tanto se ha de hacer bajo la forma de programas, y activo, porque se tiene en cuenta el contexto y la percepción que tiene la población misma del problema en cuestión.
En 1974 la Organización Mundial de la Salud estableció como ejes3: la Prevención Primaria considerada como la actividad dirigida hacia grupos vulnerables identificados en una comunidad, buscando evitar la aparición o lograr la disminución del problema. En el caso del consumo de drogas, apunta a retrasar el inicio del consumo de sustancias tóxicas o dañinas para la salud. La Prevención Secundaria o Interven-ción Precoz, que trata de reducir la prevalencia del trastorno, dirigiéndose a individuos ya afectados de la población con el objetivo de ayudar terapéuticamente a los mismos. Y por último, la Prevención Terciaria, como aquélla que busca la reducción del daño a través de la rehabilitación y reinserción social, procurando evitar recaídas posteriores.
La tarea de prevenir en drogadependencia es en general muy compleja y de resultados inciertos. En este sentido se han realizado experiencias en prevención dirigidas a padres, familias, escuela, adolescentes.

¿Por qué prevenir en el ámbito educativo?4

La respuesta no es una sola. Según García Rodríguez y Carmen Sán-chez (1998) algunas de esas razones pueden ser: porque los chicos asisten a la escuela en la edad en que resultan más educables y pasan el mayor tiempo en ella. Porque la escuela puede orientar, coordinar y llevar a cabo alternativas más interesantes que el consumo de drogas. Porque puede detectar a los individuos de alto riesgo en el abuso de drogas. Y porque tiene como uno de sus objetivos prioritarios la Educación o Promoción de la Salud, campo desde donde se proyecta la tarea de prevención.
Es por esto que varios de nuestros proyectos de investigación apuntaron a la tarea preventiva en el ámbito escolar.
Si el proceso educativo y sus instituciones consiguen optimizar a las personas desde sus primeros años de desarrollo, fomentando y consolidando la adquisición de hábitos, actitudes, valores y habilidades orientadas hacia una vida sana, desarrollando aptitudes y conocimientos encaminados a formarse como personas autónomas capaces de resistir las presiones grupales, posiblemente se reduzca el abuso de sustancias tóxicas en la población juvenil, y posteriormente adulta.
Sin embargo, lo más adecuado sería adoptar un enfoque preventivo intentando coordinar los distintos factores de riesgo y ámbitos implicados en la génesis del uso y abuso de drogas y, por lo tanto, no relegar exclusivamente la solución del problema al ámbito educativo.
Se entienden a los factores de riesgo como “aquellas características sociales, culturales e individuales que en conjunción en un momento determinado incrementan las condiciones de vulnerabilidad de las personas ante el consumo de drogas”. Al momento de analizarlos en relación a la drogadicción, es necesario tener en cuenta los elementos que interjuegan en este fenómeno: el sujeto, la sustancia y el contexto5.
Las sustancias o drogas por sí mismas dicen poco, cobran sentido a partir del sujeto para el cual la sustancia cumple una función determinada, y un contexto donde adquieren un significado cultural, una subcultura que codifica su uso. El contexto ejerce su influencia a partir del entorno macrosocial o ambiente socio-cultural, donde el sujeto se desarrolla y del cual recibe múltiples estímulos; y el entorno microsocial o ambiente inmediato, conformado por los agentes básicos de socialización como la familia, la escuela y el grupo de pares, a los que el sujeto está vinculado afectivamente.

Experiencias

De los diversos trabajos de investigación realizados sobre esta problemática, hago referencia a los considerados más relevantes. Como punto de partida, el estudio socio-epidemiológico sobre “Información, Actitudes y Consumo de Drogas de la Población Escolar de San Juan, Argentina6, llevado a cabo durante 2000-2001, en el cual se trabajó con una muestra de 1561 estudiantes (799 varones y 762 mujeres) de 30 escuelas del Gran San Juan. En este estudio se concluyó que el nivel de información percibido es bajo, lo que muestra posibles fallas en la comunicación tanto en instituciones como en los medios masivos. Además hoy no se reconoce la gravedad del problema de las drogas. Se detectó la inexistencia de un consenso social respecto a los contenidos que deben llevar una información clara y precisa; y la inclusión de mitos, prejuicios y tabúes en la comunicación, tradicionalmente muy arraigados, que obstruyen el intercambio.
Se han establecido tres niveles de actitud: cognitivo, afectivo y comportamental. En todos ellos se advirtió una predisposición a incorporar conductas sanas. Hay menos rechazo a las drogas legales (alcohol y tabaco) que a las drogas ilegales, ya que son socialmente aceptadas y de consumo en el grupo familiar e incitadas permanentemente por los medios de comunicación.

El consumo de tabaco es mayor en las mujeres que en los varones (32,5%). Por lo general de los que consumen, lo hacen a diario y no superando los 10 cigarrillos. La motivación es la curiosidad. La edad de inicio se configura entre los 13 y 15 años. Con respecto al alcohol, de consumo esporádico y los fines de semana, el patrón es más elevado (53,1%), siendo los varones quienes más consumen. La edad de inicio se da entre los 14 y 16 años, no habiendo ningún motivo especial para hacerlo. El consumo de psicofármacos (tranquilizantes) ocupa el segundo lugar después de las drogas legales, y son más consumidos por las mujeres. El consumo se inicia dentro del contexto familiar.
El consumo de drogas ilegales es incipiente, detectándose sólo experimentadores (3%). El consumo de cocaína es casi inexistente, encontrándose un 1,1%, preferentemente en los varones. Las motivaciones de esta actitud de consumo están dadas por la curiosidad y por sentir algo especial, generalmente en compañía de pares.
Un 3% de estudiantes ha comprado o vendido droga. Sí dicen conocer a pequeños traficantes, quienes les han ofrecido en una o varias oportunidades la sustancia; en la calle, boliches, discotecas, pubs, y por último, el colegio. Con respecto a las drogas ilegales, son conscientes que son generadoras de problemas psicosociales, pero la edad de inicio en el consumo coincide con el de la adolescencia. He aquí el riesgo de su uso.

En el “Estudio y Aplicación del Modelo Multivariado de Prevención de Drogas en la Comunidad escolar de San Juan, Argentina7, realizado entre 2003 y 2004, se investigó el tema desde un abordaje cualitativo y de intervención en prevención de drogas, tratando de recuperar la construcción social hecha por el alumno, interpretando su discurso.
Se seleccionó dos escuelas, tomando como criterio básico la heterogeneidad en cuanto a nivel socio-económico y cultural y a nivel de consumo de drogas (colegio Nº 3 y colegio Nº 25). Fue el significado del discurso social lo que permitió llevar adelante la etapa de intervención preventiva. Esta etapa se sustentaba en dos ejes: la información y el entrenamiento en habilidades sociales.
Con respecto a la información, se buscó reconocer el tipo y calidad de conocimiento que poseían los alumnos sobre las diferentes drogas, dando como resultado que el grado de información era bastante bajo. En cuanto al segundo momento, desarrollo de habilidades sociales, se contemplaron los factores de riesgo psicosocial: microsociales y macrosociales. Esta fue la primera experiencia en la Provincia de San Juan.
Se concluyó que los factores de riesgo psicosocial que inciden sobre la salud de los alumnos son, a nivel personal, el riesgo que produce en la conducta la baja autoestima, la poca tolerancia a la frustración, falta de autonomía, de responsabilidad, escaso sentido crítico y dificultad para resolver los conflictos. Durante la adolescencia, la omnipotencia, la inseguridad, la atracción por las situaciones de riesgo, la necesidad de ser y significarse, de autoafirmarse y, además la búsqueda de identidad en el grupo de iguales afectan también la configuración del individuo.
Los factores de riesgo propios de la relación individuo-grupo son la debilidad frente a la presión del conjunto; la excesiva dependencia; la posición que se ocupa en el grupo y las señas de identidad favorecedoras del consumo.
En el seno familiar la sobreprotección, falta de comunicación y de límites, las situaciones conflictivas, la sobreexigencia y el excesivo consumo de drogas por parte de los padres, son los factores de riesgo que pueden motivar conductas de consumo.
Los factores socio-culturales que influyen en la salud se relacionan con la concepción actual del ocio, el sistema de valores dominantes y la publicidad.

En el Proyecto de Investigación-Extensión “Programa de Inter-vención Preventiva sobre Dro-gadependencias en Colegios Pre-universitarios de Noveno Año de EGB3 de la Universidad Nacional de San Juan8, realizado durante el 2003-2004, se apuntaba sobre todo a ofrecer una información útil, precisa y adaptada a los alumnos sobre aspectos relacionados con el uso y abuso de drogas legales e ilegales y, por otro lado, dotarlos de capacidades, habilidades sociales y conductas asertivas, contrarrestando la influencia de los factores de riesgo psicosociales.
Por razones operativas de los colegios de la UNSJ, se trabajó solamente en la Escuela Industrial y en la Escuela de Comercio, siendo la evaluación altamente positiva por parte de los alumnos.

Se sigue trabajando en el ámbito escolar, en donde se ha tomado una escuela de un populoso barrio de la Provincia de San Juan, para continuar con la tarea preventiva; con la salvedad que la intervención preventiva no sólo va dirigida a los alumnos, sino también a profesores y preceptores. (Este trabajo de investigación y extensión “Programa de Intervención y Preven-ción en Drogadependencia en alumnos y preceptores del Colegio EPET Nº 7 del noveno año de EGB3 del Barrio Aramburu -Rivadavia- ” está actualmente en curso de ejecución.)

Desde la institución educativa

Respecto de la prevención del abuso de drogas dentro del ámbito escolar, es conveniente dar a conocer a los padres el currículo escolar y, en caso de que haya elaborado un Proyecto de Prevención para el Centro, explicárselos e invitarles a participar. Recordarles que cualquier trabajo sobre Educación para la Salud tendrá mayores posibilidades de éxito si se hace en colaboración entre la escuela y la familia. También es necesario informar a los padres acerca de los factores de riesgo que pueden favorecer el consumo problemático de drogas y conocer la actitud de éstos respecto al consumo de drogas. Comuni-car el rendimiento académico de los hijos y de los aspectos personales de su relación con los compañeros o con los profesores, de su proceso de maduración, sus hábitos de trabajo, estudio y conductuales. Es importante que la información que otorguemos a los padres sobre sus hijos se dé en términos positivos, haciendo hincapié no sólo en lo que falta por conseguir sino también en lo ya alcanzado.

NOTAS
1 Materiales de formación en prevención de drogadependencias. Módulo: Familias- Programa de prevención de drogadependencias- Centros Educativos de la Comunidad de Madrid (PPD). Madrid, 1996
2 GARCÍA RODRÍGUEZ, José A. y LÓPEZ SÁNCHEZ, Carmen: Nuevas aportaciones a la prevención de las Drogadependencias. Editorial Síntesis. Madrid, 1998
3 Materiales de formación en prevención de drogadependencias. Módulo: Profesorado- Programa de Prevención de drogadependencias- Centros Educativos de la Comunidad de Madrid (PPD). Madrid, 1995
4 BECOÑA IGLESIAS, Elisardo, RODRÍGUEZ LÓPEZ, Antonio, y Otros: Drogadependencias. IV Prevención- Universidad Santiago de Compostela, 1995
5 COSTA, Miguel y LÓPEZ, Ernesto: Educación para la salud. Una estrategia para cambiar estilos de vida. Editorial Pirámide. Madrid, 2000
6 MORENO, Raúl y Otros: “Información, Actitudes y Consumo de Drogas de la Población Escolar de San Juan, Argentina”. 2000/2003. IISE. Facultad de Ciencias Sociales. UNSJ.
7 MORENO, Raúl y Otros: “Modelo Multivariado de Prevención de Drogas de la Población Escolar de San Juan, Argentina”- Un Abordaje Cualitativo y de Intervención en Prevención de Drogas. 2003/2004- IISE. Facultad de Ciencias Sociales. UNSJ.
8 MORENO, Raúl y Otros: “Programa de Intervención Preventiva sobre drogadependencias en Colegios Pre-universitarios de Noveno Año de EGB3 de la Universidad Nacional de San Juan”. 2004/2005. IISE. Facultad de Ciencias Sociales. UNSJ.

 

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