FINALIZÓ EL ENCUENTRO INTERNACIONAL DE PIANISTAS
Escribe:
Miguel Angel Scebba
Profesor Titular de la Cátedra de Piano
Departamento de Música - Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes.
Director del Encuentro Internacional de Pianistas - San Juan 2004.
La universidad
reunió a 40 músicos
de todo el mundo
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Una clase conjunta
de los tres profesores,
una de las modalidades
que tuvo el encuentro.
La alumna es Valeria Prado
de La Serena, Chile,
quien luego de su
interpretación escuchó
los comentarios y
señalamientos de los docentes.
Después de clase, en el escenario del Auditorio,
el profesor Sergei Polusmiak con alumnos de San Juan,
Mendoza, Chile y Buenos Aires.
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Hace unos años una periodista de un diario local citó una frase del que escribe estas líneas. "Hay que traer al resto del mundo a San Juan" rezaba la cita que -descontextualizada- puede resultar extraña. La expresión completa pudo haber sido "Basta de exportar materia prima, talento hay en San Juan y tecnología ya poseemos lo suficiente. Hagamos lo nuestro y que venga el resto del mundo a juntarse a nosotros". Fue una expresión de deseos, un grito de desafío a gente de un país formado en la escuela de maestros que en las primeras décadas del siglo XX trajeron de Europa la música, pero también la nostalgia y la dictadura de la tradición, y les decían a sus alumnos que ellos les enseñarían hasta un cierto punto y luego tendrían que irse a Europa, que aquí no había nada que hacer. Quizás por su nostalgia, su desarraigo y -¿por qué no decirlo?- sus propias limitaciones, aún sin mala intención, transformaron a la Argentina en un país preparatorio. Hoy vivimos en un contexto mundial diferente, donde la información viaja muy rápido, América Latina no está más culturalmente aislada como en aquellos tiempos y es hora de cambiar las propuestas, particularmente en San Juan, cuya notable infraestructura para la actividad musical, la convierte en escenario ideal para transformarse en el polo pianístico internacional más importante de la región, con la historia que posee, los pianistas jóvenes que ya están llamando la atención en centros como Buenos Aires, otras provincias argentinas y ciudades de Latinoamérica, donde cosechan premios internacionales y son invitados a actuar en recitales y conciertos con orquestas importantes. Sin ir más lejos en la brillante actuación de varios de ellos en el reciente Encuentro, que provocó la sorpresa y admiración de maestros acostumbrados a niveles europeos. A esto se le debe sumar la situación geográfica privilegiada, que hace a San Juan accesible a gente de otros centros musicales del cono sur. En los últimos años la cátedra de piano de la UNSJ ha albergado alumnos procedentes de Chile, Cuba y Brasil. |
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En este contexto el Encuentro Internacional de Pianistas realizado el mes pasado ha materializado por primera vez en gran escala la idea de lo que sería la segunda etapa del desarrollo de toda escuela pianística importante, o sea transformarse en centro de intercambio y perfeccionamiento mediante la interacción entre alumnos de procedencias diversas y pianistas docentes, también de diverso origen, para así enriquecerse y actualizarse mediante la confrontación de puntos de vista y tendencias a nivel mundial. Los maestros Sergei Polusmiak, nacido y formado en Ucrania y residente en los EEUU, Carlo Levi Minzi, italiano, formado en el Conservatorio de Moscú y en Philadelphia, y el que escribe, formado también en el Conservatorio de Moscú y en Paris, profesor de la UNSJ, compartieron cinco días de lo que se podría llamar una "orgía musical" con 35 jóvenes de San Juan, Mendoza, Buenos Aires y La Serena.
Fueron cinco días sin desperdicio, de trabajo sin tregua, masterclasses por la mañana, masterclasses en horario de siesta, luego de una pequeña pausa para almorzar. Luego, talleres, charlas y conciertos por la noche. Como para terminar exhausto. Todos, maestros y alumnos entregados por entero a la música. Los mismos profesores, a pesar de haber sido explotados mañana, tarde y noche en clases, consultas y debates debieron encontrar también el tiempo para prepararse ellos mismos, dado que cada uno brindó además un recital a un público que afluyó en número inusualmente numeroso. El cuarto y último concierto estuvo a cargo de una selección de alumnos. A pesar de un calendario agotador, el Encuentro demostró una vez más que el trabajo no cansa, cuando va unido a la emoción de saber que por ese camino se pueden alcanzar objetivos muy deseados.
En conclusión podríamos decir que se empieza a entender la frase citada al principio, porque la escuela pianística de San Juan ya ha empezado a traer al resto del mundo a San Juan, y si queremos seguir creciendo habrá que trabajar desde ahora para que este flujo no se interrumpa. Para que al menos una vez al año "el mundo" nos visite y con mucha más frecuencia los nuestros sigan visitando el mundo como lo vienen haciendo.
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