Distinción al poeta
Causa de honor para un gran juglar
Durante un acto realizado en el Aula
Magna de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes,
en el marco del 25º aniversario del Instituto Ricardo
Güiraldes de esa unidad, Jorge Leonidas Escudero recibió
el doctorado honoris causa.
“Sigo buscando”, parecía
decir Jorge “Chiquito” Escudero, desde arriba
del escenario, mientras todos los presentes lo aplaudían
y se multiplicaban los “¡Bravo, maestro!”,
desde distintos lugares del Aula Magna de lla Facultad de
Filosofía, Humanidades y Artes. Poco antes, Beatriz
Mosert de Flores había fundamentado el porqué
de la distinción y Juan Mariel Erostarbe lo había
referenciado en su discurso, en el mismo tenor. El inmenso
rollo atado con cinta patria que lo distingue como doctor
honoris causa había pasado de manos del rector Kuchen
a las del poeta, mientras que la colocación de la medalla
dorada le correspondió al decano de la facultad, Paolo
Landini.
A Benjamín Kuchen le correspondió justificar
la decisión del Consejo Superior. “Todos saben
que las letras no son mi campo, pero reconozco a Escudero
como quien funda a San Juan con un modo de hablar diferente…
La Universidad otorga por primera vez el honoris causa a un
sanjuanino y creo que lo hace a la persona indicada en el
momento indicado”. Luego, fue el turno del poeta: “Como
sabía que en casos como este se me puede trabar la
lengua, voy a leer algo que he traído escrito”,
se disculpó, para luego ofrecer una breve, pero riquísima,
explicación de su convivencia con la poesía.
Tardó mucho en llegar desde el escenario hasta el lugar
donde lo esperaban con un brindis. Todas las manos querían
tocarlo, abrazarlo, y él, sonriente como siempre, accedía.
Brindó, saludó, agradeció a los amigos
y poco después, salió de la Facultad, con un
título de “doctor” bajo el brazo: a seguir
buscando “la palabra única, porque hasta ahora
no he hecho más que acercarme… lo importante
es seguir buscando”
Escudero
“Creo que ya hace varios
años que Leonidas significa un referente principal
importantísimo, dentro de lo que es la poesía
sanjuanina y argentina, porque podríamos afirmar
que es un innovador total en la poesía. Un innovador
desde el punto de vista del manejo del lenguaje, donde
podríamos afirmar que probablemente hace ese
juego tan particular y hasta a veces paradójico
e irónico. Parece que cuando uno está
leyendo la poesía de Escudero, está hablando
el hombre de la calle, de estos ámbitos sanjuaninos.
En la voz de ese hombre, Escudero pone también
todo su bagaje poético, metafórico, y
recursos que han innovado la forma de escribir poesía.
Abrió y expandió la temática de
la poesía sanjuanina y cuyana. Probablemente
sea uno de los poetas que más ha hablado del
otro aspecto del paisaje sanjuanino: no el aspecto benévolo
del río, del valle, de la agricultura, sino la
parte más agresiva, la montaña, la aridez,
la piedra, la cultura criolla de ese hombre común,
el arriero o el minero, trabajando incansablemente en
medio de un espacio más árido y desértico”.
ESCRIBE
Ricardo Trombino
Poeta y docente de Letras |
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