Exposición en el Tornambé
Un sabor lejano
una fotoperformance como trabajo de
tesis de la Licenciatura en Artes Visuales.
Durante
agosto el Centro de Creación de Artes Plásticas
y Museo Tornambé fue testigo de una exposición
fuera de lo común. Con fotografías de comensales,
platos y alimentos, el objetivo era mostrar a los visitantes
el trabajo de tesis de la Licenciatura en Artes Visuales,
Orientación Plástica, de Natalia Segurado.
La tesis consiste en un fotoperformance denominado “Un
sabor lejano”. El trabajo comenzó el pasado 22
de noviembre de 2005 cuando Natalia Segurado invitó
a almorzar a 6 personas. Asistieron 5 de ellas y almorzaron,
como plato principal, Lomo a la pimienta. Los comensales no
se imaginaban que estaban siendo protagonistas de una fotoperformance,
es decir, durante todo el almuerzo los participantes fueron
fotografiados y filmados. Para sorpresa de los invitados,
los fondos de los platos contenían fotos que Segurado
había tomado en un frigorífico, imágenes
de reces enteras y trozos de carne. El acontecimiento se llevó
a cabo con éxito y los invitados se mostraron satisfechos
de haber sido parte de una acción artística.
Al
concluir su almuerzo, los protagonistas descubrieron las imágenes.
Sus gestos fotografiados en ese momento y durante toda la
comida demuestran que hay muestras de violencia a la hora
de comer.
La artista asegura que la violencia está presente en
el acto de comer y al momento de matar al animal que luego
se transformará en alimento.
Natalia trabaja, desde hace tiempo, con el cuerpo del animal,
la violencia, los elementos de tortura y la dictadura militar.
Esto la llevó a pensar en un trabajo de tesis que demuestre
que la violencia está siempre presente, aunque no se
note. Ella asegura que los rostros de una persona cuando come
demuestran fuerza, al igual que las manos hacen fuerza sobre
los cubiertos. Esto quedó demostrado en lo dañadas
que quedaron las imágenes del fondo de los platos luego
del almuerzo.
“Comer es un acto vital, es uno de los actos más
primitivos de los seres humanos que tiene su origen en la
supervivencia. Desde la prehistoria algunos grupos se sentaban
alrededor del fuego para alimentarse de la carne del animal
cazado. La comida remite al cuerpo, al horror, al sexo, a
la muerte, a nuestra historia, historia como seres sociales
pertenecientes al reino animal”, expresa la artista.
“El acto de comer implica un aspecto funcional y ritual,
donde se mezclan memoria y moda, discursos y prácticas;
define comportamientos y establece diferencias. En este acto
el cuerpo del animal es mutilado, seccionado, dividido en
pequeños trozos para ser digeridos y transformarse
en energía (vida), estos momentos se suceden como hechos
violentos y continuados ciclos, en los cuales nos encontramos
sumergidos y atrapados” (Leonardo Da Vinci). Natalia
utilizó esta frase del pintor para intentar hacer comprender
a los comensales y al público el porqué de su
tesis.
“El cuerpo de todo ser humano se alimenta continuamente,
muere y se renueva constantemente, ya que el alimento anterior
ha sido digerido y una vez digerido ya no tiene vida. A no
ser que se suministre un alimento equivalente al que se ha
digerido. Esta muerte es continua. En la materia muerta hay
una vida insensible que, reunida en los estómagos de
los seres vivientes, vuelve a tomar vida. El hombre y los
animales producen vida de la muerte de otros, se complacen
en la miseria de los otros y se hacen ellos mismos encubridores
de la corrupción”, agregó la expositora.
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