Universidad Nacional de San Juan - Argentina - Julio 2006 - Año III - Nº 22

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Las mieles que da el trabajo

La colmena, un informe especial emitido por Radio Universidad, recibió el primer premio a la producción radial en el Día del Periodista. Se trata de un envío que resalta la labor de mujeres y hombres nucleados en una cooperativa de trabajo para construir sus propias viviendas.

POR FABIÁN ROJAS

Norma Riveros, en diálogo con esta revista, repite varias veces la misma teleológica idea: “Torcer el destino”. Con esa construcción, la periodista alude a la práctica de movilizarse para ahuyentar la certera posibilidad de una existencia perenne en la indignidad más execrable. Y cuenta que hay mujeres y hombres, diseminados por distintos departamentos de San Juan, que gritan “existimos y tenemos derechos”. Desde esa sola proclamación, la dignidad parece sacudirse el polvo denso de la miseria y la postergación. Y entonces se juntan y cooperan y se ayudan y construyen. Norma y Marcelo Moreno vieron el fenómeno muy de cerca y no dudaron en establecer la analogía precisa: “Son laboriosas, incansables y creativas. En ese mundo cada una tiene un rol y todas lo cumplen. ‘Hay que vivir, no sobrevivir’, pareciera ser el lema de las abejas… Es una perfecta cooperativa de trabajo…”. Tal es el texto alegórico que introdujo a los oyentes en una realidad escasamente difundida por los medios: mujeres y hombres indigentes cual abejas con sus roles repartidos en una cooperativa construyendo sus viviendas de material para abandonar sus ranchos. La colmena fue el título de ese documental de catorce minutos y cinco segundos difundido en Radio Universidad la mañana del último lunes 29 de mayo. Días más tarde, el envío compartía con Radios Colón y Nacional el primer premio a la producción radial en el marco del Día del Periodista.

FOTOGRAFÍA
DE LA COLMENA
El informe La colmena fue ambientado con música instrumental que imita los sonidos de la naturaleza y dota al espacio de armonía. Hay momentos en que la música es más importante que las palabras y viceversa.
“También usamos un sonido especial que tiene que ver con el sonido de las abejas y el viento. Sonidos que eran fragmentos del track musical”, indica Norma Riveros.
El envío duró 14 minutos con 5 segundos. “Creo que para un informe es un tiempo exacto”, apunta la periodista y locutora del documental. En el informe se van alternando los testimonios de las mujeres de la cooperativa y de algunos funcionarios provinciales. Hay sonido ambiente con las voces de los trabajadores y ruidos de máquinas. El final del envío entrega un testimonio fuerte de una de las trabajadoras: “Yo me lluevo, le soy sincera, me entra tierra por todos lados… Yo digo que el día que ya esté dentro (de la nueva casa) voy a llorar todo el día… de alegría, de saber que va a llover y voy a estar tranquila.”

El rescate

“Siempre rescato temas que tengan que ver con la problemática social: la educación, la salud, la seguridad, lo habitacional. En este caso fuimos a Rawson. Sabía de algunas mujeres que habían decidido torcer cierto destino. Se reunieron, pidieron ayuda y descubrieron que hay un plan llamado Programa Federal de Emergencia Habitacional, en el que las asesoraron para constituir su propia cooperativa y construir sus viviendas. El gobierno nacional las proveyó de apoyatura técnica y de materiales”, cuenta Norma Riveros, periodista de Radio Universidad, quien junto a Marcelo Moreno, estudiante de Comunicación, llevaron adelante la investigación, la producción y la realización periodística y técnica de La colmena.
Esa cooperativa de Rawson estaba integrada en parte por cinco mujeres. El nombre de la asociación es 11 de noviembre, fecha en la que empezaron a realizar los trámites legales para formar la cooperativa. “Ellas se subían al andamio, pegaban ladrillos, hacían la mezcla. Una mujer iba y buscaba los materiales, otra cuidaba los niños de las que trabajaban. Eran una organización. Se sentían hasta pequeñas empresarias, porque les daban el dinero y les pedían que lo hicieran alcanzar para lo que estaba destinado. Y recibían la ayuda de algún marido o vecino, a quienes les pagan un Plan Jefe de Hogar y colaboran”, detalla Norma.

En foco

El tópico de los premios del Día del periodista es que los trabajos reconocidos guarden la sustancia de haber servido para ayudar a mejorar la sociedad. Norma Riveros no desafina con el enfoque y dispara: “Creo que los medios tienen que cumplir el rol de servir de herramienta de los que menos tienen para ir hasta el poder y decirles ‘hagan’. No desde el poder a la gente. Es decir, estar con esa gente y de ahí subir. No tenemos una empresa en la que vendemos éxitos y alegría. Aspiro a movilizar, no a entretener. Para eso tengo que salir a buscar la mayor cantidad de fuentes de manera que me aleje de mi subjetividad y me acerque a la objetividad. Es como que estoy dando herramientas que me sirven a mí y a la audiencia, y ésta hace su valoración crítica con todos los elementos que le doy”.
En medio de tanta declaración casi axiomática para el universo de los mass media, aquí las luces se encienden para que entre en escena la arcaica dicotomía objetividad-subjetividad. “Este espacio se inserta dentro de lo que sigo pensando que deben aprender los chicos de la universidad. Hay que alejarse de enseñarles que tienen que ser objetivos, porque se sabe que no se puede serlo porque tenemos una historia personal que te hace pararte aquí o allá. Hay que pedir muchas fuentes, lograr mucha pluralidad. De ahí es posible alejarse de la subjetividad y seguir buscando la verdad”, expone la comunicadora.

El touch de gloria

No es novedad alguna que vivimos en una sociedad de consumo, y que en esta realidad las producciones de diversas índoles son catapultadas a lugares estatuarios siempre y cuando hayan logrado para sí ciertos laureles. Pero, habrá que decirlo, en el caso de “las abejas” el éxito suena a justicia, y he aquí el fundamento de esta nota. “Cuando de algunas cátedras nos piden el CD para escuchar el envío nos gusta, nos sentimos bien, pero también duele un poquito. Es una idea exitista, porque ganamos el primer premio, pero nosotros siempre hemos venido haciendo este trabajito”, dice Norma.
Radio Universidad, hasta este año, sólo había logrado menciones. Esta es la primera vez que recibe un primer premio. Norma Riveros, de extensa trayectoria profesional, también. “Ahora queremos seguir con este trabajo porque me di cuenta cómo se sintieron las mujeres cuando fuimos a visitarlas y les dijimos que éramos empleados de la radio. Nos dieron todo. Por eso entendemos que ellas son las depositarias de este premio”, declara la periodista.
La iniciativa comunicacional no llegó a su techo con el reconocimiento del 7 de junio pasado. La idea que da vueltas es editar toda la materia prima informativa y enviarla a los medios situados en los límites de la provincia, en las fronteras. Norma lo explica: “Queremos ir al menos una vez al mes y en un día rescatar todo, volvernos, hacer un trabajo como éste y que luego vuelva a ese medio. Ese es nuestro objetivo para este año”.

A dos voces

Para el informe especial, los realizadores se trazaron la idea de obtener los testimonios de ambas partes del proceso: la oficial y la comunitaria. “Primero tratamos de buscar paralelismos entre las abejas y esas mujeres. Después me dije ‘quiero que la audiencia escuche lo que estas mujeres saben de este programa habitacional y que luego también quien lo instrumenta en San Juan lo explique”, repasa la periodista. Efectivamente, en La colmena el entonces interventor del Instituto Provincial de la Vivienda, Juan Terranova, dijo que “el gobierno nacional implementa este plan que está ideado para que los fondos destinados al asistencialismo se dediquen a la construcción de viviendas. Pero en el camino deben ir dejando implementadas cooperativas de trabajo en todo el marco legal. Al finalizar este proceso, la gente se encuentra con una vivienda que forma parte de su patrimonio familiar y ha aprendido un oficio en el tránsito”.
En tanto, una de las mujeres de la cooperativa deslizó: “Hemos tenido que estar con una máquina hormigonera, cargándola, pasando material. Yo me subía a los techos y clavaba tejas o maderas, o hacía de todo un poco… Nos unimos como cooperativa y cuál de todos necesitaba trabajar más, mujeres y hombres. No significa que porque terminemos de construir las viviendas en ese lugar todos vamos a tener casa. Nadie nos ha prometido nada…”


“Hablo de Estado”

“Yo no hablo de gobierno, hablo de Estado, que somos nosotros. Pero con Marcelo dijimos, al principio, están solos, porque el Estado no está. Después se acercó. Yo privilegio el trabajo, por eso es que pusimos en La colmena los sonidos de las máquinas mezcladoras y las amoladoras. Que quede claro: primero está el trabajo y después está el poder político diciendo lo que siempre dice. La idea fuerza del envío fue las ganas de esa gente de torcer el destino a través del trabajo.” (Norma Riveros)

 

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