El más alto capital social,
bajo la lupa
EN
TIEMPOS EN QUE EN LA ARGENTINA SE DEBATE CON SERIEDAD EL ROL
Y EL TIPO DE EDUCACIÓN QUE EL PAÍS NECESITA
PARA UN DESARROLLO NO SÓLO ECONÓMICO SINO CON
EQUIDAD, LA UNSJ NO DESENTONA CON LA TENDENCIA.
LA FACULTAD DE FILOSOFÍA, HUMANIDADES Y ARTES LLEVA
ADELANTE, JUNTO A TRES UNIVERSIDADES DEL PAÍS, UN PROYECTO
DE INVESTIGACIÓN QUE APUNTA AL CENTRO DEL SISTEMA EDUCATIVO
Y DEL MUNDO LABORAL. EN ESTE MARCO, EN ABRIL SE REALIZÓ
UN SIMPOSIO EN SAN JUAN DENOMINADO “LA EDUCACIÓN
INTERPELA AL MUNDO DEL TRABAJO”, EN EL QUE PERSONALIDADES
DE LOS DOS ÁMBITOS EXPUSIERON SUS PUNTOS DE VISTA.
POR FABIÁN ROJAS
En materia de educación, la década
de los noventa seguramente quedará sellada en la historia
argentina como un fragmento de tiempo en declive, como un
tobogán. Una batería de políticas más
bien sujetas a dictámenes tecnocráticos exógenos
que a genuinas necesidades internas configuraron un sistema
educativo, mediante la Ley de Transferencia a la provincias
y la Ley Federal de Educación, implementada en 1993,
caracterizado por la heterogeneidad y la desigualdad.
A lo largo, pues, de los últimos trece años,
pero sobre todo a partir de la crisis política, económica
e institucional que debió afrontar el país apenas
despuntaba el nuevo milenio, la educación vernácula
ha sido objeto de todo tipo de análisis y debates cuyos
trasfondos se cristalizaban y se cristalizan en una única
y contundente pregunta: “¿Qué tipo de
educación queremos como base de un nuevo país?”.
La instrucción formal urdida sólo como una plataforma
en la cual descansan los preceptos operativos y utilitarios
de la productividad como único demiurgo a adorar, ha
despertado, a fuerza de padecer consecuencias indeseadas en
los resultados empíricos, inquietudes en diversos ámbitos
gubernamentales y educativos.
Por el lado oficial, dos días antes del aniversario
número 196 del país, el presidente Néstor
Kirchner y el ministro de Educación, Ciencia y Tecnología
de la Nación, Daniel Filmus, lanzaron los lineamientos
para abrir un debate destinado a elaborar una nueva ley de
educación nacional. El plazo para dirimir los filones
de la futura norma es de seis meses. Con esto “ponemos
en el centro de la discusión el modelo de país
para las próximas décadas”, había
dicho el Presidente en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
Cuatro realidades
En este contexto de revisionismo educativo
en diversos ámbitos de la sociedad, lógicamente
las instituciones competentes no quedan al margen, y la Universidad
Nacional de San Juan no es la excepción. Durante la
post crisis antes mencionada, en la Facultad de Filosofía,
Humanidades y Artes (FFHA) de esta casa de estudios comenzó
a tomar forma un proyecto de investigación denominado
“Historia y prospectiva de los saberes socialmente productivos
en la cultura del Oasis: los límites del hábitat
y los saberes del trabajo”, dirigido por el profesor
Luis Garcés.
El programa trascendió las fronteras de San Juan y
es, junto a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Santa
Cruz, uno de los cuatro nodos insertados en un Proyecto de
Áreas de Vacancia (PAV) titulado “La enseñanza
y aprendizaje de los saberes socialmente productivos. Los
saberes del trabajo”. La dirección general de
este PAV está a cargo de la ministra de Educación
de la Provincia de Buenos Aires, Adriana Puiggrós,
y fue financiado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología
e Innovación Productiva de la Nación. Los restantes
trabajos del proyecto son, por la Universidad Nacional de
la Patagonia Austral, “Los saberes socialmente productivos,
los saberes del trabajo en un enclave económico. El
caso YPF en la zona austral”, bajo la dirección
de Juan Ruiz; por la Universidad Nacional de Rosario, “De
la expansión cerealera a la desindustrialización:
saberes socialmente productivos y ciclos económicos
en la provincia de Santa Fe en el siglo XX”, dirigido
por Edgardo Ossanna, y por la Universidad de Buenos Aires,
“Historia y prospectiva de los saberes socialmente productivos
en el área metropolitana: el ferrocarril y los saberes
del trabajo”, cuyo titular es Pablo Sessano.
El proyecto concursó en la convocatoria 2003 de la
SECYT, donde actuó un Jurado Internacional, y fue el
mejor evaluado en el área Educación, en la que
se financiaron tres proyectos. De allí el programa
obtuvo un subsidio de 700 mil pesos para una ejecución
de tres años (2005-2007) en las cuatro universidades
mencionadas.
equipo Investigadores
Luis Garcés, Nelly
Filippa y Marité Berenguer, Norma Aubone,
Paula Mateos, Gabriela Simón, Ramón
Roqueiro y Carlos Ureta
Becarios: Ana Rodríguez, Leonardo Parietti
y Roberto Dacuña. |
|
Fue en este marco que en abril pasado
se desarrolló el mencionado Simposio en la FFHA de
la UNSJ. Hubo paneles integrados por figuras ligadas a la
educación, como el Secretario de Ciencia y Tecnología
de la Nación, Ingeniero Tulio Del Bono; la doctora
Adriana Puiggrós, el rector de la UNSJ, ingeniero Benjamín
Kuchen y representantes de otras universidades.
Pero también expusieron puntos
de vista empresarios y personas vinculadas al comercio y la
producción. ¿Por qué el “cóctel”
de personalidades?, es que el Simposio se realizó bajo
una consigna por lo menos atractiva y con gran sentido de
oportunidad: “La Educación interpela al Mundo
del Trabajo”.
Educación, trabajo, inclusión,
exclusión…
¿Qué es lo que está
ocurriendo en la intersección de los universos educativo
y laboral? ¿Cuáles son los conocimientos realmente
operativos y funcionales al mundo del trabajo? ¿Qué
ha sucedido, en el devenir histórico, con la transmisión
generacional de aprendizajes de oficios? ¿Existe una
educación formal para la inserción laboral?
Y si es así, ¿qué tipo de ciudadanos
está forjando esa educación? Éstos y
otros tantos interrogantes más, operaron como disparadores
tácitos en los paneles llevados a cabo en Filosofía.
En la apertura de exposiciones el Rector de la UNSJ se interrogó
acerca del título: “Me preguntaba si por ahí
tal vez no podría ser al revés: ‘El mundo
del Trabajo que Interpela a la Educación’, para
saber qué le está faltando. Hay que analizar
la relación que tenga la educación con el mundo
del trabajo, porque esta realidad está requiriendo
que haya una formación más vinculada a este
mundo.”
Héctor Firpo, especialista en Recursos Humanos, habló
de la pauperización de la educación en términos
de capacitación técnica: “La mayor falencia
de la formación está en la capacitación
técnica. Casi el 20 por ciento de los puestos que requiere
la industria no pueden ser cubiertos por las personas que
hoy permanecen desocupadas. Esto marca un claro quiebre entre
lo que requiere el sector empleador y lo que ofrece la sociedad
a manera de capacitación”:
Alejandro Panella, del Centro Comercial de San Juan, depositó
en la educación formal sus expectativas de superación
de los trabajadores: “La sola experiencia de un trabajador
ya no es suficiente para lograr la optimización de
su profesión. A ella se le debe incorporar la capacitación
profesional, que se logrará con los conocimientos impartidos
desde los entes educativos y las universidades”.
Por su parte, Luis Garcés preguntó como ejemplo:
“¿Desde dónde y por qué montar
en una escuela de Chimbas un polimodal en ‘comunicación,
arte y diseño’? Intuitivamente un funcionario
dijo: ‘acá ponemos comunicación, arte
y diseño’. ¿Esto tiene o no que ver con
un escenario de posibilidades de inserción laboral
que genere un fuerte tejido social capaz de contener a la
ciudadanía? No lo sabemos… y quienes instrumentaron
el polimodal tampoco. Desde los ámbitos donde se toman
las decisiones de políticas públicas hemos estado
acostumbrados a este tipo de cosas y desde los ámbitos
académicos tampoco nos hemos metido en el mundo real
para poder establecer los parámetros que permiten un
diseño distinto. A partir de esto, en San Juan nos
hemos puesto a estudiar su estructura ocupacional y productiva,
a los efectos de sentar bases más ciertas que articulen
la relación educación-trabajo, siempre tratando
de tener un fuerte anclaje en los procesos históricos
que explican este presente. Por eso decimos ‘historia
y prospectiva’”
Voces
Educación y petróleo
“En Santa Cruz el mercado de trabajo
del ovino no requirió del sistema educativo más
que en pequeñas porciones de lectura y escritura. La
mayor parte de los trabajadores venía del norte de
la provincia, y traían saberes que no pasaban por la
escuela, saberes que tenían que ver con el arreo, con
la selección de los animales. Esto fue hasta el 1920-30,
cuando aparece el mercado del petróleo: YPF produce
un impacto muy fuerte. Ahí sí que la educación
empieza a cumplir un rol importante. YPF se estructura alrededor
de una economía organizada de manera vertical y con
crecientes niveles de especialización hacia la década
del 60-70. Se van especializando los requerimientos internos
de personal pero también hacia las escuelas industriales
y técnicas. Es una empresa que crea un espacio de transmisión
de saberes socialmente productivos muy importantes”.
Dr. Juan Ruiz
(Universidad Nacional de la Patagonia Austral)
“La riqueza es el conocimiento”
“Estamos obteniendo malos resultados
en los aprendizajes de nuestros egresados. Constituimos a
la Educación en un área de vacancia, y convocamos
a la financiación de proyectos como éste, para
fortalecer nuestras capacidades de educación. Para
poder seleccionar las estrategias adecuadas hace falta analizar
las condiciones de entorno, nuestro país, nuestro ambiente
y el entorno remoto, el mundo. Y es necesario analizar ese
entorno sobre todo el entorno futuro.
Estamos saliendo de la sociedad industrial y entrando en una
nueva que se denomina sociedad del conocimiento, sociedad
del saber. Una característica de la sociedad industrial
es que la producción de las empresas y de los países
consiste en producción de bienes físicos, tangibles.
En esta nueva sociedad, donde la información que hoy
manejamos mañana puede ser obsoleta, el contenido procedimental
más importante es aprender a aprender, tener capacidad
para poder seguir aprendiendo por nuestra cuenta durante toda
nuestra vida. Ahora los activos más importantes de
una empresa no son las máquinas, son las personas.
En la nueva sociedad la producción más valiosa,
la que genera la riqueza de los países es el conocimiento”.
Ing. Tulio del Bono
(Secretario de Ciencia y Tecnología de la Nación)
Sistematizar
la instrucción informal
“Uno de los impactos más
fuertes de la crisis fue la pérdida de conocimientos,
de saberes de sobrevivencia. Los sectores sobre los que más
pega la crisis son los que tienen saberes indispensables para
la sobrevivencia de la sociedad. Hay una generación
que no recibió una herencia cultural de saberes que
tradicionalmente no se aprendían en las escuelas técnicas
ni en las industriales sino que se trasmitían de padres
a hijos, o bien se aprendían en el taller o en las
fábricas. Pero en muy pocos momentos de la historia
fueron tomados como saberes necesarios que requieren un aprendizaje
sistemático y que deben ser incorporados de una manera
institucional por el Estado. Existe la necesidad de reconocer
los saberes adquiridos por vías no formales y enriquecer
la noción de saberes socialmente productivos y de saberes
del trabajo”.
Dra. Adriana Puiggrós
(Ministra de Educación de la Provincia de Buenos Aires)
|