El proyecto que rescata una zona descuidada de la Ciudad y la convierte en un Memorial por el Terremoto de 1944
La idea surge de un trabajo de tesis de la FAUD y consiste en un circuito que conecta varios puntos de San Juan, emplazados alrededor del Cementerio de la Capital. Las propietarias del proyecto quieren que llegue a oídos del Gobernador.
Por Julieta Galleguillo
“Lo pensamos como una grieta, un espacio de profundidad en la tierra que nos permita ingresar en ella”, así define Julieta Lazarte al circuito que idearon junto a María Victoria Otero, como trabajo final de tesis para recibirse de arquitectas de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNSJ (FAUD). El memorial es un circuito que incluye espacios verdes de reflexión, con un salón de usos múltiples con pantallas en 3D y rampas que permiten un recorrido armónico de libre acceso. El proyecto pretende conectar el Cementerio de la Capital con el Auditorio Juan Victoria y la Escuela de Música. Incluye, en su sentido más ambicioso, un mercado de flores, un complejo de cines y un estacionamiento.
El “Memorial del Terremoto de 1944” surge con el fin de revalorizar el Cementerio de la Capital y sus alrededores que, según las arquitectas, se encuentran bastante descuidados en cuanto a iluminación y ordenamiento y convertirlos en un espacio dedicado a la memoria y la reflexión. En 2009 las recién egresadas volvieron de una Bienal de Arquitectura realizada en Buenos Aires con la idea de que un memorial tiene mejor utilidad que un museo. Dos años más tarde comenzaron a proyectar esa idea en lugares específicos de San Juan y así surgió este proyecto. “Nos impactó el concepto porque un memorial no sólo debe recordar un hecho, sino también prestar atención a lo que sucede en la actualidad para no repetir la historia. Un memorial es algo conmemorativo, pero con la función de advertir. Si pensamos en las víctimas del terremoto hay un aspecto físico que está contemplado con las nuevas construcciones sismorresistentes, pero hay un aspecto social que aun no solucionamos, que es la conciencia de la convivencia constante con los sismos”, explica María Victoria.
El lugar físico que ocuparía este circuito serían las manzanas que están frente al Cementerio de la Capital y se extendería a las manzanas aledañas. El proyecto contempla una propuesta urbana, mucho más ambiciosa, que lo conecta con el Centro Cívico y la Escuela de Música, y la propuesta del Memorial, propiamente dicho. El eje central se encuentra en el portal del Cementerio de la Capital, obra del arquitecto mendocino Daniel Ramos Correa, quien fue llamado a la reconstrucción de San Juan luego de 1944. Las profesionales eligieron esa obra para ponerla en valor dentro de este proyecto por su importancia arquitectónica. Este Memorial vendría a ser el remate del Eje Cívico Institucional y Cultural, que incluye una serie de construcciones, paseos y espacios públicos que comienzan en el Museo del Bicentenario y terminarían en el Memorial ubicado al lado del Cementerio, entre calles España y Las Heras. El proyecto también propone una conexión directa con el Parque, el Auditorio, la Escuela de Música, el Cementerio y el Memorial, a fin de que sea todo un complejo público. “Elegimos un memorial y no un museo porque queríamos un espacio para todos. Nuestro proyecto no tiene puertas, cualquiera puede entrar y salir a cualquier hora y en cualquier día. Es un espacio libre”, resume Julieta.
El proyecto incluye abrir el perímetro del Auditorio Juan Victoria, sacándole las rejas para que sus espacios verdes puedan ser aprovechados y conectarlo con la Escuela de Música por medio de un paseo en el interior de las manzanas. También proponen abrir el Cementerio y convertirlo en un circuito temático, ya que los muros perimetrales provocan oscuridad que vuelven peligrosa la circulación en la zona. La propuesta es generar espacios verdes de contemplación alrededor del Cementerio, la barrera para que la gente no acceda a la zona de nichos es un gran espejo de agua. La idea es que los nichos no se vean, que parezca un espacio público. “Un cementerio es un espacio para los vivos y no para los muertos, por eso queremos revalorizarlo como espacio público. Según una investigación que realizamos, mientras más espacios públicos tiene una ciudad, mejor calidad de vida tiene. Mientras mas actividad hay es menos insegura y eso forma parte de nuestra propuesta”, agrega María Victoria.
El portal del Cementerio quedaría inserto en una plaza ceremonial que amplía la entrada al lugar. Esa plaza comunica con una escalinata subterránea al espacio del Memorial propiamente dicho. El lugar está lleno de terrazas y desniveles, para dar la impresión de inserción en la tierra. Además, incluye un complejo de cines con salas en 2D, 3D, una al aire libre y una geodésica, es decir un cine a 360 grados, con butacas reclinables. La idea es fortalecer la memoria cotidiana, apelando a los cinco sentidos, un jardín de lavandas y jazmines, el espejo de agua está en constante circulación, varillas luminosas que emiten sonidos con el viento, iluminación tenue lograda por medio de las tonalidades en cobre y mármol translúcido color ámbar, son algunos de los efectos que provocan las sensaciones buscadas por las profesionales. Toda la iluminación del espacio memorial abierto se lleva acabo por medio de paneles solares y fibras ópticas que impiden el derroche de energía, además de la utilización de materiales económicos en general. Todo el proyecto está desarrollado en maquetas, imágenes en 3D y un video que puede verse aquí.
A fines de abril de este año, Julieta Lazarte y María Victoria Otero egresaron de la carrera de Arquitectura de la FAUD por medio de este proyecto y les gustaría que la iniciativa llegue a oídos del Gobierno de San Juan para intentar hacerlo viable.
Ver el proyecto en
https://www.youtube.com/watch?v=6oCVy7j33po
