¿Qué somos bajo la máscara?

Comparte

Ese es el título de la exposición de la artista plástica Inés Lalane, que se inaugura el 2 de junio en el Edificio Central de la UNSJ. La obra, referida a la identidad, toma como inspiración a figurillas de arcilla de América prehispánica.

Escribe Inés C. Lalanne

Este conjunto de obras se propone indagar sobre la identidad, tanto personal como colectiva. Aquel mandato filosófico “conócete a ti mismo” esta abordado desde el “yo” y el “nosotros” a través de una producción visual que toma como punto de partida inspirador a las figurillas de arcilla de América prehispánica. Las pequeñas obras de alfarería son reinterpretadas de modo tal que adquieren dimensiones monumentales en tanto basamento de una civilización. Espacio trascendental, dimensión cósmica, representado en los azules profundos y negros del infinito atemporal. Tonos tierra y texturas, como embajadores de la Pacha Mama. Arcilla, piedra y agua, amalgamadas y moldeadas por los ancestros, es decir, “por los que marcharon antes que nosotros.”
Partiendo de estos elementos surge el cuestionamiento sobre la identidad y la dualidad de los opuestos: ab-origen/europeo, en un intento de comprender las dos posturas frente al mundo que subyacen en nosotros en tanto que argentinos.
Ante la estrechez de definir al hombre como un animal lógico, Ernst Cassirer, lo hace como animal simbólico.
Estas obras son un intento de asir lo simbólico para acceder a lo absoluto, tomando al símbolo como epifanía, como consagración del estar con lo trascendente. Una invitación a repensarnos como americanos.
Rodolfo Kusch en su “América Profunda” confrontando con el pensamiento europeo, logra entender que los pueblos de América, lejos del concepto del Ser, cimientan sus culturas en el mero Estar. El “Estar” como oposición al “Ser”, porque si el ser es proyección, progreso y avance -base de la propagación de las civilizaciones europeas- los pueblos americanos apoyan su existencia en el Estar, una conciencia de la existencia como parte de un mundo y no como un individuo a través de la historia.
Americanos, pero para Kusch, somos los habitantes de Abia Yala :”tierra en plena madurez”, “tierra de sangre vital”.

FUN SANG – ABIA YALA – AMÉRICA
Tres nombres para designar una misma cosa, parte de un universo simbólico que al momento de ser aprehendidos por la persona, le construyen una realidad para sí, que a la vez es exclusiva y común.