En el San Juan de la sequía es posible sembrar trigo de ciencia argentina

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La tesis de Grado de Jennifer Castro, egresada de Biología de la UNSJ, fue distinguida recientemente con un Premio Domingo Faustino Sarmiento de la Provincia. En ella concluye en que un genotipo de semilla elaborada por la ciencia nacional del INTA se adapta a suelos con estrés hídrico, entre otras adversidades.

Por Fabián Rojas

Por la temática de la investigación, es factible creer que Jennifer Emilce Castro es ingeniera Agrónoma. Pero no. La investigación acreedora del reciente “Premio Domingo Faustino Sarmiento” que entrega el Estado provincial a través de la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECITI) es su Tesis de Grado de la Licenciatura en Biología, de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ, trabajo que fue dirigido por Mónica Ruiz, directora del INTA San Juan. El título de la investigación es “Impacto del estrés hídrico en la relación fuente-destino en planta de trigo, a través de la remoción parcial de destinos”. Jennifer explica, pues, que la versatilidad de la Biología “te permite hacer diferentes estudios” y es por eso que un tema se acerca a otras áreas del conocimiento.

Lo cierto es que su estudio indica que es posible sembrar ciertos genotipos de semillas de trigo en San Juan y su realidad de sequía, elaboradas por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA. “El trabajo tuvo el objetivo de descubrir, a través de método científico, cuál era el rendimiento que tenían cuatro genotipos, es decir, cuatro semillas de diferentes variedades de trigo”, explica Jennifer. Para ello trabajó en una hectárea de tierra en que estableció controles mediante la irrigación necesaria para el trigo. “Disminuimos la cantidad de agua necesaria estándar que el cultivo necesita para desarrollarse en óptimas condiciones”, explica la investigadora. Luego siguieron mediciones morfológicas de las plantas para comparar esos diferentes genotipos en la simulación de un contexto de estrés hídrico (como en la actual situación de San Juan).

La finalidad era saber, en las condiciones actuales de sequía de San Juan, qué tipo de semillas es realmente viable, que tenga la capacidad de tolerar el estrés hídrico. Ese genotipo, el que tuvo mejor rendimiento, es la semilla denominada BIOINTA 1005.

Luego de determinar la parte del estudio hídrico, la investigadora egresada de la UNSJ se enfocó en simular algún tipo de alteración abiótica o biológica, por caso, un viento o alguna plaga de insectos que removiera o comiera la mitad de la espiga. “Todo esto va influyendo en la producción por hectárea”, dice Jennifer Castro. Acá también fue el genotipo BIOINTA 1005 el de más óptimo rendimiento. “Así es como analicé la relación fuente – destino. El destino son los granos de trigo, la espiga; la fuente es toda la estructura, la cual sería el tallo, la hoja. Este fue un trabajo que medí en laboratorio. Mientras que la parte de estrés hídrico la hice en campo”, apunta la bióloga.

“Una noticia súper alentadora”

Toda la tesis fue desarrollada en la Estación Experimental del INTA Pocito. “Los tipos de suelo en San Juan varían dependiendo de la zona. Para poder saber si realmente esos datos obtenidos en Pocito son viables en otros terrenos, habría que hacer una experimentación. Podría dar un sí, aunque muy cuidadoso, sobre la posibilidad de que pueda sembrarse esa semilla en Jáchal, lugar histórico y emblemático del trigo. Quizás ahí haya que hacer el mismo ensayo”, admite la investigadora. Y arroja una primera conclusión general: “En San Juan se puede sembrar trigo. Ya sabemos cuál es el genotipo que el productor debe cultivar para asegurar su producción a fin de año”. Luego enuncia: “Los genotipos con los que yo he trabajado en mi tesis de grado son una manipulación genética del INTA de Córdoba. A nivel científico nacional ya existe un genotipo, una semilla, que está adaptada a las condiciones agrestes, de estrés hídrico de la provincia de San Juan”. Y al final, la reflexión: “Esto es una noticia súper alentadora porque todo el sistema agro-productivo está bajo un monopolio nacional e internacional en la venta y compra de semillas. Entonces, esta semilla, de creación de la ciencia nacional, nos abre una ventana donde las ciencias de San Juan y de Argentina están dando respuestas concretas a los productores”.

 Los genotipos puestos a prueba en los ensayos a campo fueron Baguette 11; Elite; Biointa 1005, y Baguette 19.  “Demostré cuál es la óptima para el cultivo en San Juan y además cuál es la semilla que mejor responde a un eventual ataque biológico o abiótico cuando la planta esté en una etapa desarrollada, a punto de estar lista para cosecharse”, redondea Jennifer Castro.