“En los discursos de odio, el otro deja de ser ‘sujeto de derecho como yo’”

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La directora de Radio y Televisión Argentina, Cynthia Ottaviano, dio una conferencia en el Edificio Central de la UNSJ. En ella invitó a todos y todas, incluido personal docente de las escuelas (desde jardín), a trabajar sobre qué son los discursos de odio y ver qué sucede con los mensajes cotidianos naturalizados. Sugirió marcar la diferencia entre libertad de expresión y ataque a la otredad.

Por Fabián Rojas

Cynthia Ottaviano periodista y actual directora de Radio y Televisión Argentina, mostró al público presente en el Edificio Central de la UNSJ una definición de discurso de odio ensayada por la Organización de Naciones Unidas: “Cualquier forma de comunicación de palabra, por escrito o a través del comportamiento, que sea un ataque o utilice lenguaje peyorativo o discriminatorio en relación con una persona o un grupo sobre la base de quiénes son o, en otras palabras, en razón de su religión, origen étnico, nacionalidad, raza, color, ascendencia, género u otro factor de identidad”. En ese “otro factor de identidad”, Ottaviano situó los discursos de odio a raíz de ideas políticas. Y comentó que no hay una ley en Argentina que diga qué son esos discursos y que sólo hay aproximaciones. “Es una deuda pendiente, deberíamos trabajar para llegar a un consenso sobre qué es un discurso de odio”, instó.

La periodista indicó, respecto de esos discursos, que en ese caso ya no se habla de la libertad de expresión en su verdadero sentido de dar, buscar, difundir información, “estamos hablando de un ataque, del uso de un lenguaje peyorativo, discriminatorio”, precisó. Luego dijo: “En ese otro factor de identidad, desde mi punto de vista, entran las opiniones políticas. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es muy clara en sus Artículos 70 y 71 en que no hay que promover trato discriminatorio en base a una serie de enunciaciones y dice también en base a ‘opiniones políticas’”.

Pero como no hay una clasificación ni definición únicas de discurso de odio, Cynthia se preguntó “qué podemos hacer”. “Trabajemos en el aula, desde jardín de infantes, desde las posibilidades que tengamos. Es fundamental. Para qué nos sirvieron cuarenta años de democracia si todavía reproducimos discursos violentos y los tenemos tan naturalizados que lo pasamos al ámbito físico. Porque si pienso en un regalo, pienso en algo que contribuye al estereotipo”, analizó. A continuación, insistió: “Debemos trabajar en el aula en la búsqueda de esa construcción pidiendo que vengan especialistas que nos den sus puntos de vista; pensar nosotros y nosotras mismas qué consideramos discurso de odio. Cuando me dicen gorda anteojuda, ¿eso es un discurso de odio? ¿Es discriminación? ¿Por qué? Hay mecanismos que construyen los discursos de odio. Lo primero que se hace, según el informe del INADI de diciembre de 2020, en el marco de los discursos de odio, es construir al otro como alguien diferente. Es lo que se llama ‘la otredad amenazante’. El otro deja de ser ‘sujeto de derecho como yo’. Pasa a ser alguien diferente que forma parte de un grupo, no es una sola persona, y ese grupo son los ‘ellos’. En ese juego, son ‘ellos o nosotros’, no hay más posibilidad. Es la grieta. Pero la realidad no es así. No hay un ‘ellos’ y un ‘nosotros’. ‘Somos’. Somos quienes estamos en la universidad, somos quienes estamos en la radio, somos quienes estamos en la provincia, somos quienes estamos en la nación, somos quienes estamos en América Latina, somos la humanidad”.  

Ottaviano marcó que el problema no termina ahí porque, además, se generaliza: “Todos los que están en ese grupo (peruanos, gitanos, o lo que sea) ‘son iguales, son todos de esta forma’. Y lo que sigue después es la forma negativa y a ese grupo se lo acusa de culpable de todos los problemas, porque si no, no estaríamos hablando de discursos de odio. Cuando alguien dice ‘son el cáncer de la política’, claramente es un discurso de odio. Al cáncer se lo ataca, se lo extirpa, para tener vida. Lo que suele pasar es que en contextos de crisis esto prende mucho, porque se busca quién tiene la culpa de lo que está pasando. Entonces esos mensajes en los medios de comunicación empiezan a prender en el descontento popular. Es lo que está pasando ahora”.  

La doctora en Comunicación y primera defensora del Público por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual agregó otro componente de los discursos de odio: la deshumanización: “Se busca deshumanizar para impedir la empatía. ‘No, este ya no tiene arreglo. No es persona, está en otra categoría’. Se le niega la humanidad y entonces se justifica la violencia”.   

Ottaviano aseguró: “Esto es muy importante que lo podamos difundir en las aulas con todas las características que tengan, y en los medios de comunicación, porque, si no, se reduce el debate. Y se dice ‘ah, me querés cortar la libertad de expresión, me querés censurar’. No. Lo que estamos diciendo es que cuando hay enfrentados un ‘nosotros’ a un ‘ellos’, cuando hay una otredad amenazante, cuando se dice que todo ese grupo tiene características negativas y hay que sacarlo, echarlo, para solucionar todos los problemas que tenemos…”, se está en presencia de la sustancia de discursos de odio, completa quien escribe este texto. Por su parte, Cynthia advirtió que lo dicho hasta aquí sobre esa otredad amenazante fue la base de tragedias de odio en la humanidad, como el Holocausto, por nombrar solo una.