“Me gusta ver esta reunión más que como un acto de colación, como una celebración de lo público”

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Lo expresó Florencia Cortez, egresada como enfermera Universitaria de la Universidad Nacional de San Juan sede Jáchal.

Por Belén Ferrer

Este 18 de octubre se realizó el Acto de Colación de Enfermería de la sede de Valles Sanjuaninos de la Universidad Nacional de San Juan en Jáchal, cohorte 2020-2021. Allí estuvieron presentes autoridades de la institución como así también de la sede jachallera, egresadas y egresados y familiares.

En esta oportunidad, el discurso final de la Promoción estuvo a cargo de Florencia Cortez, reciente egresada. Sus palabras fueron efusivas por haber accedido a estudiar en su departamento y, además, hizo especial hincapié en valorar la accesibilidad de la educación pública: “No es fácil dar con las palabras que transmitan la emoción que compartimos en este momento de nuestras vidas, en el que damos un salto definitivo hacia el futuro, contentos de saber algo más sobre quiénes somos, sobre qué vamos a hacer y qué tenemos que ofrecerle al mundo, a la comunidad y al lugar donde crecimos. Es una inmensa responsabilidad, pero también un honor para quienes nos hemos preparado durante años. Sé que no todas las casas de estudio contemplan la necesidad de dar lugar a esta voz, la de una egresada, en este tipo de ceremonias. La representación de este colectivo de personas, que sin duda tenemos ideas diferentes, diversidad de pensamientos y vivencias. Sin embargo, quiero concentrarme en algo que indiscutiblemente tenemos en común, y es el tremendo privilegio de haber podido acceder a la universidad pública. Parece paradójico hablar de privilegio cuando estamos hablando de un derecho, como es la educación”.

La egresada enfatizó en la importancia de que la institución tuviera acciones concretas para lograr descentralizar la educación pública superior en la provincia: “Nosotros tuvimos este derecho, y no por milagro, sino por haber nacido en un lugar y una época donde este derecho estuvo garantizado. No siempre fue así, pasaron muchos años, muchas luchas, se perdieron muchas vidas, se levantaron muchas banderas en el nombre de la educación pública y que agradezco a la vida haber caminado con este grupo de personas que juntos también levantamos banderas por la educación pública, por el desarrollo norteño y la bandera de Jáchal para que todos, absolutamente todos, tengan este privilegio que tenemos nosotros. Porque somos la primera generación de padres cebolleros, de amas de casas, de desempleadas, de madres solteras, de panaderos, de zapateros, somos la representación de la justicia social gracias a esas luchas. Por eso, a mí me gusta ver a esta reunión que hoy nos convoca, más que como un acto de colación, como un acontecimiento de celebración de lo público, de los derechos adquiridos en tiempos muy difíciles”.

Además, la Enfermera Universitaria se refirió a la preparación académica y social que tuvieron en la carrera: “Una profesora en nuestro abordaje territorial nos preparaba y nos mencionaba que debíamos ser agentes de cambio, estar preparados para detectar todo tipo de debilidades sociales con la empatía y el compromiso que nos caracteriza. Por eso mis recuerdos, mis anécdotas con este grupo de personas siempre van a ser relacionadas con el amor al prójimo, su compromiso con cada persona que tuvieron que atender, abordar, preocupados por gestionar y solucionar situaciones en las practicas comunitarias son los mejores recuerdos que me llevo de este colectivo.  Que estos años de formación no sean un mero conocimiento profesional, sino que nunca olvidemos que la ciencia sin amor no tiene sentido. Florence Nightingale decía que la Enfermería es un arte que requiere de una devoción exclusiva, una preparación tan intensa como el trabajo de un pintor o un escultor. Para ella, la enfermería era la más bella de las artes. Seamos fieles a nuestra formación científica pero no nos olvidemos que la misma se respalda en el arte del cuidar que se manifiesta en la intuición, la creatividad, la imaginación y la capacidad de ponernos en el lugar de la persona vulnerable, que sufre y que necesita de nuestro cuidado. La formación ética y humanitaria que recibimos debe marcar la diferencia en nuestros trabajos. Que nos destaquemos en nuestro quehacer profesional no sólo por la excelencia, sino también por el respeto a la dignidad de la persona humana, siendo sus defensores y procuradores en toda circunstancia”.

Finalmente, la oradora expresó su emoción por formar parte de la  institución pública y agradeció a las familias, profesores y autoridades por el gran apoyo: “Quiero decir que nuestro paso por la Universidad sin dudas transformo nuestras vidas, Universidad que el pasado 10 de octubre cumplió sus 49 años; aquí nos convertimos en profesionales, pero también, nos llenamos de amigos, alumbramos proyectos, enriquecimos nuestras ideas, construimos nuestras familias o encontramos el rumbo de nuestras convicciones. Pero, además, nuestro paso por acá también transformó a la Universidad. Y esa es otra de las cosas que hoy celebramos: que somos parte, estudiantes, graduados/as, docentes, no docentes que día a día hacen que la UNSJ, la Escuela de Ciencias de la Salud, sea y siga siendo una universidad pública, gratuita, de acceso irrestricto, de libre pensamiento, que abre puertas, recibe y que abraza. También queremos agradecer a nuestros docentes que supieron enseñarnos y exigirnos para que hoy estemos todos aquí. Gracias por todos estos años de apoyo y contención y por haber transmitido sus conocimientos, así como también sus experiencias de vida. Hablar de Salud y Educación Pública es hablar de Justicia Social y hoy estamos celebrando estos pilares inalienables”.

Las palabras de la reciente egresada demuestran los frutos de la territorialización, la expansión y la democratización de la educación en toda la provincia de San Juan.