El debate que no debiera existir

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El tema de la tenencia de armas de fuego en manos de toda persona en Argentina vuelve a instalarse, al compás de discursos de la ultraderecha. La Masacre de Texas está cerquita en el tiempo, pero las voces insisten. Desde la UNSJ, la especialista Sonia Torti desmiente datos de homicidios que se utilizan para promocionar el uso colectivo de armas.

Por Fabián Rojas

Imagen de portada: Telam

Cada tanto el tema regresa firme a la superficie y, aunque haya periodos en que parezca alejarse, nunca deja de sobrevolar la sociedad argentina. No deja de hacerlo porque, en una sociedad que desde hace años aumenta niveles de exclusión, montada en un sistema despiadado que no lo es con sectores de poder económico real, los delitos también aumentan. Y así entonces el tema de la tenencia de armas en manos de toda persona vuelve a instalarse, al compás de los discursos de la derecha y la ultraderecha. Pero, como un extraño conjuro hacia esas ideas de tenencia libre de armas para todo el mundo, también cada tanto asaltan las pantallas videos de niños, niñas, jóvenes y docentes como víctimas fatales o con serias heridas por el gatillo liberado de ciudades de Estados Unidos. Allí está esa masacre en la escuela primaria Robb, de Texas, perpetrada hace unos días, por caso. Pero no basta, y ante cualquier micrófono algún o alguna referente de la derecha indignada, vuelve a clamar por las armas de fuego libres en la ciudadanía. Y otra vez, el debate.

Un referente de la Red Nacional de Desarme, Adrián Marcenac, cuyo hijo Alfredo fue asesinado por Martín Ríos -el Tirador de Belgrano (Buenos Aires)- en 2006, dice que en Argentina actualmente hay cuatro millones de armas en manos de civiles. Y las estadísticas dicen que mueren unas ocho personas por día en los últimos años a causa del uso de armas. En manos de civiles, las armas de fuego representan un 10 por ciento de la población argentina, y ya es un problema. ¿Y si el uso fuera legítimo y libre, como proponen, por ejemplo, el diputado libertario Javier Milei o la titular del Pro, Patricia Bullrich?

Sonia Torti, de la Universidad Nacional de San Juan, es doctora en Ciencias Sociales y especialista en Criminología. Dice que el debate sobre la tenencia libre de armas en la sociedad civil “ni siquiera debería darse porque esto ha sido una declaración al aire de este señor (se refiere a Milei) quizás con fines electoralistas, para captar parte de la opinión pública en lugares donde quizás manejan otros índices delictivos”.

Dra. Sonia Torti – Facultad de Ciencias Sociales – UNSJ: «No podemos permitir que el sistema punitivo se expanda permitiendo que todos estemos armados, porque así habrá mayor cantidad de delitos, no menos.»

La especialista sostiene que la discusión no debería darse en esos términos, porque además se exponen datos magnificando la cantidad de homicidios, algo funcional al discurso proarmas libres. “El otro día escuché a un periodista que presenta datos criminales en un canal de Buenos Aires y decía que en Argentina tenemos más de dos mil homicidios por año. Esto equivale a diez masacres de Texas. Y yo creo que esa es una manera equívoca y ambigua de presentar los números, porque así no se cuentan los homicidios dolosos. Estos homicidios se tienen en cuenta con una tasa de homicidios cada cien mil habitantes, y Argentina tiene 5,3 homicidios dolosos cada cien mil habitantes. Entonces, no se cuentan de esa manera, porque queda como que tenemos un gran número de homicidios y no es así”, replica Torti.

Fogonear el sistema punitivo
Las declaraciones mediáticas en favor de la tenencia de armas surgen sobre todo desde lideres de la política y constructores de opiniones desde la Capital argentina. “En Ciudad de Buenos hay 3,3 homicidios cada cien mil habitantes y es la segunda ciudad de América con menos homicidios: se ubica debajo de Ottawa. Entonces no tiene sentido (ese discurso). ¿Por qué nosotros querríamos tener esas situaciones cuando no tenemos masacres escolares de esa naturaleza? ¿Por qué querríamos armarnos? Argentina tiene un índice de homicidios bajo, tratemos de mantenerlo así”, enfatiza la especialista de la UNSJ.

Sonia Torti afirma que ya el sistema punitivo está en constante aumento. “Entonces no hace falta fogonearlo más para que se expanda. Y se expande porque es el modo de controlar el precariado, básicamente, las franjas más pobres. El delito molesta, produce miedo e inseguridad. Pero no podemos permitir que el sistema punitivo se expanda permitiendo que todos estemos armados, porque así habrá mayor cantidad de delitos, no menos”, advierte.

Toc toc para el Estado
De 1919 es el ensayo “La política como vocación”, del sociólogo Max Weber, en el que habla del monopolio de la violencia, el cual debe ser del Estado. “Esto es así. Es verdad que provoca muchas veces problemas, pero es el Estado el que debe brindar seguridad para todos los individuos. Es una posición muy neoliberal eso de que los sujetos se hagan cargo de su seguridad. Ahí empiezan los problemas. Que un sujeto pueda poner una alarma para prevenir delitos, implica una diferencia con aquel que no tiene medios para hacerlo. El Estado debería propiciar las condiciones, disminuir la desigualdad para evitar la ocurrencia de estos hechos”, sostiene Torti.

Femicidios

“Los femicidios se dan también porque hay armas en la casa. Imaginemos qué sucedería si en cada vivienda tuviéramos un arma de fuego” (Sonia Torti)