Intersecciones posibles entre cine silente y pintura: relecturas a partir de la idea de identidad nacional

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El contexto político y social del periodo comprendido entre 1914 y 1955 motivó a los artistas a la realización de cintas y pinturas a favor de la construcción de las ideas sobre el ser y la identidad nacional, que representaban temas históricos, costumbristas o de tradición, inspirados en obras literarias del siglo pasado y/o contemporáneas a su tiempo.

Por Isabel Rostagno Toret (*)

Un cierto acatamiento al origen de nuestro pueblo se desliza en la poesía y en el canto argentino,
y no hay razón para que el decidir de las otras manifestaciones sea diferente. (Carlos Ripamonte)

 

En el marco del Proyecto “Cine, Estado y Constitución. La regulación de la producción y exhibición cinematográfica en Argentina (1914-1955)”  (Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas y de Creación Artística-UNSJ), presento el resumen de mi propuesta de investigación, la cual tiene como objetivo principal elaborar una lectura del cine en Argentina (1910-1923) en intersección con los desarrollos del ámbito de la plástica. Entendiendo a estos ámbitos como piezas fundamentales en el contexto de gesta del programa de identidad nacional a comienzos del siglo XX, y comprendiendo el proceso de construcción de sus discursividades, se focalizarán los análisis de algunos documentos, obras y manifiestos para reconocer los lineamientos que guían sus versiones en el relato de nuestra historia social y política.

Retomando algunas lecturas actuales sobre la cuestión, encontramos que el contexto social fluctuante de la época a causa de los movimientos migratorios, combinado con los eventos y festejos por el centenario de la patria, motivó a los artistas a la realización de cintas y pinturas a favor de la construcción de las ideas sobre el ser y la identidad nacional. Dicho escenario condujo así los caminos de la representación hacia temas históricos, costumbristas o de tradición, inspirados en obras literarias del siglo pasado y/o contemporáneas a su tiempo. Así, dichas ideas lograron fomentarse de manera rápida, gracias a la intencionalidad de los ámbitos artísticos por incluirse en esta movilización generalizada, aunando “la pedagogía con el valor artístico” tal como comenta María José Herrera (2014).

En el caso de la cinematografía, desde la primera proyección en la ciudad de Buenos Aires en 1896, su evolución y desarrollo en nuestro país se vio influenciado altamente por la fascinación y aceptación que generó en la sociedad. Pero ello también provocó el crecimiento paulatino del cuestionamiento por parte del Estado Nacional y las instituciones dirigentes (iglesia, empresarios, medios, crítica) sobre el modo en que los films representaban la realidad argentina, aplicando criterios sostenidos en ideales de moral, ideología, política y sociedad (INVERNIZZI, 2014: 23). De manera que detectamos que estos primeros 30 años el cine tuvo que plantearse como estrategia de evasión de ciertas regulaciones y prohibiciones, la correspondencia discursiva de los guiones con el proyecto político de construcción de una identidad nacional, lo cual le aseguraría sentar sus bases y capitalizarse como un campo de producción específico. Así, y en palabras de Andrea Cuarterolo (2009), muchos de los films se posicionaron como herramienta didáctica dirigida a enseñar “lo nacional”, a partir de la recuperación de la tradición como vía para lograr la consolidación de una identidad nacional en tiempos donde se buscaba homogeneizar al naciente y dispar conglomerado criollo-inmigratorio, y lograr una unidad patriótica visible para los habitantes del país como así también ante el escenario global.

Por el otro lado, una lectura sobre el desarrollo de los estilos en el ámbito de la plástica nos lleva a comprender, de acuerdo con las opiniones de Córdova Iturburu (1958), que, a pesar del estímulo de numerosas iniciativas oficiales y privadas, se puede considerar que la Argentina de 1910 aún se encontraba ubicada en un plano retardado respecto de la relampagueante cadena de apariciones de los ismos en la capital europea del arte, Francia. Sin embargo, se comenzaba a gestar un cambio generacional de la mano de artistas como Martín Malharro y los que formaron el grupo Nexus, anunciando el rechazo hacia el naturalismo cosmopolita de siglo diecinueve, y señalando la modernización del arte tomando la representación del paisaje local como punta de lanza para instalar un nuevo discurso. Sus apariciones en el medio artístico denotaban la preocupación por pintar la naturaleza de la patria y oponerse a la permanencia sólida del naturalismo academizante de las escuelas española e italiana que dominaban el circuito de las galerías. Para lograrlo, se apropiaron y reinterpretaron la técnica del impresionismo francés con el objeto de construir una pintura que piensa y siente la naturaleza como forma de expresar lo nacional.

Ahora, si bien encontramos que existen elementos que aparecen como marcas comunes entre ambos circuitos, podríamos afirmar que el puente entre cine y plástica no ha sido revisado o leído previamente, según algunas comprobaciones hechas hasta ahora y la escasez de antecedentes encontrados al respecto. Por lo tanto, este trabajo encuentra su justificación en el propósito de reconstruir la atmósfera cultural que engloba a ambas disciplinas, con el fin de generar una narración estética propia de la época en la que cine y plástica se vean vinculadas, ya que entendemos este punto como un aspecto indispensable en la reconstrucción historiográfica de ambas disciplinas. En conclusión, con el objeto de significar una contribución valiosa a los estudios actuales sobre cine y plástica, este ensayo arriesga un trabajo analítico que surgirá de la intersección entre investigaciones, archivos, obras y manifiestos pertenecientes a estos campos, los cuales contribuyeron de manera notable con la gesta del programa de identidad nacional. De esta manera, esperamos alcanzar algunas conclusiones sobre cómo podría describirse el sentido de “lo nacional” en términos estéticos, ya sea desde la construcción que de ello se hizo tanto en la imagen en movimiento, como la imagen fija plástica de la pintura de algunos artistas.

(*) Esta publicación es parte de un conjunto de textos redactados por los miembros del equipo del Proyecto «Cine, Estado y Constitución: La regulación de la producción y exhibición cinematográfica en Argentina (1914-1955)». (Res. 59/2020/R). Proyecto ejecutado por el Instituto de Expresión Visual de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes y el Gabinete de Estudio e Investigación Jurídica de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ.