“La participación de las mujeres influye de manera notable en los órganos de decisión”

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Cinthia De Luca Barrera es estudiante de la UNSJ y consejera Estudiantil en el Consejo Superior. Cuenta el porqué de su militancia, que es diaria.

Por Fabián Rojas

Cinthia De Luca Barrera (26) es estudiante de la carrera Contador Público de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Juan, trabajadora y militante política en la agrupación estudiantil del espacio IDEAS. Desde al año pasado, es Consejera Superior de la UNSJ. Allí, en el Consejo Superior, también es Presidenta de la Comisión de Acción Social, Estudiantil y Becas. “Antes, ese lugar lo ocupaba un hombre”, exhibe Cinthia.

– ¿Qué es lo que deseas destacar en vísperas del Día Internacional de la Mujer Trabajadora o en el Mes de las Mujeres?

-En el marco del 8M, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, considero necesario hablar de la importancia de que cada vez más mujeres sean las que se involucren en política universitaria. Para mí, la militancia es un acto de amor al prójimo y la política es una herramienta de transformación.

 

Tratamos de contagiar las ganas de militar y la importancia de la política ya sea desde una juntada con amigos y amigas hasta en una reunión familiar. No siempre se obtiene la reciprocidad que esperamos, pero esto también es parte de nuestra lucha diaria.

En el Consejo Superior de la UNSJ, en tu estamento, ahora hay varias mujeres…

-Sí y es todo un logro de la militancia. En el Estamento Estudiantil del Consejo Superior hoy somos seis mujeres y tres varones.

-Bien, ¿y qué significa en la práctica eso?

-La participación de las mujeres influye de manera notable en los órganos de decisión, aportando perspectiva de género en cualquier tema bajo debate, ya sea desde la elaboración de un presupuesto a nivel nacional hasta la implementación de una nueva carrera o introduciendo cambios en el régimen de becas de nuestra universidad.

-Es como un punto de partida que mueve estructuras…

-Ser militante es lo que me motiva día a día a pensar en la universidad y en una sociedad más justa e igualitaria. La militancia y la política otorga posibilidades y herramientas para que cada vez más mujeres podamos seguir ocupando lugares de decisión que nos permitan ser partícipes de los cambios que hagan a nuestra universidad más igualitaria. Dentro de IDEAS se hace fácil la militancia, porque todos y todas compartimos los mismos objetivos y luchamos por ellos en el mismo sentido. Lo difícil es llegar a aquellas personas que no quieren o no saben cómo involucrarse con las problemáticas actuales.

– ¿Y cómo se hace con esas personas?

-Mis compañeros y yo tratamos de contagiar las ganas de militar y la importancia de la política ya sea desde una juntada con amigos y amigas hasta en una reunión familiar. No siempre se obtiene la reciprocidad que esperamos, pero esto también es parte de nuestra lucha diaria.

-Como militante, ¿qué pensás si escuchas situaciones de violencia contra tus pares?

– Todos los días en los lugares donde a mis compañeras y a mí nos toca representar a los y las estudiantes, escuchamos las historias de violencias de nuestras pares y cómo ello les afecta a sus trayectorias académicas. Y es en ese sentido que la universidad de la cual soy parte juega un rol fundamental en la tarea de formar profesionales comprometidos y comprometidas. Porque aún existe la ausencia de justicia ante los femicidios y ante las diferentes modalidades de violencia que se dan en este sistema de desigualdades, de mayor empobrecimiento de las mujeres, de discriminación en los ámbitos laborales y en los cargos de mayor jerarquía, de falta de perspectiva de género en las currículas, entre otras injusticias.

– ¿Desde dónde crees que se puede empezar a trabajar por más derechos e igualdades?

-Los estudios y la militancia en esta universidad son las herramientas que yo elegí para seguir luchando para que cada vez más mujeres tengan acceso a una educación de calidad, con perspectiva de género, que les permita tener acceso al mundo laboral y/o insertarse en la política y llegar a los más altos puestos de poder. Cómo estudiante de la universidad Pública y como militante de las causas populares y feministas me veo en la necesidad de invitar a que cada vez más compañeras se involucren con la universidad y sus problemáticas más allá de su vida como estudiantes. Juntas lograremos una verdadera transformación, por las generaciones del pasado que nos enseñaron a luchar contra las desigualdades y para que las generaciones futuras no las sigan sufriendo.