Puentes sobre el riesgo sísmico

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El “Dispositivo Disipador de Energía Sísmica”, uno de los desarrollos recientemente patentados de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ, permite incorporar amortiguamiento en estructuras de obra civil durante un terremoto. Los puentes de la flamante Ruta 40 entre Calle Benavides y Albardón, además de otros de la provincia y la región, cuentan con esos disipadores. Uno de sus inventores explica cómo funcionan.

Por Fabián Rojas

Un amortiguador es algo dispuesto, por ejemplo en un automóvil, entre sus ruedas y su chasis. Desde allí, el amortiguador controla el desplazamiento relativo y de esa manera reduce vibraciones nocivas para la carrocería del vehículo. Si hay mucho desplazamiento relativo, hay daños. Este tipo desplazamiento hace referencia al movimiento de una estructura respecto de otra (dentro de una misma macroestructura, como un auto, un edificio o un puente). En el ejemplo, sería el de la rueda respecto del chasis del coche, aunque se desplacen en conjunto. En un edificio, y durante un sismo, el piso 10 se mueve horizontal respecto del piso 9. Allí, entre el piso 10 y el 9, es posible colocar un elemento metálico para que capte el movimiento relativo y transformar esa energía de movimiento símico en calor. Se atenúan las vibraciones porque se disipa la energía de movimiento. Así es la mecánica del ahora patentado “Dispositivo Disipador de Energía Sísmica”, desarrollo de los ingenieros Ricardo Uliarte y Javier Morandi, del Instituto de Materiales y Suelos, de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ, dispuesto principalmente en puentes viales de San Juan y de otras provincias.

Cómo es el disipador
“El disipador que diseñamos es como una botella, es más grueso en la base y hacia arriba se va reduciendo, y lo que hace es captar el movimiento relativo entre la infraestructura del puente y su superestructura”, señala Uliarte. El dispositivo va colocado entre el conjunto formado por la fundación, columnas y pilotes (infraestructura del puente) y el tablero, integrado por vigas y losa, sobre el cual va la cinta asfáltica (superestructura del puente). “En un eventual sismo, al moverse el tablero respecto de la infraestructura, que sería el movimiento relativo, el disipador se coloca tomado en parte por la infraestructura y en parte por la superestructura”, indica el inventor. Luego de un sismo, el disipador conserva su vida útil, porque durante el desplazamiento relativo la deformación provocada por el movimiento no se concentra en un solo punto, sino en toda la altura del elemento. Las dimensiones de un disipador, que es construido de hierro común, pueden variar de acuerdo a las estructuras de ingeniería civil, pero los utilizados últimamente en nuevas obras tienen 40 cm de altura, un diámetro de unos 12 cm en su base, y entre 4 y 5 cm en la parte superior, mientras que su peso es de alrededor de 40 kg. Pero cada estructura vial puede requerir un disipador diferente en tamaño. “El diseño es tan sencillo que cualquier tornero mecánico lo puede fabricar, a partir de un plano”, comenta el ingeniero.

Puente Benavidez en San Juan. Observando desde abajo el Tablero del Puente, se observa el disipador de Energía (amarillo) ubicado de modo de captar el desplazamiento relativo del tablero y la estructura soporte de éste.



Pasadizos asegurados
Este “Dispositivo Disipador de Energía Sísmica” acaba de ser presentado a la comunidad con su nueva vestimenta de desarrollo patentado. El Instituto Nacional de Propiedad Intelectual la otorgó en agosto pasado. El invento de los ingenieros Uliarte y Morandi ya fue puesto en funcionamiento en puentes como Soroyense (Calingasta); Cochagual (Sarmiento – 25 de Mayo); Alto de Sierra (Santa Lucía); Angualasto (Iglesia); Pedernal (Sarmiento); Chañarmuyo (La Rioja) y Boca del Río (San Luis). Pero también ahora son parte de los puentes del flamante tramo de la Ruta 40 que va desde Calle Benavides hasta el puente de Albardón. Está colocado en los puentes de los cruces con calles Benavidez, Porres, Oro, Rodríguez, Centenario y Blanco. “Nosotros, en reuniones en Buenos Aires, propusimos a Vialidad Nacional que sería conveniente incorporar estos disipadores a esos puentes de la ruta nueva y entendieron que era beneficioso”, dice Ricardo Uliarte.

«En reuniones en Buenos Aires, propusimos a Vialidad Nacional que sería conveniente incorporar estos disipadores a esos puentes de la ruta nueva», dice Ricardo Uliarte.


Desde la base
“Para uno, que ha estudiado en una universidad pública, de alguna manera esto es mostrar que la universidad da resultados positivos y se devuelve a la sociedad, que es la que sostiene a la universidad. El hecho de que un puente tenga problemas, perjudica al comercio, a la seguridad, a la comunicación, a la vida social. Por algo, en las guerras lo primero que se destruye son los puentes”, expresa uno de los dos inventores del “Dispositivo Disipador de Energía Sísmica”, Ricardo Uliarte. Ahora, ya patentado el invento, trabaja junto con al ingeniero Javier Morandi en el desarrollo de dos sistemas de aislamiento sísmico, algo relacionado con el disipador. Pero el aislamiento de los efectos de un terremoto será concebido desde la base de edificios y puentes.

Imagen de portada: Puente en Santiago de Chile. Por no tener un disipador de Energía, se dañaron muchos puentes debido al terremoto del 27 de Febrero de 2010. El lugar del daño es un punto muy importante de la viga.