Las Chacras, poblado unido contra la plaga

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El Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ y el PROCEM San Juan trabajan en un proyecto contra la mosca de los frutos, que dificulta el sostenimiento de habitantes de la distante localidad caucetera. Es una pequeña comunidad productora de frutales y alimentos manufacturados que hace dialogar sus saberes con los de biólogos y biólogas. Un proyecto que apunta a la interacción virtuosa entre pobladores/as.

Por Fabián Rojas

Era una reunión en la Facultad de Ciencias Sociales entre la Secretaría de Extensión de la UNSJ y el equipo de trabajo del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. El motivo era el cierre de un proyecto de extensión en la localidad de Las Chacras. De repente, Adela Andrada, habitante de ese pequeño poblado que había viajado hasta la Ciudad de San Juan para presenciar esa reunión, intervino y pidió que la Universidad continuara trabajando allí, particularmente en el problema de la Mosca de los frutos.

La necesidad cristalizada por Adela en su viaje a San Juan fue disparadora del proyecto de extensión “Diálogos de saberes sobre el manejo integrado de moscas de los frutos en la comunidad de Las Chacras, Caucete, San Juan: aportes al fortalecimiento de la producción local de frutales”, que dirige Leonardo Díaz Nieto, docente de la cátedra Diversidad de Invertebrados de la carrera de Biología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FCEFN), y codirige Cecilia Montani, directora del Departamento de Biología de esa Unidad Académica de la UNSJ. “El proyecto tiene un doble objetivo: por un lado, lo técnico, resolver la problemática de la plaga instalada en sus frutales y mejorar su producción; por el otro, a partir de esa problemática común, lograr una unión en la comunidad, una interacción entre sus pobladores”, manifiesta Díaz Nieto sobre el trabajo focalizado en esa alejada localidad de Marayes, a 140 kilómetros de la Ciudad de Caucete, donde viven 16 familias que producen, consumen y comercializan alimentos de sus cosechas. Conservas, dulces, licores de diferentes plantas nativas del monte, son productos de mujeres y hombres de Las Chacras.

En terreno
Biólogos y biólogas iniciaron así la primera tarea: un diagnóstico para identificar el grado de daños sufrido por la producción de frutales. También recolectaron frutos infectados para detectar la especie de mosca que dañaba. Cecilia Montani explica que junto a Fernando Murúa, docente de Biología y secretario Técnico de la Coordinación General del Programa Nacional de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos (PROCEM), colocaron “trampas caseras, muy sencillas de hacer, en diferentes puntos de sus cultivos para ayudar a contrarrestar la población de moscas”. Pero, además, los/as extensionistas se vincularon con la Escuela “Rómulo Giuffra”, de Las Chacras. Allí elaboraron una encuesta para que estudiantes colecten datos sobre la cantidad y abundancia de frutales de sus familias y sobre sus prácticas para el manejo del control de la plaga. En este último punto, Montani dice que tenían buenas prácticas como el hecho de bajar del árbol y quemar con cal los frutos infectados. “Pero detectamos que hay casas con frutales cuyos propietarios no viven en Las Chacras, por lo que están abandonados los frutales; además, había pobladores que no realizaban ninguna práctica con sus cultivos. Una familia que no entierra frutos infectados para que no se siga propagando la mosca, produce un foco de infección. Y había personas mayores que no podían realizar la cosecha para lograr esas buenas prácticas”, describe la bióloga.

Como una brigada
Por la pandemia de Covid 19 el proyecto quedó en pausa. Por eso es que el equipo de Biología volverá en noviembre a Las Chacras a devolverles a su pequeña población detalles sobre los estudios realizados en base a lo trabajado en terreno, es decir, sobre la identificación de las especies de mosca de los frutos que afectan sus cultivos y los daños ocasionados en frutales y huertas. El objetivo es proponerles un plan de acción en que la comunidad pueda organizarse como una brigada y se convierta en protagonista de esa lucha contra la plaga; con los respectivos permisos, que puedan cosechar las frutas de familias que no están en el lugar y, a través de la escuela y con trípticos y otros soportes de comunicación, concientizar en relación a las buenas prácticas para disminuir la población de moscas de los frutos. “Con ello, seguramente podrán tener mayor cantidad y calidad de frutos para ser utilizados”, señala Montani.

Junto al investigador del PROCEM liberarán allí una población de parasitoides (compuesta de avispas parasitoides, micro himenópteros cuyo nombre es Diachasmimorpha longicaudata) que contribuya, desde lo biológico, al control de la plaga. La idea de hacerlo en noviembre es porque esas pequeñas avispas necesitan calor. “El manejo integrado de plagas implica combinación varias técnicas. Una de ellas es la liberación de esos parasitoides. Luego se suma el control químico y el manejo cultural, que se relaciona con informar a la población sobre el manejo de los frutos”, indica Díaz Nieto.

Grandes roles sociales
La codirectora Cecilia Montani resalta el rol de la escuela en esas pequeñas comunidades. “Los propios niños y niñas pueden ir incorporando nuevos hábitos que irán generando que las malas prácticas en cuanto a cultivos vayan cambiando. La escuela es una gran aliada para realizar esos cambios”, dice. El otro rol crucial es el de la misma comunidad de Las Chacras. “La comunidad o, al menos, la mayoría de los pobladores trabajando en conjunto, es la fotografía, es el resultado de este trabajo. Y con nuestra propuesta de este mini PROCEM trabajando ahí, fortalecemos el hecho de que como comunidad sigan trabajando en conjunto ante esa plaga”, valora Leonardo Díaz Nieto.

El Proyecto “Diálogos de saberes sobre el manejo integrado de moscas de los frutos en la comunidad de Las Chacras, Caucete, San Juan: aportes al fortalecimiento de la producción local de frutales” es continuación del Proyecto de Extensión titulado “Diálogo de saberes en el marco de la economía social y solidaria. Circuitos locales de comercialización de productos forestales no maderables en la comunidad de Las Chacras, Dpto. Caucete, San Juan”, dirigido por la Lic. Cecilia Montani y codirigido por la Dra. Valeria Gili Diez, docente de la carrera de Biología. Intervienen en los proyectos docentes de la UNSJ, de las cátedras Antropología y Sociología de zonas secas y Diversidad de Invertebrados.

Trabajo en equipo
El director del Proyecto, Dr. Leonardo Díaz Nieto, es docente de la cátedra Diversidad de Invertebrados de la carrera de Biología de la FCEFN, y es investigador de CONICET en el Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la FCEFN – UNSJ. La codirectora Lic. María Cecilia Montani, es directora del Departamento de Biología de la FCEFN – UNSJ. Es docente en la cátedra de Antropología y Sociología de zonas secas.
En el Proyecto “Diálogos de saberes sobre el manejo integrado de moscas de los frutos en la comunidad de Las Chacras, Caucete, San Juan: aportes al fortalecimiento de la producción local de frutales” participan docentes investigadores/as y estudiantes del Departamento de Biología de la FCEFN de la UNSJ e investigadores del PROCEM, como Fernando Murúa, titular de la cátedra Diversidad de Invertebrados, del Departamento de Biología. Además, claro, la comunidad de Las Chacras es parte del trabajo.