Cambio climático y crisis hídrica: una carrera contra el tiempo que se pierde por minuto

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¿Qué tienen en común el carpincho de Nordelta, las lluvias en Groenlandia por primera vez en 70 años, los 40,1 grados registrados en pleno invierno en Paraguay, las nevadas en el sur de Brasil, los incendios forestales en Turquía, Italia y España y nuestro caprichoso Rio San Juan? Al parecer, nada. Pero lo cierto es que son fenómenos que surgen como efectos del cambio climático global, que avanza inexorablemente.

Por Carlos Barros

La naturaleza avisa. Se manifiesta. El tiempo apremia y se hace necesario la urgente implementación de políticas públicas que no sean de transición, que sean sustentables. San Juan tiene el mayor consumo de agua por hogar de Argentina. El recurso es renovable pero no es ilimitado. Los glaciares se reducen. En 2017 se identificó el primer glaciar que desapareció sobre el Río Calingasta. Desde la Universidad Nacional de San Juan, investigadores y docentes de distintas Facultades estudian el tema y exponen su profunda preocupación. Los tiempos se acortan. Los científicos universitarios coinciden en la necesidad de un shock informativo, de concientizar, de educar, de publicar, de difundir por todos los medios posibles para empezar a detener el calentamiento del planeta.
Silvio Augusto Pastore es licenciado en Geofísica y master en Ciencias, docente titular de la Cátedra de Perforaciones de la Carrera Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ y explica que el cambio climático, que no es otra cosa que el calentamiento global y el efecto invernadero, es producido por el hombre y su trabajo, comenzó a observarse después de la Revolución Industrial, y desde entonces, avanza ya no tan lentamente como se creía, y lo hace sin pausa.
Pastore se toma unos minutos para resaltar “la importante tarea que desde la parte de prensa de nuestra universidad se está realizando. Es imprescindible comunicar, no ya a través de congresos o publicaciones, sino desde nuestros medios universitarios y de todos los medios en general. Sin ustedes no podemos lograr aumentar la conciencia social y decir lo que está pasando”.
Además, coordina el Gabinete de Estudios de Geocriología, Glaciología, Nivología y Cambio Climático que pertenece al Departamento de Geología, y desde ahí apunta que desde 1960 se empezaron a tener registros de fotos aéreas de los glaciares y de las nieves en cordillera. Luego, aparecieron las imágenes satelitales que nos permitió evaluar el impacto del clima en los glaciares.

Se achican los glaciares
El científico afirma con preocupación: “Los glaciares a nivel mundial están sufriendo un achicamiento, un proceso de retroceso, con algunas excepciones como el Perito Moreno en Santa Cruz o algunos glaciares de la Siberia Rusa. Pero en general se están achicando, si contamos desde el último período de glaciación que sufrió la tierra hace miles de años”.
Los ciclos de la tierra, las transiciones de paso de frío a calor, son conocidos y están estudiados; la tierra ha pasado en un determinado período geológico por varios ciclos, por eso muchos científicos dicen que estamos atravesando un ciclo de calentamiento, porque en el pasado ya han existido, lo cual es correcto. Pero lo que muchos investigadores sostienen, y el último informe de la ONU ya no deja margen de error, es que el proceso o la celeridad con que se está produciendo el cambio climático, es muy rápido. Los tiempos son vertiginosos. Y, además, ese cambio no se ha podido relacionar a factores externos como la radiación solar ni con actividad volcánica que se consideran fuentes de calentamiento.

NASA World View. Disminución de las nieves desde 2016, último año Niño (ENSO)

La actividad antrópica
Pastore sostiene que “toda la información que tenemos y se tiene en general dice que el efecto del cambio climático está directamente relacionado a la actividad humana (antrópica), que arranca en la Revolución Industrial, cuando las emanaciones de gases, producidos por toda la actividad industrial, comienzan a ser emitidos a la atmósfera y producen el efecto invernadero. Hay otro tipo de emanación natural de gas, el metano, en el Ártico canadiense, que es el permafrost, que actuaba como una capa impermeable de ese gas. El permafrost es la zona que siempre estaba congelada y ha empezado a derretirse, permitiendo que se suelten los gases como el metano, que es el más peligroso, que estaban en los lechos de los subsuelos oceánicos, acelerando el efecto invernadero”.
Lo que señala el docente es que el derretimiento del permafrost en el ártico es producido por la actividad antrópica. Entonces, se transforma todo en un mismo proceso, casi irreversible y muy peligroso, que termina elevando la temperatura media en distintos puntos del planeta.
Se define a la actividad antrópica como cualquier acción o intervención realizada por el ser humano sobre la faz del planeta, la deforestación, la pesca, la agricultura, la emanación de gases de dióxido de carbono a la atmósfera, entre otras.

Malas noticias para 2030
Silvio Pastore dice: “Si nos referimos concretamente a nuestra región observamos que esos efectos están produciendo disminución de precipitaciones líquidas como lluvia. En San Juan, Mendoza y La Rioja, la precipitación nívea en cordillera -que regula el caudal de los ríos-, ha disminuido rápidamente a mínimos históricos medidos en muy corto tiempo.
Entonces, el contexto muestra que la temperatura media anual está aumentando. El último informe de Naciones Unidad estima que para 2030 se van alcanzar 1 grado de aumento de temperatura media en el planeta, que es un dato muy malo, al que se está arribando en un plazo demasiado corto, es decir, unos 10 años antes de los modelos que se habían calculado y desarrollado.
Agrega que “a eso hay que sumar que las nevadas se producen a alturas cada vez mayores y tampoco se forma bien el hielo y se derriten antes de tiempo; las nieves, por sublimación, en vez de transformarse en agua se transforma en vapor; no ingresa al ciclo hídrico sino que pasa al ciclo atmosférico, es decir no derrama y se producen una serie de eventos que provoca una de las sequías más importantes en toda la diagonal área sudamericana, que va de Ecuador a Chubut, pasa por San Juan, la zona norte de Chile, Mendoza, La Rioja”.

“En San Juan hacemos uso pésimo del agua”
Dice Pastore que “muchos autores señalan que las crisis hídricas no solo es un efecto del fenómeno de las precipitaciones sino una consecuencia del gerenciamiento que se hace. San Juan históricamente ha manejado en forma pésima el uso del agua. Somos malos usuarios del recurso en el sentido que la derrochamos o no usamos las mejores técnicas en cuanto a eficiencia. El riego para agricultura es quien más consume, pero toda la sociedad está atravesada, la industria y los hogares, ya que lo utilizamos como si fuera ilimitado. Tiene que ver con un tema cultural fundamentalmente. El agua en San Juan es casi gratis, no se pagan grandes valores como en el resto del mundo. En California, en Australia, en Israel no utilizarían jamás el agua como lo usamos aquí porque el costo sería impagable para cualquier sociedad como la nuestra. Es un tema cultural que debemos resolver”.
San Juan tiene su propia legislación referida a glaciares, sancionada en 2010. El Gobierno de San Juan le encarga a la Universidad Nacional una herramienta de control, para saber cuántos glaciares, dónde están, qué tamaño tienen, rasgos geomorfológicos a partir de imágenes satelitales y generar su propio inventario. En 2015 se termina el primer inventario para la cuenca del Río Jáchal y en 2017 la del Río San Juan. De esta manera, tenemos una aproximación de la cantidad, su ubicación, su fisonomía y características principales.
Dice que “actualmente se está actualizando, porque hay una dinámica que varía debido justamente al clima, que se calienta y los glaciares se achican. Estamos finalizando ese estudio y empezamos a encontrar aspectos que llaman la atención: algunos glaciares se están reduciendo tanto que hasta llegan a desaparecer y otros se han dividido en pequeños cuerpos. A pesar de que se pasó de unos 5.200 a cerca de 6.000 en la última actualización, en realidad se achican las áreas y volúmenes; es una reducción de glaciares de montaña, que se derriten o se transforman en glaciaretes o manchones de nieve que se reducen a una expresión mínima.
Asegura que “En 2017 se identificamos, en la provincia de San Juan, el primer glaciar que había desaparecido, sobre la cuenca del Río Calingasta”.

Buenas y malas
A pesar de todo lo mencionado anteriormente, la buena noticia es que en los aforos que se vienen realizando se observa que, si bien los caudales superficiales han disminuido, los ríos no se han secado, traen muy poco recurso, un 70% menos si se toman los últimos 20 años, pero la calidad del agua es muy buena, se conserva la calidad, afirma el investigador.
No obstante, advierte que la producción agrícola es la que requiere mayor caudal de agua. Al disminuir la oferta hídrica, fue amortiguada algunos años por las presas de los diques construidos tanto en el Río Jáchal como en el Río San Juan. Hoy esos volúmenes están al mínimo histórico desde que se llenaron. Se suple por los acuíferos, es decir por perforaciones y extracciones subterráneas, que poseen una excelente calidad. Son los más importantes en Cuyo en cuanto a volumen y calidad de agua. Pero esa explotación se está haciendo sin un programa, sin un proyecto, y/o con escaso o nulo control, comenta el investigador.
Dice que “en realidad, creo que ni sabemos la cantidad de pozos que existen. No sabemos quién los está usando, cuánta agua se está sacando y lamentablemente, en el corto plazo, no queda otra opción que seguir usando el recurso de esta manera, para suplir el déficit, si es que queremos seguir manteniendo la matriz de producción de la provincia”.
Pastore afirma que “tenemos muchas preguntas y pocas respuestas. En San Juan y en la región nos queda algo de tiempo para actuar, pero es muy escaso. Y no son tiempos de una agenda política, es un tiempo que lo imprime la naturaleza por las condiciones meteorológicas que estamos observando. Tenemos mesas de acuerdo, mesas de trabajo en las que nos reunimos desde la universidad, el gobierno, instituciones, agrupaciones, pero no podemos perder más tiempo, es necesario actuar urgente para adaptarnos al cambio climático”.
Aconseja que se debe dotar a productores, empresas, industrias alimenticias, y a todos quienes hacen uso intensivo del agua, de invertir y tecnología para eficientizar el recurso. Hay programas nacionales, hay nuevas tecnologías que se pueden usar. Lo mismo para el usuario domiciliario. Hay necesidad de racionalizar el uso. San Juan es la provincia con mayor consumo de agua por hogar en el territorio de la República Argentina. Es un dato que preocupa, advierte Silvio Pastore.

En el siguiente cuadro, se pueden observar las bajas en los aforos del Río San Juan y volumen de agua y reserva en diques (valores expresados en Río SJ: metros cúbicos por segundo; valores de caudal diques expresado en hectómetros cúbicos)

Fecha 5/8/16 5/8/17 5/8/18 5/8/19 5/8/20 5/8/21
Caudal Río SJ 40 36 27 26 19 18
Emb.Ullum 132 298 292 268 110 63
P. Negra 0 479 288 284 231 272
Caracoles 354 536 520 375 229 19
Res. diques 486 1313 1100 927 570 354

Fuente: Gabinete de Estudios en Geocriología, Glaciología, Nivología y Cambio Climático. F.C.E.F. y N. – UNSJ

Consultado acerca del uso de agua que hace la minería, responde: “Agradezco la pregunta, porque son temas que se deben hablar y resolver en nuestra sociedad. La industria minera, al igual que otras, hacen uso del recurso agua para su producción o partes de su proceso. Siempre doy el ejemplo del Río San Juan, que es sobre el cual nuestro Gabinete viene especializándose hace años. En medio de toda esta crisis hídrica, con el río en su mínima expresión, al día de hoy no hay ninguna mina en producción. No hay ninguna actividad minera sobre el Río San Juan. De eso se infiere que esa actividad no influye en el proceso que estamos analizando. Respecto del Río Jáchal, tenemos una actividad minera, hay un proyecto que tiene su derecho de agua limitado, que entiendo es de 120 litros/segundo, que es tan bajo que ni siquiera podemos medirlo con nuestros instrumentos, que miden desde los 3 mil litros por segundo”.

Lic. Silvio Pastore: «En San Juan y en la región nos queda algo de tiempo para actuar, pero es muy escaso».


Un cambio educativo y cultural
Comenta que “la creación del Gabinete de Estudios en Geocriología, Glaciología, Nivología y Cambio Climático, surge como respuesta a la inquietud de investigadores que ya veníamos estudiando los efectos del cambio climático en distintos aspectos físicos de la provincia de San Juan. Después de 10 años de estudio, se consensuó para la creación de este Gabinete. Actualmente estamos estudiando cómo el aumento de la temperatura media anual impacta en los glaciares. Se trabajó con la provincia y se lograron acuerdos para desarrollar el inventario provincial de glaciares sobre la cuenca del Río San Juan”.
El Gabinete se encuentra abocado en este momento a escribir el informe de la primera actualización, respecto del informe entregado a la autoridad provincial en 2017, ya que por ley se debe actualizar cada 5 años.
Explica Pastore que también están trabajando junto a otras instituciones, como el caso de la Universidad de Minesotta, que los invitó a estudiar en forma conjunta los glaciares tropicales en Ecuador; trabajamos en los volcanes Cayambe y Chimborazo. También con el área criología del IANIGLIA, con los doctores Trombotto y Carla Tapia referido a la cuenca del Río San Juan, compartiendo conocimiento y haciendo difusión.
Afirma que “el Gabinete tiene como premisa fundamental, además de los estudios específicos, lograr la ‘transferencia’ al medio, a través de la difusión y comunicación, por eso nos parece tan importante que desde la Secretaría de Comunicación, a través de Prensa Institucional y la Revista de la U, se pueda dar a conocer nuestro trabajo y llegar a la mayor cantidad de personas posibles, visibilizando y concientizando a muchos sobre los efectos y el impacto del cambio climático, el uso racional del agua, y las políticas que deben desplegarse al respecto”.
Finalmente, el docente e investigador de Ciencias Exactas, propicia las campañas educativas en todos los niveles, de difusión, de concientización, de diálogo y de difusión, para avanzar en la búsqueda imperiosa y urgente de soluciones que mitiguen el impacto, a mediano y largo plazo del cambio climático global.

Imagen de portada: propiedad de Scott Duncan, meteorólogo – periodista internacional. La imagen muestra temperaturas extremas en el mundo.