Qué es la Educación 4.0

Comparte

Como un brazo de la revolución tecnológica actual y del futuro más inmediato, esta educación encarna nuevos desafíos. “Puede concebirse como un enfoque educativo ecléctico”, dice Emilse Carmona, investigadora de la UNSJ. La industria 4.0 y la educación 4.0 mantienen una relación epistémica.

Por Fabián Rojas

A fines de abril se desarrolló en San Juan un conversatorio sobre “La Evolución de las ideas con base en la Propiedad Intelectual”, dirigido a estudiantes, docentes y público en general. El marco fue el Día Mundial de la Propiedad Intelectual (26 de abril) y dialogaron empresas sanjuaninas, instituciones educativas y universidad. El objetivo: valorar y fortalecer la importancia de la creatividad, la innovación y el saber hacer. En ese encuentro, por la UNSJ, participó la docente e investigadora Emilse Carmona. Su tema fue “Era digital: Cultura y Educación”. Ahí entró en escena la temática de la denominada Educación 4.0.

Luego de aquel encuentro, y para Revista la U, Emilse Carmona señala lo que dice un equipo de investigación de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla México sobre el origen de Educación 4.0 e Industria 4.0: “Ha habido cuatro revoluciones industriales en la historia de la humanidad: la primera se detonó por máquinas impulsadas con energía hidroeléctrica y vapor; la segunda introdujo la producción en masa y líneas de montaje; la tercera se caracterizó por la automatización y sincronización de las cadenas productivas a través de la electrónica y la informática, y la cuarta empleó tecnologías disruptivas con el objetivo de garantizar la calidad total y evitar errores en la producción”.

Imagen: Telam

La cuarta revolución
Entonces, explica Carmona, la cuarta revolución industrial fomenta la interacción entre humanos y máquinas con inteligencia artificial inmersos en sistemas cibernéticos. La industrialización en marcha se cimienta en industrias inteligentes. La industria 4.0, también referida como la economía 4.0, impulsa los cambios en la formación de mano de obra calificada. “Si bien es una revolución tecnológica, de producción y creación de fábricas inteligentes, también es una revolución educativa, cultural, social, estética, de comunicación y valores. Se produce un ambiente donde predomina la automatización e interacción de sistemas ciberfísicos, que plantean condiciones profundas de desarrollo del nuevo paradigma de educación 4.0”, describe la investigadora de la UNSJ.

Alteraciones
Carmona analiza que, en este contexto, el aprendizaje humano-máquina cobra valor al impulsar el autoaprendizaje y la flexibilidad. “Se están disipando las fronteras entre tecnología y ser humano y, por ende, se reconfigura nuestra concepción de la realidad, la relación espacio-tiempo y la dimensión física y virtual. Las tecnologías disruptivas (que originan una disrupción o ruptura brusca con la tecnología dominante, como el caso de los teléfonos celulares respecto de la telefonía fija) en la cotidianeidad ofrecen oportunidades educativas diferentes a las conocidas. La conjunción entre el clima de las relaciones humanas, los procesos internos, los objetivos relacionales y los sistemas abiertos comienzan a provocar alteraciones en la política educativa, teorías de aprendizaje, planes de estudio y valores educativos. Se integra el saber y saber hacer con el saber estar y saber ser de la persona. En correspondencia, el campo educativo debe consolidar la formación dual para lograr la convergencia entre las actividades laborales y las actividades académicas”, expresa.

La industria 4.0 y la educación 4.0 mantienen una relación epistémica. Es decir, la educación 4.0 se originó de las demandas que produce la emergente revolución industrial, la cual requiere de la formación de capital humano calificado para la toma de decisiones y el uso de tecnología disruptiva

Un enfoque ecléctico
La Programadora Universitaria y Profesora de Informática Educativa subraya que la educación 4.0 no tiene una definición teórica concreta, por lo que se ha asociado a diversas teorías y métodos de aprendizaje vinculados al empleo, el emprendimiento y la pedagogía. “Por lo tanto, puede concebirse como un enfoque educativo ecléctico que fomenta la utilización de tecnologías disruptivas para optimizar el aprendizaje y, en consecuencia, proporcionar soluciones innovadoras a problemas reales y complejos. Tiene como objetivo capacitar a un ser integral y multifuncional para lograr su autorrealización de manera permanente. Se intenta la construcción de conocimientos, habilidades y actitudes para la vida, el trabajo y la escuela”, dice.

Relación necesaria
Esta última afirmación de Carmona podría acarrear cierta idea de pragmatismo en la educación que, de alguna manera, sería factible de ser asociada a una visión enfocada en una educación concebida para el mercado. Sin embargo, la especialista afirma: “Normalmente, la innovación se ha asociado con el mercado y con la visión neoliberal; pero en la Argentina deberíamos dejar de pensar en brechas y comenzar a pensar en cómo salir de estos momentos de crisis para empezar a crecer verdaderamente como país o como nación. Es necesario profundizar en la relación Universidad – Estado – mercado – escuela – desarrollo. Creo que las universidades debemos ser las fuentes que fomentan el diálogo, el encuentro entre los distintos actores sociales que construyen comunidades, ciudadanos para trabajar juntos por una mejor Argentina”. Y, por si fuera necesario, Carmona refuerza: «Yo me formé dentro de la educación pública y valoro muchísimo todo lo público”.

Cinco conclusiones
Emilse Carmona destaca que, a partir de una revisión sistemática, se plantean cinco conclusiones: la primera es que la educación 4.0 carece de una definición teórica y metodológica para su fundamentación. Es sorprendente que sean tan pocos los estudios que se reportan en la literatura sobre este tema y que sus principales promotores sean empresarios y líderes en el sector industrial. La segunda es que aún no se encontró algún país o grupo de investigación líder en la educación 4.0. Lo cual indica que es un tema prolifero para realizar investigaciones educativas. La tercera dice que la industria 4.0 y la educación 4.0 mantienen una relación epistémica. Es decir, la educación 4.0 se originó de las demandas que produce la emergente revolución industrial, la cual requiere de la formación de capital humano calificado para la toma de decisiones y el uso de tecnología disruptiva. La cuarta: la educación 4.0 es una tendencia educativa ecléctica porque aplica diversas perspectivas y estrategias de aprendizaje innovadoras, sin crear una propia. Y la última: la educación 4.0 es una tendencia educativa pragmática porque se preocupa más por los métodos que por las teorías, es decir, utiliza metodologías de aprendizaje obviando su sustento epistémico. “Por todo esto, considero que se encuentra en proceso de construcción y diálogo desde la mirada del constructivismo y conectivismo, en busca de favorecer la articulación de la inteligencia humana, las necesidades industriales y los aportes de las universidades”, desliza.