«El sistema electoral en EEUU no tiene la claridad que tiene el sistema en Argentina»

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El profesor Eduardo Carelli, director de la Editorial de la UNSJ y analista internacional, destacó que los violentos incidentes ocurridos en el Capitolio “pueden marcar el nacimiento de un modelo de país profundamente dividido”. Consideró que el presidente Trump profundizó la grieta en Estados Unidos y que el Gobierno de Biden será débil.

Por Franciso Lahti

Según el Licenciado Eduardo Carelli, profesor de Historia II en la Licenciatura en Turismo y Director de la Editorial de la UNSJ, la toma del Capitolio ocurrida en EEUU no será la antesala de un golpe de estado. Aunque aclaró que “puede ser el acta de nacimiento de un nuevo modelo de país profundamente dividido, tanto ideológicamente como religiosamente y hasta con divisiones étnicas, porque los afroamericanos están divididos y los latinos también dependiendo su origen”.

Además consideró que “esto ocurre porque el sistema electoral en EEUU no tiene la claridad que tiene el sistema en Argentina”

“Aquí el voto por el correo no existe y en Estados Unidos levantó mucha sospecha. Los conteos se hacen con presencia de los fiscales pero en EEUU los fiscales no participan y es una señal más de desconfianza del sistema electoral en la primera democracia del mundo”, explicó Carelli.

“Lo que ha puesto en evidencia está situación es que el sistema electoral tiene que ser sometido a modificaciones que quizás lo aproximen al argentino”, añadió.

En este sentido, dijo que el discurso de Trump “para nada ha calmado las aguas después de las elecciones con este permanente llamamiento a una movilización popular y para de alguna forma demostrar o convencer que se le ha robado la elección señalando estados donde no se contaron votos y donde la elección se dio vuelta”.

“Trump es resultado de la grieta y participó activamente en profundizarla. Pero ayer varios de los dirigentes libertarios no apoyaban esta lucha de Trump por evitar que se proclame a Biden. Hubo republicanos que se declararon rebeldes y hasta vemos disonancias o rebeldías internas dentro de los partidos. Además las bases han crecido muchísimo donde se han visto instituciones y sectores ideológicos que apoyan a uno u otro partido”, destacó.

Por esto Carelli consideró que el presidente Trump profundizó la grieta en Estados Unidos. “En EEUU la grieta lleva muchos años y se fue profundizando de forma muy notoria desde la presidencia de Bill Clinton en adelante”, recordó.

“Además los partidos se han ido corriendo hacia los extremos. Hasta la década del 80 no había diferencias, pero comenzaron a aparecer discursos y líneas. Además el partido demócrata ha ido ganando adeptos de izquierda. Esta elección es la primera donde se ha profundizado, porque los republicanos han estado más corridos a la derecha y los demócratas a la izquierda, aunque Biden fue el menos candidato de la izquierda del partido”.

Para Carelli “Biden estará muy condicionado por su propio partido político (además de las dudas de un sector republicano) y esto es una cuestión que no se puede soslayar”. “Parece que será un gobierno débil porque hay un sector republicano que está convencido de que ha sido un robo sino también porque hay una transición dirigencial del partido demócrata que lo está marcando”, comentó. A la vez indicó que “está apareciendo una dirigencia juvenil que está marcada por el ascenso de grupos de minorías étnicas e ideológicas que disputan permanentemente la dirigencia del partido a viejas figuras demócratas”.